La horca fue una de las formas más conocidas y duraderas usadas para aplicar la pena capital en la Europa del medievo. Con todo, las evidencias documentales sobre su aplicación en los reinos del noroeste peninsular durante los siglos XI y XII son escasas. Un reciente estudio de Abel de Lorenzo Rodríguez aporta un hallazgo decisivo: los tres primeros casos documentados de ejecuciones en la horca que se llevaron a cabo en Galicia y León.
La investigación, que se ha publicado en 2025 en el Journal of Medieval Iberian Studies, aplica un enfoque microhistórico. A través del análisis de testamentos, declaraciones prestadas por testigos y pleitos de compraventa, el autor reconstruye tres episodios que permiten observar de cerca cómo se aplicaba la pena de muerte y cuáles eran sus repercusiones sociales y jurídicas. El trabajo, además de iluminar un vacío en la historiografía de la pena capital en la península ibérica, también ofrece un retrato vivo de los mecanismos de coerción y autoridad utilizados en las sociedades medievales del noroeste.

La memoria de un ajusticiamiento en León
El primer caso reconstruido por Abel de Lorenzo proviene de un testimonio judicial en el entorno de la ciudad de León a finales del siglo XII. En un proceso, dos testigos declararon haber visto, siendo aún niños, la ejecución de un reo en la horca. La referencia, aunque indirecta, es de enorme relevancia, pues constituye una de las menciones más tempranas del uso de este castigo en la región.
La fuerza del recuerdo de los testigos revela hasta qué punto estas ejecuciones se convertían en espectáculos públicos cargados de simbolismo. El ajusticiamiento, además de castigar al individuo por sus crímenes, servía, igualmente, de lección colectiva y advertencia para el futuro. Como demuestra este ejemplo, el acto acababa por instalarse en la memoria de la comunidad.

El caso de Petrus en Santiago de Compostela
El segundo episodio, documentado en Santiago de Compostela, ofrece más detalles sobre este tipo de pena capital. La fuente menciona a un hombre identificado como Petrus, quien redactó su testamento momentos antes de ser ejecutado en la horca. Gracias a este gesto inusual, los historiadores han podido conocer aspectos tanto personales como patrimoniales del condenado.
Así, en su disposición testamentaria, Petrus dejó constancia de su situación familiar. En el momento de su condena, tenía una compañera embarazada, por lo que decidió repartir sus bienes, destinando una parte a sus descendientes futuros y otra al monasterio de Toxos Outos. La implicación de la institución monástica en el proceso no era baladí, ya que los bienes de los ajusticiados constituían una fuente de recursos económicos para el clero.
El conflicto con Iohannes Nuniz y los monjes de Sobrado
El tercer caso estudiado se enmarca en el ámbito del monasterio cisterciense de Sobrado, a inicios del siglo XIII. En este contexto, los monjes documentaron con orgullo haber ganado un pleito contra un hombre llamado Iohannes Nuniz y su familia. La disputa, de carácter patrimonial, se prolongó hasta el punto de que los religiosos recurrieron a la amenaza de la horca como un instrumento para presionar judicialmente a Nuniz y los suyos.
El detalle resulta revelador. Según la investigación, ilustra el hecho de que la horca se había convertido en símbolo de la capacidad represiva del poder real, incluso cuando la ejecución no llegaba a materializarse. Los monjes se valieron de la figura del oficial del rey, que disponía de la facultad de imponer la pena capital, para reforzar su posición frente a Nuniz. La amenaza era, en sí misma, un mecanismo de coerción eficaz.
La horca, por tanto, funcionaba no solo como castigo extremo, sino también como un símbolo del poder estatal y eclesiástico. Intimidar a los opositores con el cadalso permitía dirimir conflictos patrimoniales y someter a los opositores.

Contexto social y jurídico de la horca en el noroeste peninsular
Los tres casos analizados muestran que la horca en Galicia y León durante los siglos XI y XII se convirtió en un instrumento judicial de creciente relevancia. Aunque las referencias son escasas, su aparición en documentos notariales, testamentos y pleitos evidencia que la ejecución capital formaba parte del repertorio de penas reconocidas y aceptadas.
Estos episodios, además, demuestran las dimensiones sociales de la pena capital. La horca se entendía como un instrumento para hacer valer la ley, pero también era una fuerza capaz de movilizar a testigos, parientes, instituciones religiosas y agentes del poder real, cada uno con sus particulares objetivos y aspiraciones.
Por último, el estudio revela la utilidad del enfoque microhistórico. Al observar de cerca estos tres casos, se ha logrado desentrañar las dinámicas de autoridad, conflicto y memoria que los grandes relatos legales no siempre recogen. Así, la microhistoria permite rescatar las voces de los testigos, de los condenados y de las instituciones implicadas en la muerte legalizada, ofreciendo una visión más humana y concreta de la justicia medieval.

Una mirada renovada a la pena capital en la Edad Media
El valor de este hallazgo radica en que, hasta ahora, los estudios sobre la pena de muerte en la Península para la Alta y Plena Edad Media habían privilegiado el análisis de los discursos normativos. Se habían examinado, sobre todo, las leyes, los fueros y las disposiciones jurídicas. Faltaban, sin embargo, ejemplos concretos que ilustrasen cómo se aplicaban en la práctica.
Con estos tres casos, la investigación demuestra que la horca se convirtió en una realidad tangible, anclada en el recuerdo de las comunidades medievales del noroeste ibérico. La horca aparece así como un instrumento de castigo, de amenaza y de memoria colectiva, al mismo tiempo que como un símbolo del poder real y eclesiástico. El testimonio de los vecinos de León, el testamento de Petrus en Compostela y la amenaza contra Iohannes Nuniz en Sobrado muestran que, más allá de los textos legales, la justicia medieval se encarnaba en experiencias concretas que afectaban a comunidades enteras.
Referencias
- de Lorenzo Rodríguez, Abel. 2025. "Uolunt me suspendere: the first three executions by hanging in eleventh-and twelfth-century Iberia." Journal of Medieval Iberian Studies, 17.2: 1-23. DOI: https://doi.org/10.1080/17546559.2025.2461193