Un descubrimiento textil en el yacimiento de Beycesultan Höyük, en el oeste de Anatolia, ha arrojado nueva luz sobre las prácticas tecnológicas y culturales de la Edad del Bronce en esta región. El hallazgo comprende restos de tejidos constituyen la evidencia más antigua de la técnica de naalbinding en Anatolia. Es más, los fragmentos textiles se tiñeron con índigo, lo que constituye, además, la primera identificación de este colorante en un contexto arqueológico de la Edad del Bronce en la región.
El contexto arqueológico de Beycesultan Höyük
Un yacimiento clave en el oeste de Anatolia
Beycesultan Höyük es un asentamiento prehistórico ubicado en el valle del río Büyük Menderes, una región que sirvió como corredor natural entre el interior anatolio y la costa del Egeo. Ocupado de manera continua desde el Calcolítico hasta la Edad del Hierro, este yacimiento ha ofrecido una estratigrafía excepcional para estudiar las culturas de la Edad del Bronce en Anatolia occidental. Las excavaciones recientes, dirigidas por investigadores del Instituto Británico de Ankara y la Universidad de Ege, han permitido recuperar materiales textiles en condiciones inusualmente bien conservadas.
Condiciones de conservación excepcionales
Este novedoso estudio es el resultado de un equipo interdisciplinario liderado por Ebru Aykol y Antoinette Rast-Eicher. Combina el análisis microscópico, químico y contextual para ofrecer una perspectiva pionera sobre la producción textil en el segundo milenio a.C.
Los fragmentos textiles analizados provienen del estrato 5 del Área S de Beycesultan Höyük. Datan entre el 1750 y el 1650 a.C. La buena conservación de materiales orgánicos tan antiguos se debe, principalmente, a una carbonización parcial que permitió preservar detalles microscópicos de los tejidos. Estos fragmentos, además, estaban adheridos a objetos metálicos. Esto favoreció su fosilización parcial y permitió su análisis posterior.

La técnica de naalbinding: una práctica textil milenaria
Identificación precisa mediante microscopía
Antoinette Rast-Eicher, una reconocida especialista en arqueotextiles, fue la responsable de analizar los fragmentos textiles de Beycesultan. La estudiosa identificó que se habían elaborado mediante la técnica de naalbinding.
Esta técnica, que antecede al tejido a ganchillo y al punto, se caracteriza por el uso de una aguja para formar bucles interconectados con un único hilo. Lo significativo del hallazgo es que estos fragmentos constituyen la prueba más antigua de naalbinding documentada en Anatolia hasta la fecha, lo que extiende la cronología y la geografía de esta técnica.
Comparación con otros contextos arqueológicos
Hasta ahora, los ejemplos más tempranos de naalbinding provenían de contextos neolíticos en Israel y Egipto. En Anatolia, sin embargo, aún no se había documentado su uso en la Edad del Bronce. Este hallazgo demuestra que la técnica ya se utilizaba en la región hacia mediados del segundo milenio a.C., quizás como parte de una tradición textil local que combinaba innovación y herencia cultural del Cercano Oriente.

El uso del índigo: colorantes y simbolismo
Análisis químico avanzado
El equipo de investigación utilizó espectrometría de masas de alta resolución (HPLC-MS) para analizar los colorantes presentes en los textiles. Los resultados revelaron la presencia de indigotina y indirubina, los dos compuestos clave del índigo.
Se confirma, así, que los tejidos habían sido teñidos con un colorante índigo natural, derivado, quizás, de la planta Isatis tinctoria o de una especie silvestre relacionada. La identificación de este pigmento es de especial relevancia, dado que no existía evidencia previa del uso de índigo en Anatolia durante la Edad del Bronce.
Implicaciones tecnológicas y simbólicas
El uso del índigo no solo implica un conocimiento técnico sofisticado, ya que su aplicación requiere un proceso de fermentación y reducción química. También sugiere un cierto valor simbólico o estético del color azul en la cultura local. Este descubrimiento reformula las teorías sobre la circulación de saberes y tecnologías tintóreas en el mundo antiguo, puesto que el índigo era un colorante escaso, apreciado en múltiples culturas mediterráneas y del Cercano Oriente.

Producción local y redes de intercambio
Indicios de manufactura local
La presencia de fibras sin hilar junto a fragmentos textiles terminados sugiere que la producción pudo haberse llevado a cabo a nivel local. Se utilizaron fibras de lana cuya calidad indica que los tejedores poseían habilidades técnicas avanzadas en la selección, preparación y teñido del material. Este detalle refuerza la hipótesis de que Beycesultan, además de ser un asentamiento urbano, también operó como un centro de producción artesanal especializado.
Redes de intercambio e influencias culturales
El uso del índigo y la práctica del naalbinding podrían haber llegado a Anatolia occidental a través de redes de intercambio con regiones como el Levante o Egipto, donde estas técnicas ya eran conocidas. Sin embargo, el contexto de Beycesultan sugiere una adaptación local de saberes foráneos, que se habrían integrado en una tradición textil propia. Este hallazgo también plantea nuevos interrogantes sobre el papel de Anatolia como intermediaria cultural entre Oriente y Occidente durante la Edad del Bronce.

Interpretación funcional y social de los textiles
Posible función de los fragmentos hallados
Los fragmentos textiles muestran un patrón de uso intensivo, lo que indica que pertenecían a prendas funcionales, quizás gorros, calcetines o mitones. Este tipo de objetos, asociados con el uso cotidiano, apunta a una dimensión social del vestido en las comunidades de Beycesultan.
Textiles como marcadores de estatus
El uso de un tinte costoso como el índigo sugiere que las prendas teñidas pudieron haber sido utilizadas por individuos de alto estatus o en contextos ceremoniales. Esta dimensión simbólica de la vestimenta refuerza la idea de que los textiles también operaban como instrumentos de comunicación visual en las sociedades de la Edad del Bronce, capaces de expresar jerarquías, identidades y vínculos sociales.
Un descubrimiento que reescribe la historia de la producción textil en la antigüedad
El hallazgo de fragmentos textiles teñidos con índigo y confeccionados mediante la técnica de naalbinding en Beycesultan Höyük representa un hito en la historia de la tecnología textil del mundo antiguo. Estos materiales, datados entre el 1750 y el 1650 a.C., constituyen la evidencia más antigua conocida de ambas prácticas en Anatolia. Ofrecen, de este modo, una nueva perspectiva sobre el desarrollo de las técnicas textiles, el uso de colorantes y las redes de intercambio en la Edad del Bronce.
Referencias
- Maner, Ç., E. Abay, R. Karadağ y E. Torgan Güzel. 2025. "Untwisting Beycesultan Höyük: the earliest evidence for nålbinding and indigo-dyed textiles in Anatolia". Antiquity, 99: 118-134. DOI:10.15184/aqy.2024.194