Hallado un cangrejo fósil gigante de 8 millones de años

Y ha superado un récord: es la pinza fósil más grande jamás encontrada.
Hallan los fósiles de un cangrejo gigante de 8 millones de años

El enorme tamaño de la pinza fósil del cangrejo que se ha descubierto en Nueva Zelanda, hace que los científicos piensen que este espécimen podría ser el precursor del actual cangrejo gigante del sur que es capaz de alcanzar más de 12 kilogramos de peso.

El hallazgo de un cangrejo gigante de 8 millones de años

El descubrimiento de este cangrejo fósil gigante trae consigo toda una revolución biológica, al tratarse de una nueva especia nunca vista.

Pseudocarcinus karlraubenheimeri: una nueva especie identificada

Este extraordinario crustáceo cuenta con la garra de cangrejo fosilizada más grande jamás encontrada. La especie recién descubierta ha sido denominada Cangrejo Gigante del Sur (Pseudocarcinus karlraubenheimeri) -una nueva especie- y sus restos fueron desenterrados en la playa de Waitoetoe en la Isla Norte de Nueva Zelanda, aproximadamente a 240 kilómetros al sur de Auckland. Su nombre se debe fue puesto en honor a Karl Raubenheimer de New Plymouth, Isla Norte, Nueva Zelanda, quien recolectó y donó el espécimen.

Hallan los fósiles de un cangrejo gigante de 8 millones de años - Midjourney/Sarah Romero

"El 'cangrejo gigante del sur' vivo, Pseudocarcinus gigas, se encuentra entre los cangrejos más grandes que jamás hayan existido", explicó el paleontólogo de la Universidad de Utrecht Barry van Bakel en su estudio publicado en la revista New Zealand Journal of Geology and Geophysics. "En la actualidad, es endémico del margen continental templado frío del sur de Australia, aunque también hay un único registro de un individuo hembra capturado en la Isla Sur de Nueva Zelanda".

Se encontró en sedimentos que datan de hace aproximadamente 8,8 millones de años durante el período Mioceno superior (hace 23 a 5,3 millones de años). Los especímenes, bastante bien conservados, fueron encontrados enterrados en una capa depositada por una antigua erupción volcánica del Centro Volcánico Mohakatino en alta mar. Los restos habrían estado a unos 200 y 600 metros de profundidad en el antiguo mar, exponen los investigadores.

La garra fósil más grande encontrada: un impresionante testimonio

Lo que hace que este descubrimiento sea tan fascinante se debe al tamaño de su quelípedo o pinza del cangrejo, que mide alrededor de 15 centímetros, la más grande jamás descubierta.Según el equipo, los machos de Pseudocarcinus tienen una garra de tamaño normal y otra de gran tamaño. "En los mares modernos, los cangrejos tienen tamaños absolutos de garras mayores en las regiones templadas que en las regiones tropicales, aunque las garras son más pequeñas en relación con el tamaño del cuerpo en los mares templados", apuntan los investigadores.

"Aparentemente, las fuentes de alimento, las condiciones metabólicas y el suministro de carbonato de calcio fueron favorables para estas especies", a tenor del tamaño de estas garras, continúan los expertos. Los autores sugieren que esta adaptación refleja su naturaleza carnívora

El crustáceo extinto cuenta con la garra de cangrejo fosilizada más grande jamás vista. - Barry W.M. van Bakel & Àlex Ossó

El contexto geológico del Mioceno superior y la erupción volcánica

Como sabemos, los fósiles se conservan particularmente bien cuando sedimentos en forma de lodo o ceniza volcánica se precipitan para cubrirlos antes de que el ecosistema en descomposición pueda acabar con los animales muertos, y estos cangrejos no son una excepción. Ahora sabemos que estos animales vivían en las profundidades del océano, siendo la primera vez que se encuentran en la región que ahora es Nueva Zelanda.

“Los especímenes articulados y bien conservados se encontraron enterrados en sedimentos que incluyen material vulcanógeno reelaborado. Los cangrejos habitaban un entorno marino profundo. Esta es la primera evidencia de que Pseudocarcinus habitó la región que hoy es Nueva Zelanda”, mencionan los autores en su trabajo.

El contexto geológico del Mioceno superior también ofrece información valiosa sobre el clima y las condiciones ambientales que prevalecían en la región durante la época en que vivieron estos cangrejos gigantes. Los cambios en el nivel del mar, la temperatura del agua y la composición química del océano habrían influido en la distribución y la diversidad de las especies marinas, incluidos los cangrejos. Este conocimiento es fundamental para comprender cómo las especies actuales han evolucionado y se han adaptado a lo largo del tiempo.

También conocido como cangrejo gigante del sur, reside en fondos rocosos y fangosos frente al sur de Australia. - Midjourney/Sarah Romero

Adaptaciones y características del cangrejo gigante fósil

No sólo es cuestión de tamaño. Este cangrejo fósil gigante recién hallado presenta unas características únicas en su especia. La comunidad científica debate ahora sobre cómo habrían sido sus condiciones de vida y qué le hizo adquirir tal tamaño.

Crustáceos decápodos: explorando su biología y dieta carnívora

Los cangrejos gigantes pertenecen a los crustáceos decápodos, grupo que incluye langostas, camarones y cangrejos más pequeños. A pesar de compartir un linaje común, los cangrejos gigantes han evolucionado hasta ocupar un nicho propio, destacando especies como el cangrejo araña japonés (Macrocheira kaempferi) y el cangrejo de los cocoteros (Birgus latro) por sus impresionantes dimensiones.

Los cangrejos se clasifican como crustáceos decápodos, derivados de las palabras griegas “deca” que significa diez y “pod” que significa pies. Esta categorización se basa en la estructura distintiva de diez patas de los cangrejos. Entre estas 10 extremidades, el primer par está especializado en las pinzas, adaptadas para funciones muy específicas. Los cangrejos utilizan estos quelae para diversos fines, incluida la alimentación, la defensa y la manipulación de objetos en su entorno.

“Pseudocarcinus prosperó en ambos lados del mar de Tasmania hasta que desapareció en aguas de Nueva Zelanda. Los cangrejos Pseudocarcinus se caracterizan por su gigantismo, lo que les proporciona importantes ventajas en competición y defensa”, concluyen los expertos.

Los cangrejos son crustáceos decápodos porque tienen 10 extremidades. - Barry W.M. van bakel

Adaptaciones al entorno marino profundo: un estudio detallado

Los cangrejos gigantes fósiles, como Pseudocarcinus karlraubenheimeri, habitaron entornos marinos profundos, donde las condiciones de vida son muy diferentes a las de las aguas superficiales. La adaptación a estas profundidades requirió cambios en su fisiología y comportamiento, permitiéndoles sobrevivir en un hábitat con baja disponibilidad de luz y temperaturas más frías. Estas adaptaciones son un testimonio de la capacidad de los cangrejos para colonizar una amplia gama de ecosistemas marinos.

Una de las adaptaciones más notables de los cangrejos gigantes al entorno marino profundo es su capacidad para soportar la presión del agua. A medida que aumenta la profundidad, la presión también lo hace, lo que puede ser un desafío para los organismos marinos. Los cangrejos han desarrollado exoesqueletos resistentes que les permiten soportar estas condiciones extremas, protegiendo sus órganos internos y facilitando su movimiento en el fondo marino.

Además, los cangrejos gigantes fósiles habrían desarrollado estrategias para maximizar la eficiencia energética en un entorno donde los recursos alimenticios pueden ser escasos. Esto podría incluir un metabolismo más lento y la capacidad de almacenar energía en forma de grasa. La habilidad para adaptarse a las condiciones del entorno marino profundo ha sido crucial para el éxito evolutivo de los cangrejos, permitiéndoles diversificarse y ocupar nichos ecológicos únicos.

Importancia del descubrimiento para la paleontología de Nueva Zelanda

Nueva Zelanda ha sido el escenario del hallazgo de otros especímenes paleontológicos impresionantes, como el pingüino más grande jamás encontrado (de unos 150 kilos que vivió hace 55 millones de años) o de un delfín que aprisionaba a los peces con sus dientes (y que vivió hace unos 22 millones de años en aguas de Nueva Zelanda).

Referencias a otros hallazgos paleontológicos significativos

El descubrimiento de Pseudocarcinus karlraubenheimeri se suma a una serie de hallazgos paleontológicos significativos en Nueva Zelanda, que han proporcionado una visión valiosa de la vida prehistórica en la región. Entre estos hallazgos se encuentran el pingüino más grande jamás encontrado, que vivió hace 55 millones de años, y un delfín con dientes especializados para atrapar peces, que habitó las aguas de Nueva Zelanda hace unos 22 millones de años.

La presencia de fósiles de cangrejo gigante en Nueva Zelanda también ofrece una oportunidad para estudiar las conexiones biogeográficas entre diferentes regiones del hemisferio sur. La similitud entre Pseudocarcinus karlraubenheimeri y el cangrejo gigante del sur sugiere que existieron rutas de dispersión que permitieron el intercambio de especies entre Australia y Nueva Zelanda. Este tipo de estudios es fundamental para comprender la evolución de los ecosistemas marinos y la distribución de las especies en el pasado.

Además, los fósiles de cangrejo gigante proporcionan información sobre los cambios ambientales y climáticos que han ocurrido en la región a lo largo de millones de años. Estos registros fósiles son una herramienta invaluable para reconstruir la historia geológica y ecológica de Nueva Zelanda, permitiendo a los científicos entender cómo las especies han respondido a eventos como el cambio climático, la actividad volcánica y las variaciones en el nivel del mar.

Los antiguos especímenes de cangrejo extintos fueron recuperados de la playa de Waitoetoe, Isla Norte, en Nueva Zelanda. - DALL-E/Daniel Gómez.

Contribuciones al patrimonio paleontológico de la región

El hallazgo de Pseudocarcinus karlraubenheimeri no solo enriquece el conocimiento científico, sino que también contribuye al patrimonio paleontológico de Nueva Zelanda. Estos fósiles representan una parte importante de la historia natural de la región, ofreciendo una ventana al pasado que puede inspirar a futuras generaciones de científicos y entusiastas de la paleontología. La preservación y el estudio de estos especímenes son esenciales para garantizar que esta riqueza patrimonial se mantenga accesible para el público y la comunidad científica.

La importancia del descubrimiento también radica en su capacidad para fomentar el interés en la paleontología y la geología entre el público general. Los hallazgos de fósiles de cangrejo gigante pueden servir como una herramienta educativa, ayudando a las personas a comprender la historia de la vida en la Tierra y la importancia de la conservación del patrimonio natural. Este tipo de descubrimientos puede inspirar a nuevas generaciones a explorar las ciencias naturales y a valorar la diversidad biológica y geológica de nuestro planeta.

Finalmente, el estudio de Pseudocarcinus karlraubenheimeri y otros fósiles en Nueva Zelanda puede contribuir al desarrollo de políticas de conservación y gestión del patrimonio natural. Comprender la historia evolutiva y geológica de la región es fundamental para tomar decisiones informadas sobre la protección de los ecosistemas actuales y la preservación de los sitios paleontológicos. Estos esfuerzos son esenciales para garantizar que el legado de la vida prehistórica en Nueva Zelanda se conserve para las generaciones futuras.

Referencias: 

  • Barry W. M. van Bakel & Àlex Ossó (2024) A new ‘Southern Giant Crab’ from a miocene continental slope palaeoenvironment at Taranaki, North Island, New Zealand, New Zealand Journal of Geology and Geophysics, DOI: 10.1080/00288306.2024.2314472
  • Militelli, M., Firpo, C., Mauna, A., Rodrigues, K., & Macchi, G. (2020). Reproductive potential of southern king crab (Lithodes santolla) in South Patagonian Sector (south 48°S), a new fishery area. Fisheries Research, 229, 105595. https://doi.org/10.1016/j.fishres.2020.105595.
  • Colombo, J., Vinuesa, J., Marques, B., Isola, T., & Varisco, M. (2020). Growth of juvenile southern king crabs (Lithodes santolla) in San Jorge Gulf, Southwestern Atlantic Ocean. Fisheries Research, 226, 105519. https://doi.org/10.1016/j.fishres.2020.105519.

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