La neurociencia moderna ha comenzado a reescribir muchas de nuestras ideas sobre el cerebro humano. Y uno de los libros que mejor captura esta revolución es La neurociencia de tu cerebro, de la investigadora Chantel Prat, recientemente publicado por la editorial Pinolia. En él se nos recuerda una verdad esencial: no existen dos cerebros iguales. Cada uno de nosotros procesa, interpreta y responde al mundo de manera única, moldeado por diferencias biológicas profundas y fascinantes. Esta comprensión de la diversidad cerebral no solo invita a una mirada más empática hacia los demás, sino que también establece el marco perfecto para entender por qué investigaciones recientes demuestran que, incluso en edades avanzadas, el cerebro puede seguir creciendo, adaptándose y, sorprendentemente, rejuveneciendo.
En esta línea, una investigación liderada por la psicóloga Rachel Wu y publicada en The Journals of Gerontology sacudió los cimientos de la neurociencia del envejecimiento. Utilizando como principal inspiración la experiencia natural de aprendizaje infantil, el estudio ha mostrado que aprender múltiples habilidades reales al mismo tiempo puede mejorar las capacidades cognitivas de los adultos mayores de manera sustancial y sostenida en el tiempo.
El experimento que desafió las ideas sobre el envejecimiento cerebral
La investigación, que fue recogida en una nota de prensa de la Universidad de California Riverside, consistió en algo tan sencillo y tan audaz como pedir a personas de entre 58 y 86 años que aprendieran tres a cinco habilidades nuevas simultáneamente durante tres meses.
Las habilidades seleccionadas —que iban desde el aprendizaje del español y la composición musical hasta la fotografía, el dibujo o el manejo de tabletas electrónicas— no fueron elegidas al azar. Todas requerían concentración, memoria, atención sostenida y adaptabilidad, competencias que tienden a deteriorarse con la edad.
A diferencia de otros estudios anteriores, en los que se aprendía una sola habilidad de manera secuencial, aquí se replicaba la experiencia de un estudiante universitario: varias clases diferentes a la semana, deberes, evaluaciones de progreso y un ambiente de aprendizaje activo y desafiante. El objetivo era comprobar si el cerebro adulto, enfrentado a esta intensa estimulación, podía no solo detener su declive, sino alcanzar niveles de funcionamiento similares a los de adultos mucho más jóvenes.
Los resultados fueron sorprendentes.

Una mejora cognitiva equiparable a rebobinar 30 años
Tras solo seis semanas de intervención, los participantes mostraron mejoras notables en funciones como la memoria de trabajo, la memoria episódica y el control cognitivo. De hecho, sus resultados en los test neuropsicológicos se acercaron a los de adultos de mediana edad, recortando una diferencia de hasta 30 años en apenas mes y medio.
Pero aún más impactante fue el seguimiento realizado meses después: lejos de estancarse o retroceder, las habilidades cognitivas de los participantes continuaron mejorando hasta un año después de terminado el programa. Este hallazgo es especialmente relevante, dado que la mayoría de las intervenciones cognitivas en mayores tienden a perder sus efectos en cuestión de meses.
El secreto del éxito parece residir en un enfoque basado en el "aprendizaje variado" y en la creación de un entorno positivo que fomentaba el esfuerzo, toleraba el error y alentaba la persistencia. Esta combinación permitió que el cerebro maduro activara mecanismos de plasticidad que, hasta ahora, se pensaban casi exclusivos de la infancia.
¿Por qué funciona aprender varias habilidades a la vez?
Aprender múltiples habilidades simultáneamente no solo desafía al cerebro en más de un frente, sino que potencia su capacidad para identificar patrones, transferir aprendizajes de un contexto a otro y fortalecer redes neuronales diversas.
Según explican los investigadores, esta forma de aprendizaje obliga al cerebro a adaptarse rápidamente a diferentes demandas, a cambiar de estrategia cuando es necesario y a retener información variada a corto y largo plazo. Este tipo de flexibilidad cognitiva es precisamente uno de los primeros aspectos que suelen deteriorarse con el envejecimiento.
Además, el proceso no solo implica actividad intelectual. También involucra factores emocionales y sociales, como el disfrute del descubrimiento, la superación de la frustración y el sentido de pertenencia a un grupo de aprendizaje. Estos componentes parecen ser clave para potenciar aún más los beneficios cerebrales.
Rompiendo mitos: el aprendizaje como derecho y oportunidad vitalicia
Uno de los mensajes más poderosos que emerge de este estudio es que la capacidad de aprender no desaparece con la edad, sino que depende en gran medida del entorno y de las oportunidades disponibles.
Como destacan Wu y sus colaboradores, el declive cognitivo que solemos asociar inevitablemente a la vejez puede ser, en parte, el resultado de la falta de experiencias de aprendizaje desafiantes en la adultez tardía. Tras décadas fuera del sistema educativo formal, muchos adultos simplemente dejan de enfrentarse a retos que estimulen su crecimiento intelectual.
Esta perspectiva nos invita a replantear el envejecimiento no como una etapa de pérdida, sino como una etapa de potencial de crecimiento. Crear espacios donde los mayores puedan seguir aprendiendo de forma activa y significativa debería convertirse en una prioridad social y educativa.

La neurociencia de tu cerebro: una celebración de la diversidad mental
En este contexto, resulta imprescindible volver a La neurociencia de tu cerebro, el fascinante libro de Chantel Prat. Con un estilo accesible, lleno de humor y ejemplos cercanos, Prat nos lleva de la mano a descubrir que cada cerebro es un universo.
Desde la facilidad para aprender idiomas hasta la forma en que organizamos el espacio o gestionamos las emociones, cada diferencia neuroanatómica es una pieza única de nuestro puzle personal. Lejos de buscar homogeneizar o categorizar a las personas, el libro celebra la diversidad cerebral como un recurso esencial para la innovación, la convivencia y la riqueza humana.
Con investigaciones de vanguardia, pruebas interactivas y una narrativa que engancha desde la primera página, Prat nos invita a conocernos mejor y a entender a los demás desde la empatía y el respeto a la diferencia. Una obra imprescindible para quienes creen que la ciencia no solo explica el mundo, sino que también puede cambiarlo.
Y si quieres saber más, no te pierdas en exclusiva un extracto del primer capítulo de este libro.

Referencias
- Shirley Leanos, Esra Kürüm, Carla M Strickland-Hughes, Annie S Ditta, Gianhu Nguyen, Miranda Felix, Hara Yum, George W Rebok, Rachel Wu, The Impact of Learning Multiple Real-World Skills on Cognitive Abilities and Functional Independence in Healthy Older Adults, The Journals of Gerontology: Series B, Volume 78, Issue 8, August 2023, Pages 1305–1317, DOI: 10.1093/geronb/gbad053