Una pesadilla es un momento desagradable y angustiante para la persona que lo experimenta ya que lo suele vivir de forma intensa, con miedo, ansiedad o malestar. Además, este tipo de sueños suele ir acompañado de imágenes vívidas y situaciones perturbadoras que parecen reales.
Entonces, si observamos que alguien está viviendo ese momento, nuestra primera idea o intención podría ser evitar que siga sufriendo. ¿Pero realmente deberíamos despertar a alguien de una pesadilla?

Según los expertos, aunque pueda ser tentador querer ayudar a la persona a salir de esa situación angustiante, no es necesario ni recomendable despertarle de manera brusca. En primer lugar, por terribles que sean las visiones que se le pasen por la cabeza, si despertamos a alguien de una pesadilla, será más probable que recuerde el mal sueño.
“Las pesadillas son una parte normal del sueño. Casi siempre ocurren durante la fase REM, caracterizada por una actividad cerebral muy similar a la de un cerebro despierto”, explica Deirdre Barrett, investigadora de sueños en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.
Y aunque las pesadillas pueden variar en contenido y gravedad, según los científicos, suelen involucrar situaciones que generan temor, angustia o estrés emocional. El contenido suele ser intenso: desde peligros, persecuciones, monstruos o caídas hasta eventos traumáticos.

Ahora bien, la mayoría de las veces, alguien que tiene una pesadilla no se distingue de otro que duerme plácidamente. No obstante, “durante una pesadilla, la frecuencia cardiaca aumenta una media de siete latidos por minuto”, afirma Michael Schredl, investigador de los sueños en el Instituto Central de Salud Mental de Alemania.
Además, la persona que duerme suele permanecer inmóvil en la cama, puesto que durante la fase REM, los músculos se paralizan, lo cual explica que no podamos “recrear” esos sueños con nuestro cuerpo de la misma forma que lo haríamos en vigilia.
Terrores nocturnos
Aún así, según los expertos, si alguien parece físicamente angustiado mientras duerme, es más probable que esté sufriendo un terror nocturno que una pesadilla; y estos son experiencias neurológicas diferentes. En palabras de Schredl: “si alguien se mueve, habla dormido o es sonámbulo y parece angustiado, lo más probable es que se trate de un terror nocturno, que ocurre en otras fases del sueño”.
Los terrores nocturnos son especialmente comunes entre los niños, como sostiene Leslie Ellis, especialista clínica en la Columbia Británica que trata a pacientes con pesadillas. “No hay que despertarlos porque estarán desorientados”, señaló Ellis en declaraciones a Scientific American. “No tendrán ningún recuerdo del episodio si no les despiertas”, aclaró.

Experiencias estresantes
Asimismo, las pesadillas pueden basarse a menudo en experiencias estresantes que vive la gente durante sus horas de vigilia. Por ejemplo, según varios estudios sobre este asunto, las personas declararon tener más pesadillas durante los primeros días de la pandemia de COVID.
Aunque también surgieron otras inquietudes, según una investigación publicada en la revista Somnologie en 2022, entre ellas las relacionadas con la enfermedad, el confinamiento o incluso los bichos –este último tema quizás surgió como símbolo de infección o contaminación-.
Lo más recomendable, según estos científicos, es ofrecer apoyo de manera tranquila y reconfortante cuando la persona despierte naturalmente. Y es que, la transición del sueño a la vigilia puede ser más suave si se permite que la persona despierte por sí misma.

Pesadillas frecuentes
Sin embargo, pese a que un sueño terrorífico puntual no sea nada por lo que preocuparse, las pesadillas frecuentes sí que podrían estar asociadas con un trastorno psicológico mayor. La buena noticia, según los investigadores, es que estas pesadillas son tratables.
Si las pesadillas son recurrentes y están afectando la calidad del sueño o la salud emocional de alguien, los expertos aconsejan consultar con un profesional de la salud mental para abordar cualquier problema subyacente.
“Pueden revivir sus experiencias traumáticas, a veces con el añadido de otros temores”, agrega. Las personas que tienen problemas con las pesadillas, indica Barrett, a menudo han sufrido traumas, por lo que se aconseja que busquen ayuda profesional.
Las pesadillas relacionadas con algún trauma pueden ocurrir fuera de la fase REM del sueño, según el investigador, lo que sugiere que suelen ser más bien flashbacks que sueños normales. “Despertar a alguien de estas pesadillas no es una solución a largo plazo, sino que las personas que las tienen pueden ser entrenadas para tomar el control de sus sueños”.

Y según los expertos, hay distintas formas ayudar a la persona. De hecho, algunos psicólogos y especialistas se limitan por ejemplo a hablar con la persona sobre posibles finales alternativos para su pesadilla. “Puede ser cualquier cosa, desde un rescate mágico hasta que la persona se salve a sí misma”, sostiene.
En este contexto, en un metaanálisis de estudios realizado en 2020, los investigadores descubrieron la eficacia para acabar con las pesadillas postraumáticas de un tratamiento denominado ‘terapia de ensayo de imágenes’. Además, sugirieron que este método también puede funcionar para pesadillas o malos sueños que se repiten, a veces durante años.
“He trabajado con personas que tuvieron la misma pesadilla durante décadas, pero ahora el sueño es diferente, o a veces no vuelve”, apuntaba Ellis. No obstante, “si las pesadillas son especialmente persistentes o angustiosas, o si son el resultado de un trauma, lo mejor es buscar ayuda profesional”, concluye.
Referencias:
- Barrett, D. 'Speaking of Psychology: The science of dreaming'. American Psychological Association
- Barrett, D. 'Trauma and dreams'. Harvard University Press (2001)
- Schredl, M. 'Nightmare frequency and nightmare topics in a representative German sample'. Eur Arch Psychiatry Clin Neurosci (2010)
- Schredl, M. 'Longitudinal study of nightmares in children: stability and effect of emotional symptoms'. Child Psychiatry Human Development. (2009)
- Dumser, B., Werner, G. G., Ehring, T., & Takano, K. (2022). Symptom dynamics among nightmare sufferers: An intensive longitudinal study. Journal of Sleep Research, e13776.
- Sheaves, B., Rek, S., & Freeman, D. (2022). Nightmares and psychiatric symptoms: A systematic review of longitudinal, experimental, and clinical trial studies. Clinical Psychology Review, 102241.