Vivimos rodeados de tentaciones que intentan seducirnos constantemente. Y es que, la vida contemporánea nos ha sumergido en un mar de 'peligros' de los que, en ocasiones, resulta difícil escapar. Por eso, ya hace milenios que la tradición cristiana se encargó de encapsular algunas de nuestras debilidades más profundas en los siete pecados capitales.
Estos pecados, que han formado parte de la cultura y la religión durante siglos, nos ofrecen una lente a través de la cual podemos examinar nuestras luchas diarias y los retos de resistir a nuestras inclinaciones más oscuras.

Precisamente al hilo de este asunto, acaba de ver la luz ‘La ciencia del pecado’, un libro firmado por el científico a Jack Lewis, que explora los últimos avances en neurociencia para arrojar luz sobre el asombroso mundo de la tentación.
Este trabajo, publicado por la editorial Pinolia, aborda la ciencia que hay detrás de esas tentaciones. Cada capítulo, inspirado en uno de los siete pecados capitales, revela las batallas neuronales entre la tentación y la contención que tienen lugar en nuestro cerebro.
¿Por qué las personas pueden volverse despiadadas cuando experimentan sentimientos de avaricia? ¿Qué hay detrás de aquellos que tienen aventuras y engañan a sus parejas? ¿Por qué nos resulta difícil seguir una dieta o resistirnos a las redes sociales? En definitiva, ¿por qué hacemos cosas que sabemos que no deberíamos hacer?
Para descubrirlo, el neurobiólogo Jack Lewis ofrece algunas perspectivas sobre por qué sucumbimos por ejemplo a la envidia, las aventuras, los impulsos relacionados con la comida y otras debilidades, proporcionando a su vez estrategias para gestionar o dominar esas controvertidas emociones.
Al mismo tiempo, el autor proporciona valiosas lecciones para la introspección y el análisis del comportamiento propio, con el objetivo de mejorar la salud, la felicidad y la productividad al aprender a decir “no” más a menudo, especialmente en situaciones difíciles de resistir.

Más allá del pecado
La soberbia, el primer pecado capital, nos advierte sobre la trampa de la confianza excesiva en uno mismo. “El orgullo, por ejemplo, puede tener consecuencias sanas o malsanas según como se manifieste en una persona. Ser demasiado egocéntrico es una actitud molesta para los demás, pero no sentirse orgulloso de lo que uno hace también puede acarrear problemas”, relata el autor. Y es que, la ciencia defiende que una autoestima saludable es esencial, pero cuando cruza la línea hacia la arrogancia, puede llevarnos por caminos peligrosos.
De hecho, la neurociencia revela que la soberbia puede estar relacionada con una actividad excesiva en ciertas regiones del cerebro asociadas con la recompensa y la toma de decisiones. Es por ello que el autor entiende que es casi un acto de malabarismo neural encontrar un equilibrio adecuado entre la confianza y la humildad.
La gula, por su parte, nos recuerda las trampas de la indulgencia desmedida. “La gula permitió que nuestros antepasados cazadores-recolectores sobrevivieran a períodos de escasez de alimentos, pero ahora la lacra de la obesidad atenta contra nuestra calidad de vida e incluso nos está matando”, anota Lewis.
En particular, la ciencia nutricional subraya que nuestra relación con la comida va más allá del simple acto de alimentarnos; está influenciada por factores emocionales y sociales. Por este motivo, el autor considera que comprender cómo nuestras mentes responden a la comida puede ayudarnos a cultivar hábitos alimenticios más saludables.
Con respecto a la lujuria, el deseo sexual excesivo o inapropiado, la ciencia nos dice que está arraigado en la biología humana, con complejas interacciones hormonales y cerebrales.
“Está claro que un toque de lujuria es vital para la perpetuación de la especie, pero, cuando permitimos que la libido domine todas las decisiones, esto nos puede causar un gran sufrimiento”, apunta el escritor. Aquí, Lewis ofrece las claves desde distintos puntos de vista para manejar estos fuertes impulsos de forma ética y sana.
La pereza plantea preguntas sobre la naturaleza de la procrastinación y la falta de iniciativa. Al hilo de este pecado, cita textualmente: “La pereza es una fuerza del mal cuando anima a la gente a eludir sus obligaciones, pero en otras ocasiones es vital, ya que nos permite recuperarnos de la enfermedad, o incluso evitar que esta se desarrolle”.
No en vano, la neurociencia nos dice que la pereza puede estar relacionada con la actividad reducida en ciertas áreas del cerebro asociadas con la toma de decisiones y la motivación. Se entiende, por tanto, que superar la pereza implica comprender cómo podemos activar estas regiones cerebrales y cultivar hábitos que fomenten la acción.
Además, “incluso la envidia, la codicia y la ira tienen componentes benignos y malignos”, asegura. La avaricia se manifiesta en la codicia desmedida por posesiones materiales y riqueza, pero también la ciencia argumenta que la búsqueda constante de más puede estar relacionada con la liberación de dopamina en el cerebro, un neurotransmisor asociado con la recompensa y el placer.
Ocurre también con la ira, que nos enfrenta al desafío de controlar nuestras emociones. Se cree que está vinculada a la actividad en la amígdala, una región del cerebro asociada con las respuestas emocionales. Por ello, el autor apuesta, además de entender cómo el cerebro procesa estas emociones, por estrategias efectivas para la autorregulación de las mismas.
Por último, la envidia, o ese deseo de tener lo que otros poseen, está arraigada en la comparación constante. La ciencia social asegura que puede estar relacionada con la activación de áreas del cerebro asociadas con la evaluación social y la autoevaluación. Según el experto, ser capaces de resistir a la envidia implica reconocer estos patrones de pensamiento y cultivar la gratitud por lo que tenemos.
Así, en última instancia, apunta: “Si nos damos cuenta de que estamos a punto de ceder a estos impulsos y elegimos alternativas que reduzcan el dolor social y, al mismo tiempo, refuercen nuestros lazos sociales en lugar de amenazarlos, podremos gestionar nuestra agitación interior de forma que nos aseguremos todos los beneficios a largo plazo que se derivan de sentir que realmente pertenecemos a algo”.

La ciencia del pecado
28,95€
También puedes leer en exclusiva, solo en la web de Muy Interesante, un extracto del primer capítulo de este libro.
Sobre el autor
Jack Lewis es neurobiólogo y presentador de televisión. Se doctoró en Neurociencia por el University College de Londres y continuó su investigación con imágenes de resonancia magnética funcional para estudiar cómo el cerebro humano integra el sonido y la visión como posdoctorando en el Instituto Max Planck de Cibernética Biológica.
En los últimos años se ha centrado en dar a conocer las últimas investigaciones neurocientíficas al gran público de manera accesible, mediante la divulgación y con una exitosa carrera en la televisión británica desde 2008 como presentador de la serie de la BBC People Watchers, que consistía en recorrer las calles de Londres realizando experimentos de psicología social filmados en secreto con personas desprevenidas.
La segunda temporada de su programa más reciente, Secrets of the Brain, ha cosechado un gran éxito a nivel internacional y se ha emitido en 20 países, desde Estados Unidos a Corea del Sur.