¿Qué causa el cosquilleo en el ombligo? Descubre sus secretos

A mucha gente le da aprensión tocarse el ombligo, pues la sensación que se produce es muy extraña.
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Tu cicatriz de nacimiento conecta con fibras nerviosas que enlazan la pared interna del abdomen con la médula espinal. Pero, además, son las mismas fibras que llegan hasta la vejiga y la uretra para informar al sistema nervioso de que tenemos ganas de orinar.

El ombligo, esa pequeña cicatriz de nacimiento en el centro de nuestro abdomen, es mucho más que un simple recuerdo de nuestro vínculo con la madre. Al tocarlo, muchas personas experimentan sensaciones curiosas, como un cosquilleo o incluso una súbita necesidad de orinar. Estas reacciones no son aleatorias; están profundamente conectadas con la anatomía y el sistema nervioso humano. A través de una compleja red de fibras nerviosas, el ombligo se comunica con varias partes internas de nuestro cuerpo, lo que puede llevar a estas sensaciones peculiares.

La conexión nerviosa del ombligo

El trayecto de las fibras nerviosas

El ombligo está conectado a una red de fibras nerviosas que se extienden desde la pared interna del abdomen hasta la médula espinal. Estas fibras son responsables de transmitir señales sensoriales y motoras entre el abdomen y el sistema nervioso central. La conexión es tan intrincada que cualquier estimulación en el área del ombligo puede enviar impulsos nerviosos que se interpretan de diversas maneras en el cerebro. Este trayecto de fibras no solo conecta el ombligo con la médula espinal, sino que también se entrelaza con otras estructuras internas, lo que explica la variedad de sensaciones que se pueden experimentar.

Relación con la médula espinal

La médula espinal actúa como una autopista de información que conecta el cerebro con el resto del cuerpo. Las fibras nerviosas del ombligo están vinculadas a esta estructura, lo que permite que cualquier estímulo en el ombligo sea rápidamente transmitido al cerebro. Esta conexión es crucial para entender por qué el simple acto de tocarse el ombligo puede provocar sensaciones tan variadas, desde un cosquilleo hasta una sensación de hormigueo. La médula espinal, al recibir estas señales, puede desencadenar respuestas reflejas que se sienten en diferentes partes del cuerpo, como la vejiga.

Hay personas que tienen una sensación extraña cuando se les toca el ombligo. Fuente: iStock / bymuratdeniz - bymuratdeniz

Sensaciones al tocar el ombligo

¿Por qué sentimos necesidad de orinar?

Una de las sensaciones más comunes al tocar el ombligo es la repentina necesidad de orinar. Esto se debe a que las fibras nerviosas que conectan el ombligo también están relacionadas con la vejiga y la uretra. Cuando se presiona el ombligo, estas fibras pueden enviar señales al cerebro que se interpretan como una urgencia de ir al baño. Aunque esta sensación puede ser desconcertante, no es indicativa de ningún problema de salud subyacente. Es simplemente una peculiaridad de cómo nuestro sistema nervioso procesa la información sensorial.

Cosquilleo en el ombligo por dentro

El cosquilleo en el ombligo, especialmente cuando se siente por dentro, es una experiencia común para muchas personas. Esta sensación se produce cuando las fibras nerviosas del peritoneo, una membrana que recubre el abdomen, son estimuladas. Dado que el peritoneo está lleno de terminaciones nerviosas, cualquier contacto con el ombligo puede desencadenar una respuesta sensorial intensa. Esta sensación de cosquilleo o hormigueo es una respuesta natural y no suele ser motivo de preocupación, aunque puede resultar incómoda para algunas personas.

Cualquier contacto con el ombligo puede desencadenar una respuesta sensorial intensa. Imagen de Tumisu en Pixabay

Aspectos curiosos del ombligo

El fenómeno de la pelusilla del ombligo

La pelusilla del ombligo es un fenómeno curioso que ha capturado la atención de científicos y curiosos por igual. Se trata de pequeñas bolitas compuestas de restos textiles, piel muerta y vello corporal que se acumulan en el ombligo. Este fenómeno fue estudiado en detalle por el doctor Karl Kruszelnicki, quien descubrió que es más común en hombres mayores, peludos y con el ombligo hacia dentro. La pelusilla del ombligo no representa ningún riesgo para la salud, pero su presencia es un recordatorio de cómo nuestro cuerpo interactúa con el entorno.

Estudios y casos destacados

El estudio del doctor Kruszelnicki sobre la pelusilla del ombligo fue tan innovador que fue galardonado con el Premio Ig Nobel de Investigación Interdisciplinaria. Además, el caso del australiano Graham Barker, quien ha estado acumulando pelusilla desde 1984, fue reconocido por el Libro Guinness de los Récords. Otro estudio relevante, realizado por la Universidad de Carolina del Norte, identificó más de 300 especies de bacterias en los residuos del ombligo, incluyendo la Pseudomonas aeruginosa, una bacteria que puede ser patógena en ciertos contextos.

Salud y el ombligo

¿Es peligroso meterse el dedo en el ombligo?

Tocarse el ombligo es una práctica común y, generalmente, inofensiva. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el ombligo puede albergar bacterias y residuos. Aunque no hay evidencia científica que indique que tocarse el ombligo sea perjudicial para la salud, es recomendable mantener una buena higiene para evitar posibles infecciones. Meterse el dedo en el ombligo de forma brusca o con uñas sucias puede causar irritación o, en casos raros, infecciones menores.

Investigaciones sobre bacterias en el ombligo

El ombligo alberga una sorprendente diversidad de bacterias. Investigaciones han revelado la presencia de más de 300 especies diferentes, lo que convierte al ombligo en un microecosistema único. Aunque la mayoría de estas bacterias son inofensivas, algunas, como la Pseudomonas aeruginosa, pueden causar infecciones si las condiciones son propicias. Este descubrimiento subraya la importancia de la higiene personal y de ser conscientes de la microbiota que habita en nuestro cuerpo.

La "pelusilla del ombligo" es una mezcla de restos textiles y de piel. Fuente: iStock / VladimirFLoyd - VladimirFLoyd

Consideraciones finales

Importancia de la consulta médica

Si bien el cosquilleo en el ombligo y otras sensaciones relacionadas suelen ser inofensivas, es importante estar atentos a cualquier cambio inusual. Si se experimentan molestias persistentes, dolor o signos de infección, es aconsejable consultar a un profesional de la salud. Un médico puede proporcionar orientación adecuada y descartar cualquier condición subyacente que requiera atención. Mantener una buena comunicación con los profesionales de la salud es clave para asegurar el bienestar y resolver cualquier inquietud relacionada con el ombligo.

Referencias:

  • Talmor, M., Barie, P. 2014. «Microbiota in “Austere” Environments: Belly Button Banter and Other (Navel) Fluff». Surgical Infections.
  • Herrmann, S. (2012). «Bakterien auf der Haut: Nabelschau». Süddeutsche Zeitung

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