El progreso científico de la NASA hacia el alunizaje está en marcha. 52 años después de su última misión en la Luna, Estados Unidos ha vuelto a posarse en la Luna tras un aterrizaje suave en el polo sur, cerca del macizo de Malapert, aproximadamente a 300 kilómetros del polo sur de nuestro satélite.
La misión IM-1 estaba programada para aterrizar en el satélite a las 23:24 hora española peninsular. El viaje de exactamente una semana, que comenzó el pasado 15 de febrero, a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX, ha culminado hoy con un aterrizaje igualmente exitoso en la Luna con el módulo lunar Odiseo (o Nova-C), poniendo sus pies (o patas) sobre la Luna por primera vez.

Es el primer módulo privado en posarse nuestro satélite
El objetivo de Odiseo -un módulo de aterrizaje de 4,3 metros de altura construido y operador por la compañía Intuitive Machines con sede en Houston, es investigar las interacciones de la superficie lunar, estudiar el clima espacial y hacer pruebas de tecnologías de aterrizaje de cara al programa Artemis, cuyas principales metas son "demostrar la capacidad de los sistemas de Orión en un entorno de vuelo espacial y garantizar un reingreso, descenso, amerizaje y recuperación seguros" antes del primer vuelo tripulado.
Antes de este momento, del aterrizaje exitoso en la Luna, el mundo pensaba: si todo va bien, se convertirá en la primera nave espacial privada en realizar un aterrizaje suave allí y la primera misión estadounidense en llegar allí desde el Apolo 17 en 1972. Toda una proeza, teniendo en cuenta que llevamos tantas décadas sin volver a nuestro satélite.
Aunque se trata de una misión privada, el principal cliente es la NASA, que pagó 118 millones de dólares por el envío de seis instrumentos a la Luna, de ahí que la NASA también retransmitiese la cobertura del aterrizaje. El éxito ha sido histórico, ya que ninguna sonda privada ha realizado antes un alunizaje suave en la Luna (y no será porque otros no lo han intentado).

¿Cuál es la carga de la NASA?
Los instrumentos científicos de la NASA que se encuentran a bordo son seis:
- LN-1 (Demostración de navegación del nodo lunar 1),
- NDL (Navegación Doppler Lidar para detección precisa de velocidad y alcance) que es un sensor de descenso y aterrizaje basado en la detección y alcance de luz,
- RFMG (Medidor de masa por radiofrecuencia) que provee una medición significativamente más precisa del nivel de llenado de un tanque de combustible,
- ROLSES (Observaciones de ondas de radio en la superficie lunar de la vaina fotoelectrónica) que detectará emisiones radiales del Sol, Júpiter y la Tierra, así como polvo que impacte en la superficie de la Luna,
- SCALPSS (Cámaras estéreo para estudios de la superficie del penacho lunar) que son cuatro cámaras para capturar sonido e imágenes fijas de la columna de polvo creada por el motor del módulo de aterrizaje cuando comience su descenso a la superficie lunar hasta que se apague y
- LRA (Laser Retroreflector Array); un experimento pasivo diseñado para la superficie lunar. Este último y su colección de retrorreflectores (8), permiten un alcance láser de precisión, que es una medida de la distancia entre una nave espacial en órbita o aterrizaje y el reflector del módulo de aterrizaje; esto es, funcionará como marcador de ubicación permanente en la Luna durante las próximas décadas.

Recordemos que el mes de enero pasado, el módulo Peregrine, de la empresa Astrobotic Technology llevaba también carga de la NASA y de otras empresas comerciales y falló en su intento de aterrizar en la Luna debido a problemas de abastecimiento de combustible, entre otros. De ahí la importancia de no volver a tener un fiasco en el momento de alunizar.
El módulo de aterrizaje también lleva otras cargas útiles, incluida una cámara construida por estudiantes de la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle en Daytona Beach, Florida; un instrumento precursor de un futuro telescopio lunar; y un proyecto de arte de Jeff Koons.

¿Cómo es el lugar de aterrizaje?
El cráter Malapert A es relativamente plano y por lo tanto seguro para aterrizar. El módulo Odiseo lo ha tenido 'fácil', al planificar el alunizaje en un área de aterrizaje del tamaño de un campo de fútbol americano. Tras ajustar su velocidad, Odiseo ha aterrizado suavemente cerca del cráter. Ubicado cerca del polo sur lunar, Malapert A es una característica intrigante enclavada en el terreno accidentado del cráter Malapert más grande. Está situado en una región que recibe luz solar casi continua, lo que lo convierte en un candidato ideal para la generación de energía solar, una necesidad para las operaciones lunares sostenidas. Las anteriores misiones lunares estadounidenses han alunizado en las regiones ecuatoriales.
Quizás más tentador sea el potencial de que haya hielo de agua en las regiones permanentemente sombreadas cerca de Malapert A. Se cree que estos cráteres -que están en sombra permanente, sin contacto con el calor del sol-, contienen hielo de agua, conservado durante miles de millones de años, y esto supone un valor muy importante, ya que el hielo de agua no sólo es un recurso vital para sustentar la vida, sino que también puede dividirse en hidrógeno y oxígeno para obtener combustible y sistemas de soporte vital.
El nombre del cráter se puso en honor de Charles Malapert, un astrónomo belga del siglo XVII.

Referencias:
NASA / Intuitive Machines