Chihuahuas, labradores, galgos, carlinos, boyeros de Berna… Tan distintos entre ellos pero tan similares, pues todos, absolutamente todos los perros descienden del mismo animal: el lobo. Y teniendo ese ancestro común ¿cómo es posible que los aullidos de perros no sean comunes a todas las razas? Un equipo de etólogos parece tener la respuesta a esta pregunta.
El origen de los aullidos en los perros
Los aullidos de perros nos parecen un rasgo distinguible y generalizado en todas sus razas. Sin embargo, no todos los perros aúllan. Los orígenes de su grito de guerra son ancestrales y se remontan a la conexión evolutiva que les une a los lobos.
La relación entre perros y lobos: un ancestro común
Todos los perros, desde los galgos hasta los carlinos, descienden del lobo. Esta relación genética es fundamental para entender por qué algunos perros aún aúllan. Los lobos utilizan los aullidos como una herramienta de comunicación vital, ya sea para marcar territorio, coordinarse con su manada o advertir sobre peligros. Los perros, aunque domesticados, han heredado esta capacidad vocal de sus ancestros, aunque su uso y frecuencia varían según la raza y otros factores. La domesticación ha jugado un papel crucial en la modificación de estos comportamientos, pero la esencia del aullido como forma de comunicación permanece latente en muchos perros.
Los aullidos como comunicación ancestral
El aullido es una forma de comunicación ancestral que ha evolucionado a lo largo del tiempo. En el contexto de los lobos, los aullidos sirven para mantener la cohesión del grupo y para comunicarse a largas distancias. En los perros, especialmente en aquellos de razas más antiguas, este comportamiento persiste, aunque con variaciones en su significado y uso. Mientras que los lobos aúllan principalmente para coordinarse y proteger su territorio, algunos perros pueden aullar como respuesta a estímulos auditivos como sirenas o incluso a otros aullidos, reflejando un instinto de comunicación que trasciende generaciones.
Variabilidad en los aullidos: ¿Qué influye?
¿Por qué algunos canes han abandonado el “grito de guerra” del lobo? Un grupo de etólogos de la Universidad Eötvös Loránd (ELTE) acaba de publicar un estudio en Communications Biology en el que explican el posible motivo.

Investigaciones etológicas y sus hallazgos
Los investigadores seleccionaron a 68 perros domésticos de raza y los expusieron a grabaciones de aullidos de lobo salvaje, para ver cómo reaccionaban: si contestaban o no. Resultó que los perros de razas genéticamente más parecidas al lobo, es decir, razas que son más antiguas, como, por ejemplo, los perros de tiro, son más propensos a responder a las grabaciones de los aullidos, aullando ellos también.
También observaron que los perros jóvenes, con independencia de su raza, respondían de manera moderada a las grabaciones. Esto indica que la mayoría de los canes son capaces de aullar. Eso sí, cuanto más emparentado está un perro adulto con el lobo, más probabilidad hay de que conteste aullando al aullido del lobo. "Curiosamente, este efecto genético sobre los aullidos sólo se produce entre los perros de más edad (más de cinco años), por lo que la experiencia o algún efecto de la personalidad relacionado con la edad puede ser una explicación plausible", afirma el etólogo Tamás Faragó, del ELTE de Hungría.
Reacciones de los perros a los aullidos de lobo
En el experimento hubo perros que respondieron a las grabaciones de los aullidos ladrando. Curiosamente los que lo hicieron fueron los de razas modernas.
Los etólogos creen que los perros de razas más antiguas responden aullando porque intentan comunicarse con el lobo que les aúlla, mientras que los canes más modernos con quienes quieren comunicarse es con sus dueños.
Estrés y aullidos: ¿cómo se relacionan?
Los perros que respondieron aullando mostraron más signos de estrés que los que lo hicieron ladrando. Se lamieron la boca, orinaron o temblaron. "Este resultado sobre los comportamientos de estrés también puede confirmar nuestra hipótesis de que las razas más antiguas, debido a su parentesco genético, pueden procesar mejor la información codificada en los aullidos de lobo", escriben los investigadores en su artículo.
El impacto de la domesticación en la comunicación vocal
Ciertas razas de perros están más domesticadas que otras. Esta condición, entre otros factores, influye en que los perros aúllen o no. Condiciones comunes a la domesticación, como la castración, contribuyen a esa diferencia.
Comparativa entre perros domésticos y salvajes
La domesticación ha tenido un impacto significativo en la comunicación vocal de los perros. Mientras que los perros domésticos han sido seleccionados para adaptarse a la convivencia con humanos, los perros salvajes, como los dingos, mantienen comportamientos más cercanos a sus ancestros lobos
"Así, las razas antiguas de nuestro estudio podrían estresarse al invadir el territorio de una manada y utilizar el aullido para evitarlo, al igual que hacen los lobos", dice Faragó.
Además de todo lo anterior, los investigadores descubrieron que los machos castrados tendían a responder aullando en más ocasiones que los que estaban intactos. En el caso de las hembras no había diferencia.

La evolución de la comunicación vocal en perros
"Como se sugiere que los machos castrados son más temerosos, este resultado puede estar en consonancia con nuestros hallazgos sobre la capacidad de respuesta y el comportamiento más estresado. Así, el aullido del perro puede significar: 'Tengo miedo, no te acerques' ", explica Lehoczki. Este cambio refleja cómo la evolución y la domesticación han moldeado la forma en que los perros procesan y responden a las vocalizaciones de otros, contribuyendo a nuestra comprensión de la evolución de la comunicación vocal en los animales.
Preguntas frecuentes sobre los aullidos de los perros
Más allá del desarrollo evolutivo de cada raza, existen condicionantes externos que determinan si un perro aúlla o no. La sensibilidad al estrés, al ruido y a su entorno puede variar individualmente en cada perro, pero es cierto que las razas más domesticadas son más propensas a no emitir aullidos.
¿Por qué mi perro no aúlla?
Existen otros motivos que podrían explicar por qué unos perros aúllan y otros no. Uno de ellos sería que los perros de razas más antiguas han sido los que a lo largo de la historia se han empleado como animales de trabajo y en ellos la comunicación prolongada puede seguir siendo útil. Por contra, los perros de razas más modernas tienden a ser animales de compañía.
Los investigadores ven interesante estudiar en el futuro a perros que en su día fueron domesticados y que ahora viven salvajes, para comprobar si han vuelto a aullar o no.
¿Qué razas de perros son más propensas a aullar?
Los dingos, que son una rama temprana de los perros modernos y que se sitúan entre el lobo y los perros domésticos, sí que aúllan para encontrarse, igual que los lobos. “Esto sugiere que los factores ambientales y sociales podrían seguir desempeñando un papel más importante en la determinación del comportamiento vocal canino que la genética”, explican Lehoczki y su equipo.
"Nuestros hallazgos son de los primeros que indican que la domesticación puede alterar la forma en que los animales procesan y reaccionan a las vocalizaciones de otros. Esto, en última instancia, podría ayudarnos a comprender mejor la evolución de la comunicación vocal", concluyen los investigadores.

¿Por qué aúllan los husky?
Los huskies son una de las razas más conocidas por su tendencia a aullar. Este comportamiento está profundamente arraigado en su genética, ya que los huskies están estrechamente relacionados con los lobos. Los huskies aúllan como una forma de comunicación, similar a cómo lo hacen los lobos para coordinarse y mantener la cohesión del grupo. Además, los huskies han sido utilizados históricamente como perros de trineo, donde el aullido podría haber servido para mantener la comunicación en largas distancias. La predisposición de los huskies a aullar refleja su herencia ancestral y su papel como perros de trabajo en climas extremos.
Referencia:
- Lehoczki, F., Andics, A., Kershenbaum, A. et al. Genetic distance from wolves affects family dogs’ reactions towards howls. Commun Biol 6, 129 (2023). https://doi.org/10.1038/s42003-023-04450-9