La obra de Mary Shelley, Frankenstein, navega entre los límites de la ciencia y los dilemas éticos que sobrevienen cuando la naturaleza es manipulada. En ella, un conjunto de partes dispares se ensamblan para formar una única entidad con vida propia. Aunque el monstruo de Frankenstein es fruto de la ficción, la naturaleza parece tener su propia versión: criaturas marinas de las profundidades que, tras sufrir una lesión, son capaces de unirse en un solo ser unificado. Este sorprendente fenómeno ha despertado el interés de biólogos marinos y científicos que buscan entender cómo estos organismos ponen entredicho las ideas tradicionales sobre la individualidad y la supervivencia de las especies.
Vayamos más atrás en el mundo de la literatura, al fascinante mundo de las fábulas.El viejo y sus hijos es una fábula de Esopo ampliamente conocida y de la que se han extraído múltiples expresiones que se pueden reunir en una: "La unión hace la fuerza" (Joseph Jacobs, 1894). Fue Jean de La Fontaine, por ejemplo, quien comenzó una versión del cuento con "Todo poder es débil, a menos que permanezca unido", en 1668.

Este pionero estudio ha sido publicado en Current Biology y se centra en cómo ciertas especies de organismos gelatinosos pueden fusionarse en una sola estructura tras experimentar daños. Los investigadores observaron accidentalmente este fenómeno mientras estudiaban estas criaturas en su hábitat natural.
La fusión de dos medusas en una
En el estudio, los científicos han documentado un fenómeno insólito en las medusas peine, conocidas científicamente como ctenóforos. Estos organismos, caracterizados por su estructura gelatinosa y la falta de sistemas nervioso y circulatorio centralizados, habitan en las zonas más oscuras del océano y dependen de complejos mecanismos de supervivencia. En el caso observado, los ctenóforos presentan un comportamiento inesperado tras sufrir lesiones: en lugar de retraerse o intentar regenerarse individualmente, los individuos se fusionan entre sí, creando una estructura unificada que comparte recursos y funciones vitales.
Los investigadores describen este proceso como una “fusión de cooperación extrema”, un tipo de respuesta adaptativa que va más allá de la regeneración celular convencional observada en otras especies marinas. Esta fusión permite a las medusas peine integrar tejidos y estructuras de otros individuos de su especie, formando una entidad que puede continuar desempeñando funciones biológicas esenciales, como el movimiento y la captura de alimentos. La integración es tan profunda que los límites entre los organismos individuales se diluyen, lo que plantea preguntas sobre la identidad biológica de cada ctenóforo.

Para los científicos, esta fusión podría ser una respuesta evolutiva a las duras condiciones del océano profundo, donde cualquier herida puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Al actuar como una “superorganismo”, las medusas peine aseguran su supervivencia y se benefician de la sinergia entre los organismos fusionados. De esta forma "pueden" ser más resistentes frente a los depredadores y las condiciones extremas de su entorno. Este fenómeno abre nuevas preguntas sobre la evolución de los comportamientos cooperativos en la naturaleza, puesto que sugiere que, en ciertos contextos, la fusión de individuos puede representar una ventaja adaptativa única.
La unión hace la fuerza
Esopo-Joseph Jacobs
El estudio plantea plantea además interrogantes acerca de los límites de la identidad biológica en los seres vivos. Si bien cada ctenóforo sigue siendo técnicamente un organismo independiente, su capacidad para fusionarse y operar como una sola entidad nos hace pensar de otro modo sobre los conceptos tradicionales de individualidad. Para los investigadores, este fenómeno podría implicar la existencia de una forma de “superorganismo” en el que los límites de la identidad se disuelven en favor de la supervivencia colectiva.
"Salió corriendo a toda velocidad, con la medusa peine fusionado en un vaso, para mostrársela a sus compañeros de laboratorio. «Yo estaba como, “¿qué? Esto es raro», dice la neurobióloga Mariana Rodriguez-Santiago de la Universidad Estatal de Colorado. ‘Así que fui a verlo y pensé, «Oh, está fusionada. Y además, se está moviendo como una sola»".

¿Por qué se llaman "medusas peine"?
No, nadie se ha peinado nunca con un ctenóforo. Se les llama "medusas peine" porque poseen estructuras llamadas ctenos, que son unas filas de pequeños cilios en forma de peine a lo largo de su cuerpo. Estas filas de cilios les permiten moverse y reflejan la luz, lo que genera un efecto iridiscente característico. A diferencia de las medusas verdaderas, los ctenóforos no tienen células urticantes; su nombre hace referencia a su apariencia y modo de locomoción únicos.

Hacia una revisión de la medicina regenerativa
La naturaleza ha sido una fuente inagotable de inspiración para innovaciones tecnológicas y científicas. Un ejemplo clásico es Juan de la Cierva y su detenida observación de la semilla del sicómoro. Esta emblemática semilla es famosa por su capacidad de girar en el aire mientras desciende lentamente. Juan de la Cierva usó este principio para crear el autogiro, una de las primeras aeronaves de ala rotatoria. Así como el sicómoro inspiró el desarrollo aéreo, los científicos podrían usar hoy la fusión de tejidos en las medusas peine para avanzar en biotecnología y medicina regenerativa.
Las observaciones sobre la fusión en las medusas peine (ctenóforo) abren perspectivas prometedoras en biotecnología y medicina regenerativa. La sincronización de sus sistemas nervioso y digestivo sin rechazo inmunológico tras una lesión plantea la posibilidad de diseñar terapias celulares y trasplantes que minimicen la reacción inmunitaria en humanos. Los ctenóforos logran integrar su sistema digestivo compartiendo alimento, mientras que responden de manera sincronizada a estímulos, lo que sugiere mecanismos moleculares de cooperación entre células que podrían aplicarse en la ingeniería de tejidos complejos.
Estos hallazgos sugieren enfoques para la regeneración de tejidos humanos y órganos, donde la sincronización celular y la tolerancia inmunitaria son esenciales. Ahora los investigadores necesitan entender los procesos moleculares detrás de esta fusión rápida y eficiente, ya que podría inspirar avances para la reparación de nervios y órganos complejos.

Referencias
- Jokura, K., Anttonen, T., Rodriguez-Santiago, M., & Arenas, O. M. (2024). Rapid physiological integration of fused ctenophores. Current Biology, 34(19), PR889-R890.