A veces, la casualidad se pone de parte de la historia. Un tranquilo paseo por la playa o una labor agrícola rutinaria pueden ser los desencadenantes de un descubrimiento capaz de cambiar el curso del saber. Esto es lo que ha sucedido en Solimões, en medio de la Amazonia. En un hallazgo arqueológico que redefine nuestra comprensión de los rituales mortuorios de las sociedades indígenas precolombinas, un equipo de investigadores ha identificado siete urnas funerarias gigantes en una zona remota de la Amazonia brasileña. La singularidad de estas piezas, tanto por su tamaño como por su localización, abre nuevos interrogantes sobre las costumbres funerarias y la riqueza cultural de las poblaciones que habitaron la región antes de que se produjera contacto europeo.
Un hallazgo fortuito en el corazón de la Amazonia
El descubrimiento se produjo tras la caída de un árbol paricarana de más de quince metros de altura en una zona de difícil acceso del medio Solimões. Al desplomarse, el árbol removió un gran volumen de tierra, lo que dejó al descubierto fragmentos de cerámica de dimensiones poco comunes. Fue un pescador local quien, al notar la presencia de estas estructuras, alertó a las autoridades.
Así, un equipo arqueológico, encabezado por la investigadora Geórgea Layla Holanda del Instituto Mamirauá para el Desarrollo Sustentable, pudo intervenir en el yacimiento. Las tareas de excavación sistemática han sacado a la luz varias urnas de gran magnitud que destacan, además, por la singularidad del entorno en que fueron dispuestas.

Urnas monumentales y técnicas artesanales avanzadas
Las urnas excavadas varían en tamaño: una de las más imponentes presenta un diámetro de 89 centímetros. Están elaboradas con una arcilla de tonalidad verdosa, característica del terreno local. En su superficie, se han identificado capas de barro añadidas manualmente, así como bandas decorativas pintadas en rojo.
Aunque algunas presentan formas conocidas en la región, el estilo general de estas piezas no corresponde con exactitud a ningún conjunto tipológico previamente documentado. Este carácter inusual sugiere, a decir de los arqueólogos, que nos encontramos ante una variante cultural desconocida hasta ahora o muy poco representada en los registros arqueológicos.

Restos humanos, semillas y animales: pistas de un ritual complejo
El análisis preliminar del contenido de las urnas reveló algunos datos notables. Dos de ellas contenían restos humanos, lo que confirma su uso como recipientes funerarios. Las cinco restantes albergaban semillas y restos de animales, como peces, tortugas y ranas. Esta combinación indica que las urnas no solo sirvieron como recipientes de inhumación: los investigadores plantean que estos elementos pudieron cumplir una función simbólica en ritos relacionados con el tránsito al más allá. Las semillas podrían estar vinculadas con ideas de regeneración y renacimiento, mientras que los animales acuáticos, muy presentes en el ecosistema local, quizá representaban vínculos con el mundo espiritual o respondían a ofrendas propias de estas culturas.
Una arquitectura ritual en la selva
Uno de los aspectos más llamativos del hallazgo se encuentra en el entorno físico en el que se localizaron las urnas. Los recipientes se encontraban dispuestos sobre lo que parece ser una isla artificial o, al menos, un espacio elevado construido de manera intencional, quizás con fines rituales o habitacionales.
Este tipo de ingeniería del paisaje no es ajeno a otras culturas amazónicas, que levantaron montículos, caminos elevados y plataformas ceremoniales en zonas proclives a sufrir inundaciones. Sin embargo, la asociación directa entre este tipo de estructuras y las urnas de estas características no se había documentado con anterioridad en esta región concreta del medio Solimões.

Un pasado precolombino aún por fechar
Aún no se ha determinado con precisión la antigüedad de las urnas, aunque los investigadores coinciden en que se fabricaron y utilizaron en época precolombina. Para concretar la datación de los artefactos, se prevé realizar un análisis por radiocarbono sobre los restos orgánicos recuperados en su interior.
Lo que sí resulta evidente es que las piezas reflejan un grado considerable de habilidad y una intencionalidad simbólica. Algunas urnas descubiertas en excavaciones anteriores en la misma región presentaban tapas antropomorfas, modeladas en forma de cabeza y extremidades, lo que, a pesar de sus diferencias formales, podría indicar una filiación cultural con las urnas halladas ahora.

Más que urnas: objetos cargados de simbolismo
La forma y el contenido de las nuevas piezas sugieren que estaban integradas en un complejo sistema de creencias y prácticas rituales. Su disposición en un espacio elevado, su tamaño desproporcionado en comparación con otras urnas amazónicas y la diversidad de elementos orgánicos que contienen refuerzan la hipótesis de que estas comunidades desarrollaron formas sofisticadas de interacción con el mundo de los muertos. La posibilidad de que algunas de las urnas estuvieran selladas, en origen, con materiales perecederos, hoy desaparecidos, como madera o tejidos vegetales, añade otro nivel de complejidad a la interpretación.
La investigadora Geórgea Layla Holanda ha destacado que este es un hallazgo sin precedentes, no solo por las características singulares de las urnas, sino también por el contexto en el que fueron descubiertas. Hasta la fecha, no se habían localizado recipientes funerarios de tales dimensiones ni con una disposición tan elaborada en esta zona. Aunque, en excavaciones anteriores, ya se habían encontrado urnas ceremoniales en la Amazonia, estas se diferenciaban claramente por su tamaño más reducido, su decoración estilizada y su presencia en contextos más accesibles o expuestos.

Un nuevo paradigma para la arqueología amazónica
El hallazgo invita a replantear muchas de las suposiciones previas en referencia a la densidad poblacional y el nivel de complejidad social de las culturas amazónicas precolombinas. Durante mucho tiempo, se consideró que estas comunidades eran de pequeño tamaño, centradas en una economía de subsistencia y con escasa organización jerárquica.
Sin embargo, evidencias como la construcción de islas artificiales, la elaboración de urnas de gran tamaño y el uso ritualizado del entorno natural muestran que la región albergó sociedades profundamente estructuradas. Según los investigadores, estos grupos humanos fueron capaces de transformar el paisaje y de expresar, mediante el arte cerámico, una visión simbólica del mundo.
En este momento, el equipo de investigación se prepara para realizar nuevos análisis cerámicos que permitan comparar estas urnas con otras conocidas y evaluar su lugar dentro del amplio mosaico de estilos amazónicos. Además, se prevé llevar a cabo estudios paleoambientales que ayuden a entender mejor la relación entre los ritos funerarios, las prácticas agrícolas y los ciclos naturales del entorno fluvial.
La selva como archivo de memoria ancestral
Con este descubrimiento, se abre un nuevo capítulo en la arqueología amazónica. Las siete urnas gigantes reveladas por el derrumbe de un árbol plantean nuevas preguntas sobre la forma en que los antiguos habitantes del Amazonas concebían la vida, la muerte y su relación con la naturaleza. Estas urnas se suman al creciente conjunto de evidencias que desmontan la antigua idea de una Amazonia marginal desde el punto de vista cultural, y reafirman su lugar como uno de los grandes centros de creatividad humana del continente americano.
Referencias
- 2025. "Urnas funerárias descobertas no Amazonas revelam práticas indígenas ancestrais". Ministério da Ciência, Tecnologia e Inovação. URL: https://www.gov.br/mcti/pt-br/acompanhe-o-mcti/noticias/2025/06/urnas-funerarias-descobertas-no-amazonas-revelam-praticas-indigenas-ancestrais
- Felizola, Lobato. 2025. "Indigenous funeral urns discovered on human-made islands in Amazon rainforest". Live Science. URL: https://www.livescience.com/archaeology/indigenous-funeral-urns-discovered-on-human-made-islands-in-amazon-rainforest