¿Qué hora es en la Luna?

La segunda carrera espacial que estamos viviendo, y el nuevo interés en la Luna de agencias espaciales y empresas privadas, requerirá que construyamos sistemas de comunicaciones y navegación propios para el satélite. Y eso pasará por definir antes qué hora es en la Luna.
Foto Earthrise tomada durante la misión Apollo 8

En los últimos años estamos viviendo una especie de segunda carrera espacial, en la que en vez de países enfrentados por la supremacía global, tenemos a empresas privadas disputándose dominar el mercado aeroespacial. En esta nueva fase de la conquista del espacio, la Luna también jugará un papel importante. Hace tan solo 10 años que China consiguió aterrizar una sonda en la superficie lunar e incluso más recientemente países como India, Israel y Japón han intentado alcanzar la superficie del satélite, en este caso sin éxito. En estas últimas misiones la empresa privada desarrolló gran parte de los componentes utilizados. Además, la NASA en colaboración con las agencias espaciales de Europa, Canadá y Japón, pretende volver a mandar humanos a la Luna en los próximos años y Rusia, China o la India pretenden conseguir un alunizaje tripulado por primera vez en su historia en las próximas 2 décadas.

Es por esto que resulta innegable que una nueva era de exploración lunar está comenzando. Además de los alunizajes, también se pretende construir una estación espacial en órbita alrededor de la Luna y la ESA está desarrollando su módulo Argonaut, para tener la capacidad de alcanzar el satélite de forma independiente. Puesto que podría llegar a haber en el futuro cercano multitud de misiones operando sobre la Luna y en sus alrededores, establecer una red de comunicaciones se convierte en una necesidad. Esta red por supuesto necesitará que definamos exactamente qué hora es en la Luna.

Foto Earthrise tomada durante la misión Apollo 8. Foto: NASA

Cuando los viajes en ferrocarril comenzaron a extenderse a mediados del siglo XIX, surgió la necesidad de estandarizar el tiempo en diferentes regiones para evitar confusiones y garantizar la puntualidad de los trenes. Antes de esto, cada ciudad y localidad solía tener su propia hora local basada en la posición del sol en el cielo.

En 1884 se celebró en Estados Unidos la Conferencia Internacional del Meridiano, en la que se discutió la adopción de un estándar global para medir el tiempo. Durante la conferencia, se decidió establecer el Meridiano de Greenwich, como el punto de referencia para determinar el tiempo estándar. A raíz de esta conferencia, se creó el Sistema de Zonas Horarias, dividiendo el mundo en 24 zonas horarias diferentes. Esto permitía que los relojes en diferentes regiones se ajustaran de manera uniforme, lo que facilitaba la coordinación de horarios para los viajes en ferrocarril y las comunicaciones en general.

La precisión del tiempo local resulta imprescindible para el buen funcionamiento de los sistemas de navegación, como el GPS estadounidense o el Galileo europeo. Establecer un tiempo en la Luna no solo permitirá mejorar la conexión entre diferentes misiones y sus telecomunicaciones, sino también los sistemas de navegación que se construyan alrededor del satélite. Para ello se está desarrollando el marco LunaNet, una serié de estándares, protocolos y requerimientos que permitirán que los diferentes sistemas puedan cooperar en sus misiones a la Luna. Uno de esos estándares deberá ser el tiempo, la hora exacta de la Luna.

Hasta ahora cada misión a la Luna ha funcionado basándose en la hora del país u organización que estuviera gestionándola, utilizando antenas de espacio profundo para garantizar la sincronización y las comunicaciones. Sin embargo esto no será sostenible si crece el número de misiones simultáneas en el satélite. El programa Artemis, por ejemplo, pretende empezar con la construcción de la estación espacial Gateway en órbita alrededor de la Luna y culminar con la construcción de una base permanente en su superficie, contando para ello con multitud de misiones tripuladas y no tripuladas, que transporten los componentes, infraestructuras y provisiones necesarias.

Para ello tanto la ESA como la NASA están desarrollando sistemas independientes de comunicaciones y navegación para situarlos en la órbita lunar, con el objetivo de permitir el mismo nivel de complejidad de las misiones lunares como se consigue en la Tierra. Establecer con precisión la hora en la Luna no solo permitirá facilitar las comunicaciones y la sincronización, sino también establecer la posición de satélites en órbita o de las misiones en la superficie lunar, pues los sistemas como GPS o Galileo y sus análogos lunares, utilizan el tiempo para determinar la posición. Utilizando el tiempo que tardan diferentes señales lumínicas en alcanzar el satélite de navegación es como éste consigue medir la posición de un dispositivo con tanta precisión.

Pero esto no será trivial y no solo requerirá decidir qué huso horario de la Tierra le asignamos a la Luna. Por la Relatividad General, introducida por Albert Einstein a principios del siglo XX, sabemos que el tiempo no transcurre al mismo ritmo sobre la superficie de la Luna que de la Tierra, ni tampoco en órbita. En la Luna concretamente el tiempo pasa más deprisa que en la Tierra, por su menor gravedad. Esto hace que los relojes situados sobre su superficie se adelanten alrededor de 56 microsegundos al día. Esto puede parecer una cantidad insignificante, pero la luz recorre unos 17 kilómetros en ese tiempo. Eso significaría que el sistema de navegación lunar tendría una precisión de menos de 17 kilómetros si no tenemos en cuenta este efecto relativista.

Además, el sistema que se utiliza deberá ser útil para los astronautas y los equipos en contacto con ellos desde la Tierra. Un día en la Luna dura algo más de 29 días terrestres, por lo que el tiempo lunar requeriría de más subdivisiones que “días”, “horas” y “minutos”. En definitiva, muchas consideraciones deben tenerse en cuenta para tomar la decisión que resulte más eficiente para nuestros sistemas informáticos pero también más práctica para las personas que los utilicen. Dentro de un tiempo podremos responder a la pregunta de “¿qué hora es en la Luna?”.

Referencias:

  • Telling time on the moon, 2023, ESA, esa.int
  • Argonaut, 2023, ESA, esa.int

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