Abotonamiento en perros: Todo lo que necesitas saber sobre este curioso comportamiento

¿Alguna vez has observado o te han contado que los perros cuando un macho cubre una hembra en celo, se quedan enganchados y se produce un giro del macho de 180 grados de manera que ambos animales quedan de espaldas? Y quizás has escuchado que separarlos en ese momento puede ser peligrosos. Este tipo de apareamiento es característico de los perros y estas son las razones.
Por Qué  Se Quedan Enganchados Los Perros Tras La Cópula

Cada especie tiene sus propias estrategias reproductivas. En el caso de los canes, sus capacidades reproductivas están encaminadas a asegurar una gestación y el nacimiento de un grupo de cachorros que mantengan el bagaje genético de los progenitores, aunque esto pueda ocasionar que los perros se queden pegados.

Ciclo reproductivo y estrategias en perros

Propósito y ciclo reproductivo

El ciclo reproductivo de los perros, o Canis lupus familiaris, está diseñado para asegurar la continuidad de la especie mediante la transmisión del material genético de los progenitores a la descendencia. Cada especie tiene sus propias estrategias reproductivas, y en el caso de los perros, estas estrategias están optimizadas para garantizar el éxito reproductivo.

Durante el ciclo reproductivo, las hembras experimentan un período conocido como "celo" o "estro", en el que son receptivas sexualmente y capaces de concebir. Este período varía según la raza; mientras que algunas razas grandes experimentan un solo celo al año, la mayoría de las razas tienen dos celos anuales.

El celo en las hembras caninas suele durar alrededor de dos semanas, durante las cuales emiten feromonas que atraen a los machos a distancia. Estas feromonas son cruciales para el apareamiento, ya que informan a los machos sobre la disponibilidad sexual de la hembra. El propósito de este ciclo es para tener la certeza que, al menos, el material genético de un macho sea responsable de la gestación de una camada, garantizando así la diversidad genética y la supervivencia de la especie.

Celo en hembras y atracción sexual

El celo es un período crítico en el ciclo reproductivo de las hembras caninas, y es sumamente curioso cómo los cambios hormonales pueden influir tanto en su comportamiento. Durante esta fase, las hembras experimentan un aumento en la producción de estrógenos, lo que desencadena comportamientos destinados a atraer a los machos.

Las feromonas que emiten son percibidas por los machos a través de su agudo sentido del olfato, y pueden detectarse a varios kilómetros de distancia. Esta capacidad olfativa permite a los machos identificar a las hembras en celo y responder a sus señales de atracción sexual. El proceso de atracción es esencial para el apareamiento, ya que asegura que los machos adecuados se encuentren con las hembras receptivas en el momento óptimo para la concepción.

Además de las feromonas, las hembras también muestran cambios en su comportamiento durante el celo. Pueden volverse más juguetonas y cariñosas, y a menudo adoptan posturas que facilitan la monta. Estos comportamientos son señales claras para los machos de que la hembra está lista para aparearse.

Comportamiento de apareamiento entre machos y hembras

El comportamiento de apareamiento entre machos y hembras caninos es un proceso cuidadosamente orquestado que involucra una serie de interacciones complejas. Los machos, atraídos por las feromonas emitidas por las hembras en celo, inician un cortejo que puede incluir olfateos, lamidos y vocalizaciones. Este cortejo es una parte esencial del proceso de apareamiento, ya que permite a ambos individuos evaluar la disposición del otro para copular.

Durante el cortejo, el macho y la hembra se comunican a través de señales visuales y olfativas. El macho interpreta estas señales para determinar el momento adecuado para intentar la monta. Si la hembra está receptiva, permitirá al macho acercarse y proceder con la cópula. La experiencia y pericia de los individuos también juegan un papel importante en el éxito del apareamiento, ya que los perros más experimentados pueden coordinar sus acciones de manera más efectiva.

Una vez que el cortejo ha sido exitoso, el macho monta a la hembra y se produce la cópula. Este proceso es fundamental para la reproducción, ya que permite la transferencia de espermatozoides del macho a la hembra. El comportamiento de apareamiento es un aspecto crucial del ciclo reproductivo de los perros, diseñado para maximizar las posibilidades de éxito en la concepción.

Importancia de las feromonas en la cópula

Las feromonas juegan un papel crucial en el proceso de cópula de los perros, actuando como señales químicas que facilitan la comunicación entre machos y hembras. Durante el celo, las hembras producen feromonas que son percibidas por los machos a través de su agudo sentido del olfato. Estas sustancias no solo indican la disponibilidad sexual de la hembra, sino que también proporcionan información sobre su estado emocional y jerarquía social.

La capacidad de los machos para detectar feromonas a largas distancias es un factor clave en el ciclo reproductivo de los perros. Esta habilidad les permite localizar a las hembras en celo y responder rápidamente a sus señales de atracción. Las feromonas también juegan un papel en la selección de pareja, ya que los machos pueden evaluar la calidad genética de la hembra a través de las señales químicas que emite.

Además de facilitar el encuentro entre machos y hembras, las feromonas también influyen en el comportamiento de ambos durante la cópula. Pueden aumentar la excitación sexual y mejorar la sincronización de los movimientos durante el apareamiento. La importancia de las feromonas en la cópula radica en su capacidad para asegurar que el apareamiento ocurra en el momento más propicio.

Anatomía y proceso del abotonamiento en perros

Anatomía del pene canino y su función

La anatomía del pene canino es realmente interesante y desempeña un papel fundamental en el proceso reproductivo. Una de las características más distintivas es la presencia de un hueso peneano, también conocido como báculo. Este hueso proporciona rigidez al pene durante la cópula, permitiendo que el macho mantenga la penetración el tiempo necesario para asegurar la transferencia de espermatozoides.

Además del hueso peneano, otra estructura clave es el bulbo peneano, ubicado cerca de la base del pene. Durante la excitación sexual, este bulbo se dilata, lo que provoca el fenómeno conocido como "abotonamiento" o "quedarse pegados". Este proceso asegura que el macho quede temporalmente unido a la hembra, facilitando la transferencia completa del semen.

La función del pene canino durante la cópula es esencial para el éxito reproductivo. Está adaptado para asegurar que los espermatozoides sean depositados en el lugar correcto dentro del tracto reproductivo de la hembra, aumentando así las posibilidades de fecundación.

Proceso de "abotonamiento" durante la copulación

El proceso de "abotonamiento" es uno de los aspectos más curiosos del apareamiento en perros. Durante la cópula, después de la penetración, el bulbo peneano del macho se hincha considerablemente debido al aumento del flujo sanguíneo. Al mismo tiempo, los músculos vaginales de la hembra se contraen, lo que provoca que los perros se queden pegados.

Este fenómeno puede durar entre 20 y 60 minutos, y aunque puede parecer incómodo, es un proceso natural y necesario. El abotonamiento asegura que el semen sea retenido dentro del tracto reproductivo de la hembra, además, impide que otros machos puedan aparearse con la hembra en ese momento, reduciendo la competencia y asegurando que el material genético del macho sea el que prevalezca.

Durante este tiempo, es común que los perros giren y queden espalda con espalda, pero es importante no intervenir ni intentar separarlos. Hacerlo podría causar lesiones graves a ambos. Es mejor permitir que el proceso siga su curso natural hasta que se separen por sí mismos.

Fases de la eyaculación del macho canino

La eyaculación en el macho canino es un proceso que ocurre en tres fases distintas, cada una con un propósito específico:

  1. Primera fase (fracción pre-espermática): Esta es una pequeña cantidad de líquido claro que ayuda a limpiar la uretra de cualquier residuo o bacteria, preparando el camino para los espermatozoides.
  2. Segunda fase (fracción espermática): Es aquí donde se libera la mayor concentración de espermatozoides. Esta fase ocurre una vez que el abotonamiento ha comenzado, asegurando que los espermatozoides sean depositados lo más cerca posible del cuello uterino de la hembra.
  3. Tercera fase (fracción post-espermática): Consiste principalmente en líquido prostático que ayuda a mover los espermatozoides hacia el útero y proporciona un ambiente favorable para su supervivencia.

Este proceso secuencial maximiza las posibilidades de que los espermatozoides alcancen y fertilicen los óvulos de la hembra. Es un sistema altamente eficiente que demuestra la complejidad y precisión de la reproducción en los perros.

Razones fisiológicas para el abotonamiento

El abotonamiento tiene varias razones fisiológicas importantes:

  • Asegurar la fertilización: Al mantener al macho y la hembra unidos durante un período prolongado, se garantiza que una mayor cantidad de espermatozoides tenga tiempo de llegar al útero, aumentando las posibilidades de fecundación.
  • Reducir la competencia: Durante el tiempo que dura el abotonamiento, es imposible que otro macho se aparee con la hembra, lo que asegura que el material genético del primer macho tenga prioridad.
  • Estabilizar la cópula: El abotonamiento también ayuda a mantener la unión física durante la cópula, permitiendo una transferencia de semen más efectiva.

Este proceso es un claro ejemplo de cómo la evolución ha moldeado las estrategias reproductivas para maximizar el éxito en la procreación.

Consecuencias de intervenir en el abotonamiento

Riesgos de separar a los perros abotonados

Puede ser tentador intervenir cuando vemos a dos perros pegados después de la cópula, especialmente si parecen incómodos o están en un lugar inapropiado. Sin embargo, intentar separarlos puede ser extremadamente peligroso para ambos.

Para la hembra, la separación forzada puede causar desgarros en el tracto reproductivo, lo que podría llevar a infecciones, hemorragias y problemas de fertilidad futuros. En el caso del macho, puede sufrir lesiones en el pene, incluyendo fracturas del hueso peneano o daños en el bulbo peneano.

Además del riesgo físico, la intervención humana puede causar un gran estrés y trauma psicológico en los perros. Es importante recordar que el abotonamiento es un proceso natural y necesario, y lo mejor es permitir que cuando los perros se pegan al aparearse, se separen por sí mismos una vez que el bulbo peneano del macho regrese a su tamaño normal.

Consecuencias físicas de la intervención humana

Intervenir durante el abotonamiento puede tener consecuencias graves:

  • Lesiones internas: Desgarros en la vagina de la hembra y daños en el pene del macho.
  • Dolor intenso: Tanto el macho como la hembra pueden experimentar un dolor significativo si se les fuerza a separarse.
  • Problemas reproductivos futuros: Las lesiones pueden llevar a problemas de fertilidad o complicaciones en futuros apareamientos.

Por estas razones, es esencial evitar cualquier intento de intervención.

Importancia de permitir el proceso natural

Permitir que el abotonamiento ocurra de manera natural es crucial por varias razones:

  • Bienestar animal: Evitamos causar estrés y posibles lesiones a los perros.
  • Éxito reproductivo: Aumentamos las posibilidades de una fecundación exitosa.
  • Respeto por la naturaleza: Reconocemos y respetamos los procesos naturales inherentes a la biología de los perros.

Si nos encontramos en una situación en la que dos perros están pegados, lo mejor es mantener la calma, asegurar un entorno seguro y tranquilo, y esperar a que se separen por sí mismos.

Consideraciones sobre la esterilización y el embarazo

Efecto de la esterilización en el comportamiento reproductivo

La esterilización es una práctica común para controlar la población canina y prevenir embarazos no deseados. Un perro esterilizado no puede reproducirse, pero es interesante saber que, en algunos casos, los perros esterilizados pueden seguir mostrando comportamientos sexuales.

Un perro macho esterilizado puede intentar montar a una hembra en celo y, aunque no pueda fecundarla, puede quedar pegado con ella debido al abotonamiento. Sin embargo, dado que no produce espermatozoides viables, no hay riesgo de embarazo.

La esterilización también puede tener efectos positivos en el comportamiento, como reducir la agresividad y la marcación territorial. Es una opción responsable para los dueños que no planean criar a sus mascotas y quieren contribuir al control de la población canina.

Opciones para interrumpir un embarazo indeseado en perras

Si una perra ha quedado preñada de manera accidental, es fundamental consultar con un veterinario lo antes posible. Existen opciones para interrumpir un embarazo no deseado, pero deben ser manejadas por profesionales para garantizar la salud y el bienestar de la hembra.

El veterinario puede ofrecer medicamentos que interrumpen el embarazo en sus primeras etapas y también se puede considerar la esterilización, que no solo evitará el embarazo actual sino futuros. Es importante tomar decisiones informadas y actuar rápidamente, ya que las opciones son más limitadas a medida que avanza la gestación.

Además, prevenir es siempre mejor que remediar. Mantener a las perras en celo alejadas de los machos y considerar la esterilización son medidas efectivas para evitar situaciones indeseadas.

Referencias:

  • Goodwin, M.et al. 1979. Sex pheromone in the dog. Science, 203(4380), 559-561.
  • Hart, B. L. 1967. Sexual reflexes and mating behavior in the male dog. Journal of Comparative and Physiological Psychology, 64(3), 388.

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