En invierno es ya una constante: cada ciertas semanas se anuncia una ola de frío y medio país amanece nevado. Pero ¿qué es realmente una ola de frío? ¿Y solo hay de un tipo o existen más modalidades? Te contamos todo lo que hay que saber al respecto.
La ola de frío es un fenómeno en el que las temperaturas caen drásticamente, siendo extremadamente bajas con respecto a la media de la época, como consecuencia de la llegada de una masa de aire frío. Para que se considere ola, el fenómeno tiene que alargarse durante más de un día. Pueden extenderse sobre centenares o miles de kilómetros cuadrados.
Las olas de frío se clasifican en olas de frío polares y olas de frío siberianas, según donde se hayan formado las masas de aire frío.
Ola de frío polar
En este caso, las masas de aire se forman entre los 55 y los 70 grados de altitud. Pueden calentarse si se desplazan hacia zonas con temperaturas más cálidas. Si esto sucede, se pueden producir lluvias de tipo tormentoso. Sin embargo, si se mueven hacia el Atlántico o hacia el Pacífico, el aire se empapará de humedad y al entrar en contacto con el agua fría, se formarán nieblas o precipitaciones débiles.
Ola de frío siberiana
Estas masas de aire frío se forman en zonas cercanas a los polos. Son de baja temperatura, estables y poco húmedas, por lo que no suelen producir nubes. Tampoco nevadas intensas, a no ser que se desplacen por el Atlántico, donde sí que desestabilizarán.
¿Qué se considera una ola de frío en España?
En nuestro país se entiende que estamos bajo el influjo de una ola frío cuando la temperatura baja un mínimo de 6 grados en 24 horas. En función de la zona concreta, se establecen las siguientes temperaturas mínimas:
- En el litoral de la península, Baleares, Ceuta y Melilla la temperatura mínima debe alcanzar un umbral de 0ºC.
- En las zonas cuya altitud se halle entre el nivel del mar y los 200 metros, la temperatura mínima debe alcanzar un umbral entre los 0 y los -5ºC.
- En las zonas cuya altitud se halle entre los 200 y los 800 metros, la temperatura mínima debe alcanzar un umbral entre los -5 y los -10ºC.
- En las zonas cuya altitud se encuentre entre los 800 y los 1200 metros, la temperatura mínima debe alcanzar un umbral inferior a los -10ºC.
- Para zonas más altas no se han determinado umbrales, por considerarse zonas despobladas o con una población acostumbrada al frío intenso.
Consejos para afrontar una ola de frío
- Vístete con ropa térmica. Este tipo de ropa te protegerá sin que tengas necesidad de usar muchas prendas.
- Protege cuello, manos y cabeza con bufanda, manoplas (mantienen el calor mejor que los guantes y gorro).
- Si vas a coger el coche, mantente informado de la situación de las carreteras y ten las cadenas a mano. Sal lo imprescindible, mejor evitar ir solo por la noche, y asegúrate de tener suficiente gasolina en el depósito.
- En casa, mucho cuidado con estufas y braseros. Asegúrate de que no estén cerca de cortinas y que los niños no se acerquen. Los braseros y estufas de leña, carbón o gas pueden producir envenenamientos si no se renueva el aire. Desenchufa los aparatos eléctricos que no se estén usando, ten a mano velas, linternas y pilas por si se produce un apagón.
¿Están desapareciendo las olas de frío?
Lo cierto es que se sabe que las olas de frío han descendido un 25 % en los océanos desde 1980. El cambio climático está afectando a los patrones de temperatura en los cuerpos de agua más grandes del planeta. Las olas de frío en los océanos son fundamentales para la distribución de calor y nutrientes, lo que a su vez afecta a la vida marina y a los patrones climáticos globales. La disminución de estas olas de frío podría tener consecuencias significativas para el medio ambiente marino y terrestre, por lo que es crucial seguir investigando y concienciar sobre el impacto del cambio climático en nuestros océanos.
España cada vez tiene menos olas de frío. De hecho está experimentando un aumento en la frecuencia de olas de calor, un fenómeno que es consistente con las proyecciones asociadas al calentamiento global.