El “reventón térmico” que sorprendió a Motril y Almuñécar: ¿qué es y cómo se forma este fenómeno extremo?

Un viento abrasador y repentino sorprendió el 17 de agosto a vecinos y turistas en Motril y Almuñécar, elevando la temperatura hasta los 40 ºC en minutos y dejando escenas de caos en playas y paseos marítimos. Te explicamos qué es un reventón cálido.
Fuente: ChatGPT / E. F.

El domingo 17 de agosto de 2025, los bañistas de la Costa Tropical de Granada vivieron un inusual y violento fenómeno meteorológico: un reventón cálido (también conocido como reventón térmico). En cuestión de minutos, poco antes de las 19:20, el cielo se oscureció y el aire se volvió sofocante, hasta que de pronto irrumpió un viento súbito muy caliente y de intensidad casi huracanada. El vendaval levantó arena y arrancó sombrillas –más de una salió volando por la playa–, causando caos y desconcierto entre quienes disfrutaban de una tarde apacible junto al mar. Las autoridades ordenaron desalojar las playas de localidades como Carchuna, Torrenueva, Motril y Salobreña, ante el peligro que representaban las rachas de viento abrasador.

Muchos veraneantes huyeron sorprendidos, atascando las vías de salida de la costa, mientras en el mar varias personas que practicaban paddle surf o nadaban quedaron a la deriva, incapaces de volver a la orilla por la fuerza del viento. De hecho, los servicios de emergencia tuvieron que rescatar al menos a cinco bañistas arrastrados mar adentro frente a las playas de Motril (Torrenueva, Carchuna). Afortunadamente no hubo heridos graves, pero sí escenas de gran tensión. “¡Atención! Estamos sufriendo lo que se denomina un reventón térmico, con vientos casi huracanados. Se recomienda no salir a la calle”, alertó Luisa García Chamorro, la alcaldesa de Motril en sus redes sociales alrededor de las 20:20. En paralelo, el alcalde de Almuñécar advertía que se trataba de una tormenta seca y pedía extrema precaución a la población.

El episodio elevó las temperaturas a valores abrasadores. Según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), en Motril la temperatura saltó repentinamente hasta 40,1 ºC a las 19:50, acompañada de rachas de viento muy fuertes de hasta 86,8 km/h. Este aumento súbito del calor fue claramente perceptible para los presentes. La sensación era la de un golpe de aire ardiente, como si un horno hubiera expulsado su calor de golpe. Algunos testigos de fenómenos similares lo describen como un aire que “quemaba la piel”. Incluso vecinos veteranos de la zona reconocieron no haber vivido jamás algo así en la costa granadina, evidencia de lo extraordinario del suceso.

¿Qué es un reventón cálido y cómo se forma?

Un reventón cálido es un fenómeno meteorológico extremo caracterizado por la aparición repentina de vientos muy fuertes, secos y cálidos, junto con un incremento brusco de la temperatura ambiental. Se trata de una variante de los llamados reventones o downbursts asociados a tormentas, pero a diferencia de los reventones “fríos” (acompañados de lluvia y enfriamiento del aire), el reventón cálido seca y recalienta el ambiente a su paso. En cuestión de minutos puede desencadenar rachas destructivas de viento –en ocasiones cercanas o superiores a 80-90 km/h– y hacer subir la temperatura decenas de grados, al tiempo que desploma la humedad relativa. Son fenómenos muy breves (típicamente duran entre 5 y 30 minutos) pero intensos, capaces de provocar daños considerables en estructuras ligeras, vegetación y mobiliario urbano, e incluso poner en peligro a personas desprevenidas. En suma, podríamos imaginarlo como una suerte de “golpe de calor atmosférico” instantáneo generado por una tormenta.

¿De dónde surge este soplo recalentado? El mecanismo que origina un reventón cálido está relacionado con la dinámica interna de algunas tormentas eléctricas, especialmente las tormentas secas o en fase de disipación. Todo comienza en altura, dentro de la nube de tormenta: allí se produce precipitación (lluvia) que, al caer, atraviesa una capa de aire inusualmente cálido y seco en niveles bajos de la atmósfera. Esa capa seca provoca que la lluvia se evapore antes de llegar al suelo, un proceso que absorbe calor y por tanto enfría el aire de la parcela en caída. Ahora esa masa de aire es mucho más fría (y por ende más densa y pesada) que el entorno circundante, de modo que se desploma hacia la superficie a gran velocidad bajo la fuerza de la gravedad. A medida que el aire desciende, la evaporación cesa (toda el agua líquida se ha evaporado) y la compresión adiabática entra en juego: al seguir bajando rápidamente, el aire seco aumenta de presión y se calienta de nuevo de forma súbita (como ocurre cuando usamos una bomba de bicicleta y notamos calor al comprimir el aire). En otras palabras, la masa de aire que originalmente era cálida, se enfrió al evaporar lluvia, pero vuelve a recalentarse mientras cae aceleradamente hacia el suelo – y puede llegar incluso más caliente de lo que estaba al inicio, debido a ese calentamiento por compresión.

Cuando esta corriente descendente ardiente choca contra el suelo, no puede penetrarlo y se expande horizontalmente en todas direcciones. Ese impacto violento genera un frente de ráfagas de viento extremadamente secas y cálidas que se propaga por las zonas aledañas, elevando drásticamente la temperatura a su paso. El resultado tangible es el que se observó en Motril y otras localidades: de repente sopla un viento recalentado muy fuerte que recuerda a un golpe de aire desértico, los termómetros pueden dispararse (en Motril subieron hasta ~40 ºC desde valores mucho más bajos en minutos) y la humedad baja en picada. Este contraste súbito puede causar estrés térmico en personas y animales (el cuerpo pasa bruscamente de una temperatura confortable a calor extremo) y suele venir acompañado de daños materiales debidos al viento: techos ligeros, árboles, toldos, embarcaciones, etc., pueden verse afectados por las ráfagas.

Cabe destacar que en meteorología se distinguen reventones húmedos o fríos (cuando el aire que desciende va cargado de lluvia o granizo y provoca un descenso de la temperatura) y reventones cálidos o secos (como el de Granada, sin precipitación efectiva y con aumento térmico). En ambos casos el origen está en una corriente descendente de tormenta, pero el efecto en superficie difiere: el reventón cálido convierte una tormenta aparentemente inofensiva (que quizás ni siquiera estaba dejando lluvia donde impacta) en un vendaval sofocante. Por eso a los reventones cálidos a veces se les llama también tormentas secas – son “tormentas” en las que casi no llueve, pero sopla un viento cálido devastado.

Fuente: ChatGPT / E. F.

¿Es posible predecir cuándo ocurrirá un reventón cálido?

Anticipar con exactitud un reventón cálido es sumamente difícil. A diferencia de otros fenómenos meteorológicos más amplios o de evolución gradual (como una ola de calor convencional o una borrasca), los reventones son eventos muy localizados y repentinos, que suceden en el transcurso de minutos y sin apenas señales de aviso claras para la población. Los meteorólogos pueden identificar condiciones de riesgo –por ejemplo, días de calor extremo con tormentas aisladas de tarde o noche, y presencia de aire seco en capas bajas– e incluso activar alertas generales por posibles tormentas secas o reventones. De hecho, la AEMET suele advertir de esta posibilidad en episodios de altas temperaturas seguidos de inestabilidad atmosférica. Sin ir más lejos, el día del suceso en Granada estaba catalogado de alto riesgo: una masa de aire muy cálido sobre la península y el desarrollo de tormentas aisladas sugerían el peligro de reventones térmicos en el sur.

No obstante, predecir el momento y lugar exactos en que se producirá un reventón cálido es prácticamente imposible con la tecnología actual. Estos estallidos de viento ocurren típicamente durante la fase final de tormentas eléctricas, a menudo por la noche o de madrugada cuando el aire en superficie se ha enfriado un poco. Son el resultado de microprocesos muy rápidos dentro de una nube (evaporación súbita de lluvia, desplome de aire) que no pueden detectarse con suficiente antelación más que minutos antes en el radar meteorológico. Por ello, suelen tomar por sorpresa incluso a ojos entrenados. En el caso de Motril y Almuñécar, muchos veraneantes fueron sorprendidos porque hasta minutos antes el cielo lucía simplemente nublado y bochornoso, sin una señal evidente de que se desataría un vendaval. Las sirenas de emergencia y avisos de la Policía Local apenas tuvieron tiempo de sonar in situ para desalojar las playas cuando el viento ya estaba encima. En resumen, los reventones cálidos ocurren “sin previo aviso” para el público, lo que aumenta su peligrosidad intrínseca.

La imprevisibilidad y la brevedad de este fenómeno lo hacen especialmente peligroso. Al no haber tiempo para prepararse, los daños pueden ser mayores y las personas tienen poca capacidad de reacción. En 2025, por ejemplo, Granada capital estuvo bajo alerta ese día y aun así no sufrió reventones, mientras que en la costa el fenómeno sí ocurrió de forma puntual; es decir, solo algunas células tormentosas generan reventón y otras no, incluso dentro de la misma región, complicando aún más su pronóstico. Por ello, las recomendaciones de los meteorólogos ante una posible situación de reventón cálido son generales: extremar la precaución si hay tormentas secas en la zona, evitar zonas descubiertas (playas, descampados) en las horas de más riesgo y estar atento a cambios bruscos en el tiempo. Afortunadamente, una vez pasa el frente de rachas cálidas, suele llegar un descenso térmico: tras el reventón, el aire caliente se dispersa y puede entrar aire más fresco, aliviando el calor extremo inicial. Este fue el caso en Granada, donde el “soplo de horno” duró poco y dio paso a temperaturas más razonables tras unos minutos de caos.

Fuente: ChatGPT / E. F.

Un fenómeno poco común, pero extremo, también registrado en España

Los reventones cálidos no son frecuentes, pero cuando ocurren pueden tener consecuencias graves. El violento episodio de Motril y Almuñécar es uno de los pocos documentados recientemente en España. Otro caso resonante sucedió en agosto de 2022 durante el festival de música Medusa, en Cullera (Valencia). En aquella ocasión, de madrugada, un reventón cálido sorprendió a miles de asistentes con vientos huracanados y aire ardiente, derribando parte del escenario y estructuras del evento. Lamentablemente, aquella vez el fenómeno causó una tragedia, con un fallecido y decenas de heridos entre el público. Varios testigos relataron entonces que el viento “quemaba la piel” y que empezaron a caer fragmentos como si fuesen ceniza incandescente. Aquella noche, en el aeropuerto de Alicante se registraron rachas de hasta 80 km/h junto a un aumento de temperatura hasta 40,5 ºC pasada las 3 de la madrugada, evidencia de otro reventón cálido ocurrido casi simultáneamente en la región. También en Murcia y otras zonas del sureste peninsular se han observado reventones cálidos nocturnos en condiciones de calor extremo seguidas de tormentas aisladas. Estos episodios, al igual que el de Granada, confirman que bajo olas de calor intensas las tormentas pueden desencadenar fenómenos explosivos de viento y calor en distintos puntos de España.

En definitiva, un reventón cálido es un golpe súbito de viento ardiente procedente de una tormenta que pilla por sorpresa por su rapidez y virulencia. Su formación requiere una combinación poco usual de calor extremo, aire seco y tormentas, por lo que son fenómenos escasos; pero cuando ocurren, dejan huella. El caso de la Costa Tropical granadina el 17 de agosto de 2025 demostró su poder: en apenas unos instantes transformó una tranquila tarde de verano en un vendaval sofocante, recordándonos que la atmósfera puede a veces manifestar su fuerza de formas tan repentinas como espectaculares. Los científicos continúan estudiando estos eventos para mejorar su detección y alerta, pero por ahora la mejor defensa es conocer su naturaleza –como la que hemos descrito aquí– y mantenerse vigilantes ante cambios bruscos del cielo cuando el calor y las tormentas secas se combinan.

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