Un equipo internacional de científicos ha rastreado el viaje de un mamut lanudo (Mammuthus primigenius) de 14.000 años de antigüedad, llamado Élmayųujey’eh, vinculando sus movimientos directamente con los asentamientos humanos más antiguos de Alaska en un estudio dirigido por Audrey Rowe, estudiante de doctorado de la Universidad de Alaska Fairbanks (UAF).
Los mamuts medían hasta 4 metros de altura y pesaban hasta 6 toneladas, siendo los machos generalmente más grandes que las hembras. Su característica más distintiva, una gruesa capa de pelo, los protegía del frío intenso del ambiente de la edad de hielo.

Conectando movimientos
¿Cómo averiguar cómo llegó un colmillo de mamut a un campamento en Swan Point, Alaska? Afortunadamente, los rastros de su viaje han quedado grabados en la química de sus huesos. Así, los científicos utilizaron análisis de isótopos para profundizar en la vida de esta mamut lanuda, conocida cariñosamente como Elma, que podría ayudarnos a comprender mejor cómo vivieron y murieron otros de su especie.
Utilizando novedosos perfiles isotópicos de alta resolución (una especie de “paleo-GPS”), pudieron conectar los puntos entre los viajes de un mamut lanudo y los primeros asentamientos humanos conocidos en las remotas extensiones del este de Beringia (la tierra y el mar), entre el río Lena en Rusia y el río Mackenzie en Canadá). El estudio de estos isótopos -el lenguaje de los átomos-, reveló un registro cronológico de su vida, capturando la esencia de la existencia de un mamut lanudo en tiempos prehistóricos.
A través de un análisis detallado de los restos del mamut y las conexiones genéticas, los investigadores pudieron reconstruir la historia de vida y los movimientos de esta especie icónica. La proporción de diferentes versiones de elementos químicos, o isótopos, en estas capas contenía información valiosa sobre la dieta y la ubicación del mamut, lo que permitió al equipo volver sobre sus pasos.

"Era una adulta joven en la flor de la vida. Sus isótopos mostraron que no estaba desnutrida y que murió en la misma temporada que el campamento de caza estacional en Swan Point donde se encontró su colmillo", dijo Matthew Wooller, paleoecólogo de la Universidad de Alaska en Fairbanks y coautor del trabajo que recoge la revista Science Advances.
¿Cuál es la historia de Elma?
El viaje de esta hembra de mamut lanudo comenzó en su lugar de nacimiento en la actual Canadá hasta el este central de Alaska, donde encontró su fin hace unos 14.000 años a manos de cazadores-recolectores. Estuvo en la provincia canadiense del Yukón durante la primera década de su vida. Luego partió a través del paisaje helado, cubriendo aproximadamente 1.000 kilómetros en menos de tres años. Pasó los últimos tres años de su vida en el interior de Alaska y murió a finales del verano o principios del otoño, coincidiendo con la ocupación estacional del sitio de Swan Point.

"Esa es una enorme cantidad de movimiento para un solo mamut", aclaró Hendrik Poinar, profesor de antropología en la Universidad McMaster en Canadá y director del Centro de ADN Antiguo McMaster, en un vídeo publicado por la universidad.
En Alaska, los mamuts lanudos se superpusieron con poblaciones humanas durante al menos un milenio. LÉlmayųujey’eh fue encontrada junto con restos de mamuts contemporáneos pertenecientes a otros individuos y los investigadores creen que este lugar era un taller estacional para los humanos de la Edad del Hielo en el área. Acompañando a estos restos había signos de actividad humana, incluidas fogatas, herramientas de piedra y restos de caza sacrificada.

"Vagaba por la región más densa de sitios arqueológicos de Alaska. Parece que estos primeros pueblos estaban estableciendo campamentos de caza en áreas frecuentadas por mamuts", apuntan los autores. Esto indica una relación simbiótica entre los mamuts y los cazadores-recolectores humanos, y los humanos probablemente dependieran de estas áreas pobladas por mamuts para su sustento.
No es la primera vez que se utiliza esta técnica de geolocalización para rastrear la movilidad de un mamut. El equipo lo creó para un estudio de un hombre de 17.000 años llamado Kik, que vivió en un período más frío cuando los humanos aún no habían llegado, a diferencia de Elma. Kik y Elma mostraron comportamientos de movilidad muy diferentes.
Esta investigación marca un paso importante en la comprensión de las interacciones dinámicas entre los primeros humanos y los mamuts lanudos en Alaska.

Referencias:
- Audrey Rowe et al, A female woolly mammoth's lifetime movements end in an ancient Alaskan hunter-gatherer camp, Science Advances (2024). DOI: 10.1126/sciadv.adk0818. www.science.org/doi/10.1126/sciadv.adk0818
- Lynch, V., Bedoya-Reina, O., Ratan, A., Sulak, M., Drautz-Moses, D., Perry, G., Miller, W., & Schuster, S. (2015). Elephantid Genomes Reveal the Molecular Bases of Woolly Mammoth Adaptations to the Arctic.. Cell reports, 12 2, 217-28 . https://doi.org/10.1016/j.celrep.2015.06.027.
- Yates, J., Drucker, D., Reiter, E., Heumos, S., Welker, F., Münzel, S., Wojtal, P., Lázničková-Galetová, M., Conard, N., Herbig, A., Bocherens, H., & Krause, J. (2017). Central European Woolly Mammoth Population Dynamics: Insights from Late Pleistocene Mitochondrial Genomes. Scientific Reports, 7. https://doi.org/10.1038/s41598-017-17723-1.