El búho, que minimizan el impacto del aire. Esta habilidad, unida a sus extraordinarias capacidades auditivas y visuales, convierte al animal en un eficaz cazador. Hay que destacar que lo que normalmente se piensa que son las "orejas" del búho son en realidad dos grupos de plumas que cubren el oído y simplemente se encrespan.
El búho real es un súper depredador, ya que se alimenta de otros depredadores. Para conocer la dieta de un animal tan esquivo como el búho, al que en pocas y privilegiadas ocasiones se puede pillar in fraganti cuando aborda a una presa, los investigadores recurren a métodos de observación indirecta. En el caso de muchos carnívoros, lo más sencillo es estudiar sus egagrópilas, unas bolas formadas por restos de piel, huesos y pelo que los animales no han podido digerir y regurgitan. La identificación de estas "sobras" del banquete proporciona mucha información sobre los hábitos alimenticios de los depredadores.
El análisis de las egagrópilas de búho revela que su dieta es muy variada, y caza prácticamente todo lo que esté disponible: zorros, garduñas, rapaces y otras aves…sin embargo, en la península ibérica sus presas más habituales son el conejo y la rata, debido seguramente a su abundancia.
La independencia llega poco a poco
La primera reproducción del búho real puede ocurrir en el primer año de edad, y las primeras puestas en la península ibérica se registran en diciembre. Las hembras se encargan de la incubación, que dura algo más de 30 días.
Los pollos pasan cierto tiempo en el nido de menor tamaño como el autillo (Otus stops), el búho chico (Asio otus), el cárabo común (Strix aluco), la lechuza común (Tyto alba) y el mochuelo europeo (Athene noctua).
(Fuente: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles, Museo Nacional de Ciencias Naturales CSIC)