Mucho antes de las urnas modernas, Roma ya celebraba elecciones con reglas estrictas, rituales simbólicos y un sistema que combinaba poder, desigualdad y espectáculo. Así votaban los ciudadanos de una de las repúblicas más influyentes de la historia.
La posibilidad de actuar en igualdad de condiciones, sin importar el género: eso –tan sencillo pero tan trascendente– fue lo que se logró con el derecho al voto de la mujer hace más de un siglo en algunos lugares del mundo, y unas décadas después en nuestro país. Para llegar a ello se libró una lucha tan dura como apasionante, que hizo a las sociedades modernas y avanzadas realmente merecedoras de esa calificación. El sufragismo fue esencialmente un movimiento por los derechos políticos de las mujeres
En apenas un lustro, el nazismo construyó un Estado totalitario sobre las ruinas de la República de Weimar, fanatizando a toda una sociedad rendida ante el poder de seducción de Hitler
A pesar de que la Segunda Guerra Mundial se ha contado, tradicionalmente, como una historia de hombres, el papel de las mujeres durante el conflicto fue fundamental en diferentes ámbitos (militar, laboral, político, científico...) y sirvió para continuar avanzando en el camino hacia la igualdad
El siglo XIX fue testigo de profundas transformaciones en la sociedad europea, que afectaron a las condiciones de vida, el trabajo, la política, la cultura y el papel de las mujeres.
Francia, finales del siglo XVIII: un grupo de intelectuales ilustradas se percató de que las mujeres no estaban reconocidas en los nuevos derechos recogidos en las leyes de la nueva República.
Se la considera el principal artífice en España de la obtención del voto de la mujer, y, en consecuencia, del sufragio universal, en las Cortes de 1931. Hoy la recordamos con frases como esta: “La división tan sencilla como falaz hecha por el gobierno entre fascistas y demócratas para estimular al pueblo no se corresponde con la verdad”.
Políticas, activistas, científicas, artistas escritoras y pensadoras que dieron ejemplo y sirvieron de inspiración para el movimiento de igualdad de derechos entre hombres y mujeres.
Desde el siglo XVIII, en países occidentales como Estados Unidos, Francia o incluso España, algunas mujeres pertenecientes al feminismo liberal han logrado muchos de los avances que existen a día de hoy. ¿A cuántas de ellas conoces?
Desde el siglo XVIII hasta hoy, el camino del movimiento feminista ha estado marcado por mujeres que alzaron la voz para reivindicar sus derechos: la educación, el voto, la igualdad salarial, el divorcio, etc. Ellas lucharon para que todas consiguiéramos nuestro legítimo lugar en el mundo y obtuvieron además uno muy digno en la historia de la humanidad.
El movimiento feminista comenzó abanderado tras la Revolución Francesa por mujeres y hombres intelectuales. En los siglos posteriores, mujeres obreras, conservadoras... continuaron dando pasos hasta la adquisición de igualitarios derechos entre sexos.
Hasta el 18 de octubre de 1929, en Canadá las mujeres no eran legalmente personas. Esta victoria judicial histórica se debió a la persistencia de las llamadas "las cinco magníficas": Emily Murphy, Nellie McClung, Irene Parlby, Louise McKinney y Henrietta M. Edwards.