En septiembre de 2023, un evento sísmico insólito sacudió la Tierra durante nueve días consecutivos, desconcertando a científicos de todo el mundo. Este fenómeno fue causado por un megatsunami en un remoto fiordo de Groenlandia, provocado por un deslizamiento masivo de tierra y hielo, un claro ejemplo de los efectos del cambio climático en las regiones polares.
En septiembre de 2023, un fenómeno natural de proporciones colosales sorprendió a la comunidad científica mundial: un megatsunami en Groenlandia que generó vibraciones en la Tierra durante nueve días consecutivos. Este evento, originado en el fiordo Dickson, es un claro ejemplo de los efectos del cambio climático en las regiones polares y ha sido objeto de estudio en la prestigiosa revista Science. La persistencia de las oscilaciones a escala global generó un interés sin precedentes entre los investigadores.
¿Qué pasó en Groenlandia?
El evento sísmico inusual de septiembre de 2023
El 16 de septiembre de 2023, un evento sísmico sin precedentes se registró en el remoto fiordo Dickson, situado en el este de Groenlandia. Este fenómeno fue causado por un deslizamiento masivo de tierra y hielo, que desplazó 33 millones de metros cúbicos de material. La magnitud del suceso permitió detectar las vibraciones en estaciones sísmicas de todo el mundo, despertando la atención de la comunidad científica internacional. La extensión temporal, que abarcó más de una semana, hizo que este megatsunami en Groenlandia fuera particularmente notable.
Deslizamiento masivo en el fiordo Dickson
El deslizamiento en el fiordo Dickson se desencadenó por el derretimiento acelerado de los glaciares, impulsado por el cambio climático. Al desprenderse una enorme masa de tierra y hielo desde una altura de entre 600 y 900 metros, el impacto en el fiordo generó una ola descomunal, un megatsunami en Groenlandia que impactó la dinámica regional. Este colapso mostró cómo el derretimiento del hielo compromete la estabilidad de las montañas y promueve fenómenos extremos.

Comparación del megatsunami con un edificio de 65 pisos
El megatsunami en Groenlandia alcanzó alturas cercanas a los 200 metros, equiparable a un edificio de 65 pisos. Esta ola monumental atravesó el fiordo, llegando hasta la isla de Ella a más de 50 kilómetros del punto de origen. La magnitud del suceso permite entender su enorme poder destructivo, que afortunadamente no cobró víctimas humanas al no haber población cercana.
El misterio de la señal sísmica
Onda estacionaria o seiche
El análisis del evento reveló la presencia de una onda estacionaria, conocida como seiche, que osciló dentro del fiordo Dickson durante más de una semana. Este tipo de onda, rara vez documentada con tanta persistencia, permitió a los científicos profundizar en la comprensión de los procesos geofísicos asociados al tsunami. El seiche resultante del megatsunami en Groenlandia demostró la complejidad de los fenómenos ocurridos en zonas polares.
Vibraciones detectadas globalmente
Las vibraciones generadas se registraron a escala mundial, desde el Ártico hasta la Antártida. Esta capacidad de propagación se debió a la enorme energía liberada, viajando a través de la corteza terrestre. Estos datos, capturados por numerosas estaciones sísmicas, brindan una oportunidad única para investigar el impacto global de eventos aislados.
Patrones de oscilaciones cada 92 segundos
Uno de los aspectos más intrigantes fue el patrón de oscilaciones rítmicas cada 92 segundos, comportamiento poco común en fenómenos típicos. La regularidad del patrón facilitó a los expertos identificar el seiche como origen de las inusuales vibraciones, confirmando que no se trataba de un terremoto común, sino de un evento geofísico singular vinculado al megatsunami en Groenlandia.
El impacto del cambio climático en los eventos polares
Incremento de deslizamientos y tsunamis
El cambio climático favorece el aumento de deslizamientos de tierra y tsunamis en regiones polares. El derretimiento glaciar debilita la estabilidad de las montañas, abriendo paso a colapsos masivos que provocan megatsunamis, generando efectos más allá del lugar de origen. Estos episodios ofrecen un ejemplo claro de cómo el calentamiento global influye en la geología y dinámica terrestre.

Relación con el deshielo glaciar
El deshielo glaciar es el principal desencadenante de estos sucesos extremos. A medida que la temperatura aumenta, la masa glaciar disminuye, reduciendo la cohesión del terreno. Este fenómeno no solo revela la fragilidad de las zonas polares, sino que subraya la urgencia de mitigar el cambio climático, evitando mayores consecuencias para el planeta Tierra.
Dos españoles en la investigación
Contribución de investigadores internacionales
Cerca de 70 científicos de varios países participaron en el estudio, incluyendo dos españoles, Enrique D. Fernández-Nieto y Manuel J. Castro-Díaz. Su experiencia en modelización matemática y simulaciones numéricas resultó clave para comprender la dinámica del megatsunami en Groenlandia, aportando rigor y perspectiva al análisis de tan extraordinario suceso.
Utilización de simulaciones numéricas y datos satelitales
La combinación de simulaciones numéricas e imágenes satelitales permitió reconstruir fielmente el evento. Estos recursos tecnológicos facilitaron el estudio detallado del deslizamiento, las ondas generadas y su propagación global. Así, la integración de métodos analíticos y observaciones espaciales se ha convertido en una herramienta indispensable en la investigación de fenómenos polares.

Consecuencias del megatsunami
Daños a la estación militar abandonada
Si bien no hubo víctimas humanas, el megatsunami destruyó una estación militar abandonada en la región. Este suceso recuerda la fuerza incontrolable de la naturaleza y la necesidad de evaluar la resiliencia de las infraestructuras en zonas remotas, considerando la creciente incidencia de eventos extremos impulsados por el cambio climático.
Importancia de la vigilancia en regiones polares
El megatsunami en Groenlandia pone de relieve la urgencia de reforzar la vigilancia en regiones polares. La implementación de sistemas de alerta temprana, el monitoreo constante de glaciares y fiordos y la cooperación internacional son esenciales para anticipar y mitigar los riesgos. Este caso nos recuerda que los efectos del cambio climático trascienden fronteras, afectando la tierra entera y exigiendo una respuesta global coordinada.
Referencias:
- Higman, B., et al. (2018). The 2015 landslide and tsunami in Taan Fiord, Alaska. Scientific Reports, 8, 12993.
- Walder, J. S., et al. (2003). Tsunamis generated by subaerial mass flows. Journal of Geophysical Research: Oceans, 108(C10).
- Holland, D. M., et al. (2008). Acceleration of Jakobshavn Isbræ triggered by warm subsurface ocean waters. Nature Geoscience, 1(10), 659-664.
- Robel, A. A., et al. (2019). Deep uncertainty in climate projections. Science, 364(6434).