Cinco etapas, una silla de ruedas y mucho amor: la historia de Eric y Silvia emociona a toda España

No todos los caminos se recorren con los pies. Hyundai documenta una travesía única: madre e hijo, ruedas y corazón.

A veces, los grandes viajes comienzan con un gesto sencillo: empujar una silla de ruedas, mirar a quien tienes al lado y decir “vamos”. Así empieza la historia de Eric y Silvia, madre e hijo, compañeros de camino y protagonistas de un reto que va mucho más allá de la distancia física. Juntos, decidieron recorrer las últimas cinco etapas del Camino de Santiago, un viaje marcado por el esfuerzo, la emoción y una causa que toca el corazón: dar visibilidad a la esclerosis múltiple. Y lo hacen acompañados por Hyundai, que convierte esta experiencia en un ejemplo vivo de su filosofía Progress for Humanity, demostrando que la movilidad también puede ser un puente hacia la inclusión, el apoyo y la solidaridad.

Durante cinco días intensos, entre el calor gallego, las cuestas imposibles y los tramos de tierra, Silvia —que convive con esclerosis múltiple desde hace más de 25 años— avanza gracias al impulso incansable de su hijo Eric, atleta, cuidador y motor emocional de esta travesía. El proyecto, documentado en la pieza audiovisual “El Camino de Eric y Silvia con Hyundai”, no solo recoge imágenes, sino que transmite un mensaje poderoso: el poder del vínculo humano cuando la tecnología y la empatía se encuentran en el mismo camino.

Cada paso que dan deja una huella que va más allá del recorrido: inspira, conmueve y abre camino para quienes, como Silvia, enfrentan cada día desafíos invisibles. Este viaje no es solo suyo, también es de todas las personas que creen en la fuerza de acompañar, en la importancia de visibilizar y en el valor de compartir historias que transforman. Porque cuando se camina con el corazón, ningún reto es imposible.

Origen y motivación del proyecto

El documental nace del deseo de Hyundai Motor España de unir su filosofía Progress for Humanity con una causa social concreta, convirtiendo el reto de Eric y Silvia en manifestación de esperanza y visibilidad. Hyundai concibe el proyecto como un puente entre el mundo del automóvil y el compromiso humano, donde el relato de superación de una madre con esclerosis múltiple se vuelve faro para quienes luchan en silencio. La decisión de recorrer las etapas finales del Camino Portugués apuntala esa intención simbólica: la ruta jacobea, con su tradición de esfuerzo y reflexión, se transforma en escenario de una historia real y transformadora.

Eric y Silvia: una historia de coraje, conexión y lucha compartida

Eric Domingo, atleta y embajador de Hyundai en España, no solo empuja la silla de su madre, Silvia Roldán; la acompaña con una mezcla de cariño, respeto y una determinación que conmueve. Silvia convive con la esclerosis múltiple desde hace más de 25 años, y juntos forman un tándem que desafía barreras visibles e invisibles.

Aunque Eric está acostumbrado al esfuerzo físico, admite que en este camino ha descubierto “lo que significa ser fuerte de verdad”, señalando la valentía diaria de su madre frente al calor, el cansancio y la enfermedad, sin dejar de cuidar también de él. Silvia, con voz firme, lo deja claro: “no somos invisibles”, y anima a que esa voz se escuche cada vez más alto y entre más personas. La conexión entre ambos es pura energía compartida, una prueba viva de que con apoyo y actitud, hasta los límites se vuelven puntos de partida.

El Camino como reencuentro: una experiencia que une, transforma y permanece

La ruta que eligen Eric y Silvia no es sencilla, pero sí profundamente significativa: las cinco últimas etapas del Camino Portugués de la Costa, desde Vigo hasta Santiago de Compostela. Pendientes del 20 %, caminos de tierra y temperaturas extremas dibujan un recorrido exigente, donde cada tramo pone a prueba tanto el cuerpo como la mente. En esos días intensos, la voluntad se combina con la logística: planificar los descansos, contar con asistencia mecánica, mantenerse hidratados y tener apoyo sanitario no son detalles, sino claves para seguir adelante. Hyundai acompaña todo el trayecto, cuidando que nada falte y que cada paso esté respaldado por un equipo humano y técnico preparado para afrontar un reto real y complejo.

Retos técnicos y humanos en el camino

Entre terrenos irregulares, cuestas imposibles, calor sofocante y el cansancio que se va acumulando, el desafío se siente en cada kilómetro. Hyundai aporta el vehículo más adecuado, los puntos de asistencia y un apoyo logístico constante que hace posible continuar cuando las fuerzas flaquean. Pero hay algo que va más allá del esfuerzo físico: está la emoción. El dolor, las dudas, el sacrificio… todo eso también forma parte del camino. Y es ahí donde emerge lo más potente del viaje: la fuerza del vínculo entre madre e hijo, la comunidad que les arropa y una causa que da sentido a cada paso. Porque cuando el cuerpo dice basta, el corazón sigue avanzando.

Más que un patrocinador: Hyundai como aliado en cada paso

Desde que Eric y Silvia emprenden su recorrido en Vigo hasta que alcanzan la emblemática Plaza del Obradoiro, Hyundai está ahí, implicándose de forma activa en cada detalle. Su apoyo va mucho más allá de lo que entendemos como patrocinio: coordina la logística, acompaña con personal técnico, establece puntos de apoyo, gestiona encuentros con asociaciones y medios, y se asegura de que la ruta sea segura en todo momento. Esta implicación refleja con claridad su compromiso con una movilidad realmente inclusiva. Porque Hyundai no solo fabrica vehículos; también tiende puentes para que personas con barreras físicas o sociales puedan avanzar. Y lo hace con convicción, demostrando que moverse también es una forma de transformar.

Staria HEV: un vehículo futurista para un viaje profundamente humano

En el corazón logístico del reto de Eric y Silvia estuvo un modelo que, a primera vista, parece sacado del futuro: el Hyundai Staria HEV. Esta furgoneta híbrida no solo destaca por su diseño vanguardista y su silueta aerodinámica —casi espacial—, sino por su vocación de servicio y versatilidad. Con capacidad para hasta nueve plazas, un interior modular tipo “lounge” y una tecnología orientada al confort y la eficiencia, el Staria fue el compañero ideal para ofrecer apoyo en cada etapa del Camino. Sus puertas correderas eléctricas, espacio diáfano y equipamiento adaptado lo convirtieron en un verdadero centro de operaciones móviles, donde Silvia podía descansar, hidratarse o protegerse del calor extremo.

Visibilizar lo invisible

El documental no es solo una pieza visual, sino un instrumento de concienciación: busca transformar miradas, movilizar apoyos y generar conversación sobre la esclerosis múltiple. Con más de 55 000 personas afectadas en España y 2,8 millones en el mundo, muchas de ellas mujeres, la iniciativa pretende romper el silencio y poner rostro a una enfermedad invisible para muchos.

Al difundir la historia de Eric y Silvia, Hyundai contribuye a que la sociedad reconozca que los retos físicos no pueden marginar la dignidad, la comunidad o la valentía de quienes conviven con dolencias crónicas.

El poder de la palabra en momentos difíciles

A través de las palabras de Eric (“todo es una cuestión de actitud, de querer y de intentar buscar una solución”) y Silvia (“que nadie te diga que tú no puedes”), el documental revela el vínculo emocional que sostiene el viaje y la exigencia interna que alimenta ese impulso contra las adversidades. En esos testimonios late el mensaje esencial: aunque la realidad imponga límites, la voluntad puede activar alternativas, convertir obstáculos en señales y construir un relato de empoderamiento compartido.

Comunidad, solidaridad y acompañamiento

Durante el trayecto, muchas personas se suman a la iniciativa: familias con niños afectados por enfermedades raras, deportistas, periodistas, asociaciones locales y peregrinos espontáneos acompañan a Eric y Silvia en ciertas etapas. Ese acompañamiento transforma el desafío en experiencia colectiva, multiplicando el impacto del mensaje, reforzando que la movilidad social también depende de redes humanas y afectivas que sostienen el avance cuando el cuerpo flaquea.

El Camino como reencuentro: una experiencia que une, transforma y permanece

Más allá del desafío físico o del simbolismo espiritual que encierra el Camino de Santiago, para Silvia y Eric esta travesía ha significado algo mucho más íntimo y profundo: una oportunidad para compartir tiempo juntos, reencontrarse y fortalecerse mutuamente. Durante cinco etapas cargadas de esfuerzo, emoción y silencios compartidos, madre e hijo caminaron —uno empujando, la otra resistiendo— por una ruta que no solo atraviesa paisajes preciosos, sino también las emociones más intensas que se tejen entre dos personas unidas por el amor y la adversidad.

En ese trayecto, cada kilómetro fue una conversación pendiente, una risa espontánea, una mirada cómplice. En medio del calor, el cansancio y los tramos complicados, también hubo espacio para la calma, para el reconocimiento mutuo y para redescubrirse más allá de los roles de madre e hijo. En ese sentido, el Camino ha sido mucho más que un viaje: ha sido una vivencia transformadora, una prueba de que el tiempo compartido, cuando se vive con propósito, deja huellas mucho más profundas que las que marcan los pies.

El documental como legado

Más allá del momento del rodaje, el documental “El Camino de Eric y Silvia con Hyundai” pretende dejar un legado duradero: fomentar la visibilidad de la esclerosis múltiple, recaudar fondos para la investigación, inspirar iniciativas similares y consolidar que el automovilismo —o la movilidad en general— puede articularse como agente social. La esperanza es que esta historia trascienda plataformas y que muchas personas —afectadas o no— se sientan convocadas a sumarse al cambio.

Enlace con innovaciones de movilidad

La apuesta de Hyundai va más allá del relato humano: integra su discurso de innovación con proyectos como adaptar su vehículo más futurista para hacer el Camino de Santiago con una madre con esclerosis múltiple. Esa vinculación refuerza que la tecnología no está reñida con la humanidad, sino que puede adaptarse para franquear barreras. Con iniciativas como esta, la marca no solo muestra de lo que es capaz a nivel técnico, sino que también pone en valor algo esencial: que el futuro será verdaderamente innovador si también es inclusivo, humano y accesible para todas las personas.

El documental no cierra un capítulo, sino que abre caminos: invita a repensar cómo las marcas de movilidad pueden ser agentes de cambio, cómo la tecnología puede adaptarse para apoyar causas humanas y cómo el espíritu de solidaridad puede recorrer kilómetros tan reales como los del Camino. En ese sentido, la historia de Eric y Silvia es un puente entre lo íntimo y lo colectivo, un grito contra la invisibilidad y un desafío a que la sociedad observe con sensibilidad. Si la movilidad del mañana se define por sus valores éticos tanto como por su eficiencia técnica, esta experiencia constituye ejemplo y estímulo para que otras iniciativas surjan, persistan y transformen realidades.

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