El MUY descubrimiento de 2025: Varios científicos y científicas se atreven a vaticinar qué ocurrirá este año en el mundo de la ciencia

Entra en el fascinante mundo de la ciencia y conoce los avances más emocionantes que podemos esperar en 2025.
El MUY descubrimiento de 2025 - El MUY descubrimiento de 2025

La ciencia siempre ha tenido la capacidad de sorprendernos y 2025 promete ser un año lleno de descubrimientos que podrían redefinir nuestra comprensión del mundo. Desde avances en inteligencia artificial y biología molecular hasta la exploración del cosmos y las raíces más profundas de nuestra humanidad, el panorama científico se expande con posibilidades emocionantes. Hemos preguntado a expertos de diversas disciplinas cuáles podrían ser los hallazgos más destacados del próximo año, y sus respuestas reflejan un entusiasmo compartido por un futuro lleno de innovación.

Estos pronósticos anticipan el progreso tecnológico y científico, pero también abren la puerta a nuevas formas de abordar problemas complejos, mejorar nuestras vidas y responder a desafíos globales. Desde la mejora en el tratamiento de enfermedades críticas, el diseño de cultivos resilientes frente al cambio climático, hasta la exploración de fenómenos astrofísicos desconocidos, 2025 podría ser un año clave para alcanzar hitos extraordinarios. ¡Acompáñanos a descubrir lo que el futuro nos tiene preparado!

1. Modelización matemática y análisis de datos en leucemia linfoblástica aguda (María Rosa Durán, matemática)

Más de 1400 niños son diagnosticados de cáncer en España cada año, siendo la Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA) la más frecuente. Para su tratamiento, los pacientes son estratificados según su riesgo mediante un diagnóstico integrado que abarca citomorfología, biología molecular, citogenética y citometría de flujo. La supervivencia de estos pacientes se ha incrementado considerablemente en las últimas décadas, pero a pesar de estos excelentes resultados, todavía un pequeño grupo de pacientes, entre un 15-20%, fracasan en el tratamiento. Mejorar esta clasificación es vital para identificar de manera temprana a los pacientes en riesgo de recaída, dado que la supervivencia de la LLA en niños tras la recaída es inferior al 40-50%.

El objetivo de este proyecto fue explotar los datos al diagnóstico de la enfermedad usando herramientas matemáticas tal como la modelización y la inteligencia artificial para mejorar la clasificación, establecer nuevos factores pronósticos, predecir la recaída y reducir la toxicidad. Para conseguirlo, se recogieron datos de diversos hospitales en España que colaboran con el proyecto.  Además de obtener modelos matemáticos que simulan el comportamiento de la enfermedad y de su tratamiento, han desarrollado diferentes algoritmos usando herramientas de Inteligencia Artificial y Análisis Topológico de Datos para detectar la recidiva al diagnóstico, logrando una precisión de hasta el 98%. Estas nuevas estrategias para identificar de manera temprana y precisa a los pacientes con mayor riesgo de recaída abren la puerta a tratamientos más específicos y eficaces desde el momento del diagnóstico. La finalidad de este trabajo es la mejora e implantación en entornos clínicos de herramientas computacionales y matemáticas para el descubrimiento de información con valor pronóstico en el diagnóstico inicial de la enfermedad. El impacto de esta investigación es que sus resultados puedan ser valorados inmediatamente en el momento de la enfermedad para diseñar estrategias terapéuticas más personalizadas. 

María Rosa Durán

En 2025, el avance más importante relacionado con la agricultura estará relacionado con la aplicación de la biología molecular de plantas a plantas de cultivo. En concreto estamos a punto de ver cómo llegan al mercado los cultivos con edición multigénica de precisión, lograda gracias a la integración de tecnologías avanzadas como CRISPR y la inteligencia artificial. Esta innovación permitirá modificar redes genéticas complejas para abordar características poligénicas esenciales como la tolerancia a condiciones adversas y la eficiencia fotosintética. Otro aspecto que veremos en breve será la aparición de plantas editadas en el epigenoma, de forma que la secuencia de ADN será intacta pero habremos modificado por CRIUSPR el patrón de metilación, lo que permite hacer cambios muy precisos en la activación o bloqueo de determinados genes.

A diferencia de las ediciones genéticas actuales, centradas en genes individuales, esta nueva herramienta combinará ediciones simultáneas en múltiples sitios del genoma, optimizando características clave sin comprometer la fisiología de las plantas. Esto permitirá desarrollar cultivos resilientes a condiciones extremas como sequías, altas temperaturas y suelos salinos, esenciales frente al cambio climático.

JM Mulet

3. IA aplicada a las Matemáticas y verificación de resultados (José Antonio Prado-Bassas y Alberto Torrejón Valenzuela, matemáticos)

Presagiar, pronosticar, predecir... un término muy matemático, muy estadístico, y, por ende, muy cercano a la inteligencia artificial, campo al que no se ha recurrido para generar este párrafo. Justamente este último, la Inteligencia Artificial, es el que más atención suscita en muchas de las ramas de las matemáticas en los últimos tiempos.

En el ámbito práctico, 2025 podría ser un año crucial para consolidar la IA en decisiones éticamente complejas, como diagnósticos médicos, juicios o cuestiones relacionadas con la emergencia climática. Esto se debe a avances en interpretabilidad (capacidad de explicar el funcionamiento de un algoritmo) y transparencia (información accesible para los usuarios sobre el diseño y uso de la IA). Además, el desarrollo de algoritmos que prioricen la eficiencia energética por encima del tiempo de ejecución promete ser un logro de gran impacto social y económico. En el plano teórico, destaca la verificación automática de demostraciones matemáticas. Aunque ya se han demostrado teoremas con asistentes lógicos, se espera un aumento significativo en la cantidad de resultados que se pueden verificar mediante Inteligencia Artificial.

Sin embargo, las matemáticas abarcan desafíos mucho más amplios. Según expertos, algunas de las áreas fundamentales a observar en los próximos años incluyen avances en las ecuaciones de Navier-Stokes en contextos complejos, el Problema de Langlands, y la evaluación de la propuesta de Enflo para el problema del subespacio invariante. Otros objetivos son el desarrollo de algoritmos eficientes para integrales estocásticas de órdenes superiores y problemas entero-mixtos no lineales, así como progresos en la conjetura del catenoide crítico y la búsqueda de números primos más grandes. Por último, los avances en computación cuántica podrían finalmente traducirse en aplicaciones tangibles para la sociedad.

Sí, todo esto, nos puede esperar en 2025, ¿te unes?

Alberto Torrejón Valenzuela y José Antonio Prado-Bassas

La arqueología prehistórica vive una auténtica revolución, impulsada por tecnologías punteras y enfoques interdisciplinarios que están transformando nuestra comprensión de las primeras etapas de la humanidad. Entre los temas más fascinantes destaca el estudio de las dinámicas de población y las migraciones humanas durante el Paleolítico y el Neolítico. Gracias al análisis de ADN antiguo, los científicos han trazado rutas migratorias y contactos entre distintas poblaciones, iluminando momentos clave como los vínculos con los neandertales, la expansión del Homo sapiens fuera de África o la llegada de la agricultura a Europa.

El estudio de las herramientas de piedra, o industria lítica, también está viviendo una época dorada. Estas piezas no solo cuentan historias de adaptación al entorno, sino también de innovación cultural. Métodos avanzados como la traceología, que analiza las huellas de uso en las herramientas, o la tomografía computarizada están desvelando secretos sobre cómo vivían y trabajaban nuestros antepasados.

El arte prehistórico, cargado de simbolismo y misterio, se está revelando como un elemento crucial en la cohesión social de las primeras comunidades humanas. Investigaciones recientes han afinado las técnicas de datación y análisis, como la luminiscencia y la espectroscopía, para conocer con precisión la antigüedad y los materiales utilizados en estas expresiones artísticas.

Además, la arqueología experimental y la modelización digital están revolucionando la forma en que reconstruimos el pasado. Estas herramientas nos permiten simular modos de vida, estructuras sociales y estrategias de supervivencia con una precisión asombrosa, proporcionando una visión más rica e integral de las sociedades prehistóricas.

Con todos estos avances, el futuro de la arqueología prehistórica promete ser apasionante. En el horizonte de 2025, seguiremos redescubriendo el pasado más remoto de la humanidad, conectando fragmentos de nuestra historia con una claridad nunca antes imaginada.

Ignacio Martín Lerma

5. Observaciones del observatorio Vera C. Rubin (Francisco Villatoro, físico)

El observatorio sinóptico Vera C. Rubin (LSST, por Large Synoptic Survey Telescope) observará todo el cielo cada tres días para obtener un vídeo del firmamento que permita estudiar fenómenos transitorios. Usando un telescopio de 8.4 metros en Chile, observará 18 000 grados cuadrados del cielo del hemisferio sur (un 43.6 % de todo el cielo). Cada fotograma usará seis filtros (u, g, r, i, z, y), observando objetos con una magnitud aparente de hasta 24.5 (en el filtro r), pero los datos apilados en todos los vídeos alcanzarán una magnitud de 27.8 (filtro r). Su primera luz será en enero de 2025 y en agosto se iniciarán sus operaciones a pleno rendimiento.

 
Sus primeros resultados se publicarán a finales de año. Se esperan gran número de descubrimientos, como nuevos cuerpos menores en el Sistema Solar, desde asteroides cercanos hasta objetos transneptunianos; incluso se descubrirá, o se descartará, el hipotético Planeta 9 que está entre los transneptunianos extremos. También se observarán fenómenos astronómicos transitorios como novas, supernovas, estrellas y cuásares variables, e incluso lensados gravitacionales de estrellas debidos al paso de agujeros negros. 

En años sucesivos se publicarán catálogos detallados de las estrellas de la Vía Láctea, que serán más completos que los de Gaia de la ESA (que alcanza hasta magnitud 21). También catálogos de galaxias más profundos que los existentes de SDSS o DESI, que permitirán estudiar la energía y la materia oscura, entre otros fenómenos cosmológicos. Sin lugar a dudas, el observatorio Vera C. Rubin revolucionará nuestro conocimiento del universo en el año 2025.

Francisco Villatoro
Francisco Villatoro

6. Catálisis y otras alternativas para energía limpia (Ginesa Blanco, química)

La química y la catálisis son fundamentales para desarrollar tecnologías limpias y sostenibles. Actualmente, muchas de estas tecnologías dependen de materiales escasos como las tierras raras, el litio y el cobalto. Por esta razón, se trabaja intensamente en la búsqueda de nuevas alternativas más abundantes y sostenibles a estos materiales críticos. Un buen ejemplo de esta tendencia son las baterías de sodio, que podrían revolucionar la movilidad eléctrica al reducir drásticamente la dependencia del litio, un recurso cada vez más escaso.

Además de en la búsqueda de nuevos materiales, los investigadores están trabajando en mejorar los procesos químicos para producir energía limpia. La catálisis es una herramienta clave en este sentido, ya que permite acelerar reacciones químicas de manera eficiente. Por ejemplo, se utiliza para transformar el CO2 en productos de alto valor añadido (metanol, metano, etc) o para producir hidrógeno a partir de fuentes renovables.

En paralelo a los avances en catálisis y nuevos materiales, la instrumentación científica ha experimentado una notable evolución. Destacamos el creciente interés en técnicas de caracterización in situ que permiten estudiar sistemas bajo condiciones operacionales cercanas a las reales, superando las limitaciones impuestas por las técnicas tradicionales. Así, equipos como los microscopios electrónicos y los espectrómetros de fotoelectrones de rayos X (XPS), tradicionalmente asociados a ambientes de ultra alto vacío, se han adaptado para operar en celdas de reacción o en condiciones de presión y temperatura que asemejan mucho más a las condiciones de trabajo de los materiales que se estudian. Esto permite analizar procesos catalíticos en tiempo real y comprender mejor los mecanismos de reacción. Esta capacidad de trabajar in situ ha revolucionado el estudio de materiales, facilitando el desarrollo de catalizadores más eficientes y selectivos para aplicaciones industriales y energéticas.

Ginesa Blanco

7. Información y energía (Gisela Baños, física)

En términos de progreso, se podría decir que la gran revolución de los siglos XIX y XX fue la de la energía —vapor, electricidad, petróleo, nuclear...—, o, mejor dicho, su disponibilidad y facilidad de acceso. La revolución del siglo XXI está siendo, en cambio, la de la información. El desarrollo de los primeros computadores modernos durante y después de la Segunda Guerra Mundial, así como la democratización de estos con la llegada del ordenador personal en la década de los setenta están dando sus frutos hoy, transformando por completo nuestra forma de entender el mundo e incluso de relacionarnos. Y ahora nos encontramos justo en la intersección, en un momento en que necesitamos un salto cualitativo en ambos aspectos para poder continuar nuestro viaje hacia el futuro

Es posible que ese salto no llegue en 2025, pero este próximo año sí se continuarán construyendo las bases necesarias para que suceda. Estamos entrando ya en la era de la inteligencia artificial avanzada —no solo generativa, y es que se avecinan grandes avances en biotecnología, medicina o ciberseguridad—, de la computación cuántica viable —el récord de qubits lo tiene, en este momento, Atom Computer con 1180— y de los vehículos autónomos —parece que Waymo ya va por el nivel 4 (de 5) de autonomía—. Sin embargo, todo eso no va a poder materializarse a menos que 1) diseñemos sistemas y dispositivos más eficientes y 2) desarrollemos fuentes de energía baratas y, por la cuenta que nos trae, limpias. En lo primero, en lo referente, por ejemplo, al consumo energético de los grandes centros de datos, ya se está trabajando en lugares como el Lincoln Laboratory Supercomputer Center (LLSC) del MIT. No son los únicos. En cuanto a lo segundo, puede que 2025 sea, por fin, el año de las baterías de estado sólido, tal vez de la mano de QuantumScape o Solid Power, algo que podría suponer una mejora considerable respecto a las más habituales de ión litio en lo referente a capacidad, vida útil, velocidad de carga y seguridad. Pero también puede que sea el año del primer paso en firme hacia la ansiada energía de fusión con el «primer plasma» del ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor), que se espera para diciembre.

Es difícil valorar si tendremos un momento «¡Eureka!» el próximo año en algún aspecto, pero los cambios y los sueños de futuro de una época ya muy lejana están, casi, casi, aquí.

Gisela Baños

8. Medicina personalizada y basada en la microbiota (Silvana Tapia, microbiología)

Durante estos 25 años el término microbiota se ha hecho cada vez más patente en nuestras vidas. Se usa para referirse al conjunto de microorganismos que se encuentran en los seres vivos y que pueden influir en su estado de salud. En este primer cuarto de siglo hemos sido testigos de acontecimientos como el desarrollo de nuevas tecnologías de secuenciación masiva y el análisis de grandes volúmenes de datos, que han permitido identificar más, y con mayor precisión, a sus componentes microbianos. Cada vez estamos más cerca de saber exactamente qué hay detrás de sus funciones y las consecuencias en la salud humana, acercandonos poco a poco a poder manipularla, con precisión, y de forma individualizada.

Por tanto, en este 2025, las investigaciones se avanzarán hacia una medicina personalizada, con el estudio de microbiotas individuales, orientadas al diseño de tratamientos específicos, para patologías en las que la microbiota pueda estar implicada, directa o indirectamente, como en ciertas enfermedades inflamatorias o metabólicas.

Las nuevas tecnologías también ayudarán a identificar patrones únicos en la microbiota para personalizar el uso de probióticos, prebióticos y otros "-bióticos". Estos enfoques se utilizarán para equilibrar la microbiota y restaurar su funcionalidad en pacientes con disbiosis,o alteraciones en su composición.
Otra innovación que continuará desarrollándose este nuevo año es el uso del trasplante de microbiota fecal (TMF), utilizado hoy en día sólo en casos graves de infección intestinal por Clostridium difficile.

En el campo de la nutrición, se desarrollarán alimentos y/o dietas funcionales adaptadas a las necesidades de la microbiota de cada persona con el fin de mejorar la digestión y posibles patologías.

Sin embargo, la microbiota es mucho más que eso. Avanzar en su conocimiento nos prepara para nuevas sorpresas y descubrimientos que podrian cambiar el paradigma y comprensión de la salud humana.

Silvana Tapia

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