Parece que las ranas hembras no siempre están dispuestas a tener actividad sexual en cualquier momento y claro, ninguna rana macho querría aparearse con una pareja muerta. Pues esto es precisamente lo que los científicos han descubierto: que las ranas hembras parecen haberse dado cuenta de este detalle y, ni cortas ni perezosas, fingen durante 2 minutos su muerte para evitar apareamientos indeseados. Se trata de un innovador método para escapar de machos demasiado agresivos.

Contigo no, bicho
Las estrategias de apareamiento y los comportamientos reproductivos de los animales ofrecen algunas de las escenas más curiosas de la naturaleza. Algunos bailan espectacularmente, otros gritan, otros se vomitan el uno al otro para 'crear ambiente', otros orinan encima del posible compañero... lo que no habíamos visto nunca entre las ranas es cómo evitar una pareja indeseada. Parece que tienen más de un truco bajo la manga para deshacerse de los machos con los que no quieren aparearse.
Habitualmente, cuando llega la primavera, las ranas macho trepan a la espalda de las ranas hembra en una posición conocida como amplexus en un evento en el que el macho intentará aparearse con cuantas hembras le sea posible e incluso apilando todas las hembras una encima de otra, todas ellas en actitud pasiva, con lo que algunas pueden acabar ahogándose. Ahora, una nueva investigación liderada por científicos del Instituto Leibniz para la Evolución y la Ciencia de la Biodiversidad ha descubierto que las hembras de las ranas comunes europeas (Rana temporaria) ruedan y gruñen cuando se les acerca una pareja no deseada e incluso fingen su muerte. Y es que, en hay veces que se producen 'bolas de apareamiento' en las que varios machos rivales intentan reproducirse simultáneamente con la misma hembra, por lo que no es raro que seis machos rodeen y se aferren a una sola hembra algo que, de nuevo, puede ser potencialmente mortal para la hembra. Este hallazgo indica que las hembras desempeñan un papel mucho más activo en la selección de pareja de lo que se pensaba (en aras de su propia supervivencia).
"Nuestro estudio proporciona evidencia clara de que las ranas hembras, incluso en densas concentraciones de apareamiento de reproductores explosivos, son menos indefensas de lo que generalmente se supone", escriben los investigadores en su estudio publicado en la revista Royal Society Open Science. Hasta ahora, se sabía poco sobre si las ranas hembra podrían evitar esta situación potencialmente mortal y cómo lo hacían.
Experimento
Los investigadores separaron una población de ranas comunes europeas en diferentes tanques llenos de agua. Después de la separación había dos hembras y un macho en cada tanque. Observaron que los machos agarraron a un total de 54 ranas hembra, pero el 80% de la población de ranas hembras capturadas se puso boca arriba para evitar el coito. El 48% intentó imitar los sonidos que hacen los machos, engañando a los verdaderos machos para que las evitaran en la cópula. Y el 33% de ellas fingió estar muerta, endureciendo sus patas a la vez que se ponían boca arriba -para darle más realismo a la escena-. Los expertos están convencidos de que se trata de respuestas de estrés al comportamiento de apareamiento.
"La inmovilidad tónica puede ser una mejor opción para una hembra que luchar para salir", escriben los autores, "ya que cualquier movimiento en un gran grupo de apareamiento atrae automáticamente la atención de otros machos cercanos y, por lo tanto, aumenta la probabilidad de que se forme una bola de apareamiento".

¿Un comportamiento consciente o una estrategia de apareamiento?
Sin embargo, los investigadores reconocen que estos comportamientos podrían tener también otros propósitos, sugiriendo que darse la vuelta para desembarazarse de un macho, podría ser una forma de probar la fuerza y resistencia del mismo, rasgos que podrían aumentar sus posibilidades de supervivencia si el macho puede defenderse. Para resolver esta duda, los expertos necesitarán un tamaño de muestra más grande, considerando que a los machos solo se les presentaron dos hembras durante este experimento.
En varias especies, fingir la muerte puede ser una estrategia para evitar a los depredadores, ya que el animal finge su muerte para permanecer completamente quieto cuando se siente amenazado. Sin embargo, fingir la muerte como estrategia para evitar el apareamiento es mucho más raro y sólo se ha observado en unos pocos animales, como algunas arañas y libélulas.
Referencias:
- Drop dead! Female mate avoidance in an explosively breeding frog Carolin Dittrich and Mark-Oliver Rödel Published:11 October 2023 Royal Society Open Science https://doi.org/10.1098/rsos.230742