El avance hacia sistemas agroalimentarios más sostenibles ha puesto de relieve la necesidad de incorporar la equidad de género para lograr transiciones agroecológicas reales. A lo largo de la historia, las mujeres han desempeñado un papel fundamental en la producción agroalimentaria, aunque su contribución ha sido frecuentemente invisibilizada. Sin embargo, en las últimas décadas, en el contexto de la agroecología, cada vez más mujeres lideran iniciativas agroecológicas, promoviendo prácticas agrícolas sostenibles y contribuyendo al desarrollo rural.
En nuestra investigación "Gender equity as a key element for agroecological transitions: Neo-rural women as managers of agroecological initiatives", publicado en People and Nature, analizamos el papel de las mujeres en la transición agroecológica en España. A partir de entrevistas con 15 mujeres que lideran proyectos agroecológicos en zonas rurales de Madrid, hemos explorado sus motivaciones, los desafíos que enfrentan y las estrategias que han desarrollado para superar las barreras estructurales del sector y las dificultades específicas de trabajar en el campo siendo mujer.
El papel de la equidad de género en la transición agroecológica
La equidad de género es un principio esencial de la agroecología, ya que fomenta una transformación del sistema agroalimentario basado, además de en la sostenibilidad ambiental, en la justicia social. Investigaciones previas han demostrado que integrar una perspectiva de género en la agroecología no solo mejora el bienestar de las mujeres, sino que también fortalece la resiliencia de las comunidades rurales y promueve sistemas agrícolas más equitativos y sostenibles.
Sin embargo, en nuestra investigación hemos identificado que muchas de las iniciativas agroecológicas actuales reproducen desigualdades de género, a pesar de estar basadas en principios de justicia social. Muchas mujeres en estos proyectos asumen múltiples roles, incluyendo la producción, la gestión administrativa y el cuidado del hogar, sin recibir el mismo reconocimiento que sus compañeros hombres.
Es fundamental reconocer que la agroecología, aunque propone un modelo alternativo al sistema agroindustrial, aún arrastra dinámicas de exclusión y desigualdad. Para garantizar que las mujeres puedan desarrollar plenamente su potencial en este ámbito, es necesario un enfoque que visibilice su contribución y promueva condiciones más equitativas dentro de los proyectos agroecológicos.

Mujeres neo-rurales en la agroecología: motivaciones y desafíos
Una 'revolución' silenciosa está tomando forma en el campo español. Un número creciente de mujeres, muchas de ellas urbanas y sin experiencia agrícola previa, están dando el salto voluntario a las áreas rurales adoptando la agroecología como proyecto de vida. Este movimiento contrasta fuertemente con la agricultura industrializada tradicional, más envejecida y masculina. Sus razones van mucho más allá de buscar un simple beneficio económico. Las motivaciones abarcan razones políticas y de estilo de vida, un deseo profundo de cambiar de estilo de vida, trabajar en contacto con la naturaleza y, sobre todo, generar un impacto positivo en el territorio.
En la investigación observamos que las mujeres que migran de la ciudad a las áreas rurales enfrentan mayores dificultades que aquellas con antecedentes agrícolas. Las principales barreras que deben superar incluyen la falta de acceso a la tierra, la ausencia de apoyo institucional y la discriminación de género dentro del sector agrícola. En muchos casos, las mujeres deben demostrar constantemente su capacidad para gestionar explotaciones agrícolas, enfrentando prejuicios e infravaloración por parte de colegas y administraciones locales.
Además, la conciliación entre la vida personal y el trabajo agroecológico supone un reto añadido. Muchas de estas mujeres deben compatibilizar la gestión de sus iniciativas con responsabilidades familiares, sin que existan suficientes apoyos institucionales que faciliten esta doble carga. La falta de formación específica en gestión agroecológica también ha sido un obstáculo recurrente, lo que obliga a muchas mujeres a formarse de manera autodidacta o a través de redes informales.
Estrategias para superar las barreras de género en la agroecología
A pesar de los múltiples desafíos, las mujeres han desarrollado diversas estrategias para superar las barreras y promover iniciativas agroecológicas. Una de las más importantes ha sido la creación de redes de apoyo, donde las productoras comparten conocimientos, experiencias y recursos. Iniciativas como Ganaderas en Red han permitido que muchas mujeres se sientan respaldadas en un sector masculinizado que ignora sus problemáticas.
Además, muchas agricultoras y ganaderas han optado por la diversificación de sus actividades. En lugar de depender únicamente de la producción agroalimentaria, han incorporado otras líneas de trabajo como la transformación de alimentos, la educación ambiental y el turismo rural. Este enfoque no solo mejora la rentabilidad de sus proyectos, sino que también fortalece su papel dentro de las comunidades rurales y fomenta la concienciación social sobre la necesidad de transitar hacia una producción de alimentos sostenible.
Otra estrategia clave ha sido la formación continua. Ante la falta de acceso a formación agrícola especializada, muchas mujeres han recurrido a cursos impartidos por organizaciones locales, han promovido el intercambio de experiencias y conocimientos con otras mujeres y el aprendizaje autodidacta. Gracias a esto, están desarrollando modelos de producción más eficientes y adaptados a sus contextos locales.
Por último, algunas mujeres han decidido participar activamente en espacios de toma de decisiones dentro del sector agroalimentario. Aunque este sigue siendo un ámbito mayoritariamente masculinizado, su presencia en cooperativas, asociaciones y movimientos agroecológicos ha permitido visibilizar sus demandas y promover políticas más inclusivas.

Hacia un modelo agroecológico más inclusivo
Para que la agroecología cumpla su promesa de transformación de los sistemas agroalimentarios, tanto a nivel social como ambiental, es fundamental que se integren estrategias y políticas que fomenten la equidad de género en el sector agrícola. Esto implica, por un lado, garantizar el acceso a recursos como la tierra y la financiación, así como promover la participación activa de las mujeres en la toma de decisiones dentro del sector agroalimentario.
Además, es urgente el reconocimiento y el fortalecimiento de identidades femeninas y masculinas, que rompan con los estereotipos tradicionales de género asociados al campo. El liderazgo de estas mujeres en sus iniciativas agroecológicas y su protagonismo en las áreas rurales son mecanismos clave para romper con la idea del campo y la producción con un espacio eminentemente masculino.
Nuestros resultados ponen de manifiesto que la transición agroecológica no puede entenderse sin un enfoque feminista que visibilice y valore el papel de las mujeres. Solo así será posible construir un modelo agrícola más justo y sostenible, donde la diversidad de actores y saberes juegue un papel central en el futuro del campo.
Para lograrlo, es necesario un compromiso tanto desde las instituciones como desde los propios movimientos agroecológicos. La implementación de programas de formación específicos para mujeres, el fortalecimiento de redes de apoyo y la adopción de medidas que favorezcan la conciliación son pasos clave en este proceso. Solo con estas acciones se podrá consolidar un modelo agroecológico donde la equidad de género sea una realidad y no solo un ideal.
Referencias
- Vizuete, B., García-Llorente, M., Pérez-Ramírez, I., & Oteros-Rozas, E. (2025). Gender equity as a key element for agroecological transitions: Neo-rural women as managers of agroecological initiatives. People and Nature, 7, 449–462. doi: 10.1002/pan3.10761

Beatriz Vizuete Sáenz de Ugarte
Graduada en Biología, Máster en Estudios Universitarios de Género por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM)
