En un momento en que el mercado de los vehículos eléctricos vive una transformación acelerada, el Polestar 2 se presenta como una de las apuestas más maduras e interesantes del segmento. No se trata solo de uno más en la carrera hacia la electrificación, sino de un coche que combina dinamismo, tecnología y refinamiento con una coherencia casi escultórica.
En esta versión MY2026, Polestar refuerza su carácter con mejoras que apuntan tanto al rendimiento puro como al confort diario. Partiendo de una base sólida —modelo que ya ha demostrado su valía— la nueva generación reafirma su posición en un entorno cada vez más competitivo, donde emergen desde berlinas eléctricas de lujo hasta Un SUV eléctrico que supera los 700 kilómetros de autonomía en comparación con otros rivales aspiracionales.
Con la vista puesta en ofrecer una experiencia que trasciende lo utilitario, Polestar potencia su ADN escandinavo con detalles de diseño minimalista, funcionalidad inteligente y presencia tecnológica. En este contexto, el coche no solo evoluciona, sino que se convierte en un referente de lo que una berlina eléctrica premium puede (y debe) ofrecer. Además, la marca ya proyecta ambiciones futuras con propuestas como el Polestar 5, un gran turismo eléctrico revolucionario, mostrando que este Polestar 2 forma parte de una hoja de ruta hacia vehículos más emocionantes, más eficientes y más refinados.
Rendimiento optimizado
El apartado de rendimiento del Polestar 2 destaca por su versatilidad: existen cuatro configuraciones motrices que combinan potencias comprendidas entre 200 kW (272 CV) y 350 kW (476 CV), con pares de hasta 740 Nm en las versiones de doble motor. (polestar.com) Estas cifras se traducen en aceleraciones de 0 a 100 km/h en rangos que van desde 6,4 s hasta 4,2 s, según la variante elegida. Además, la opción Performance Pack añade componentes específicos de altas prestaciones, como frenos Brembo y una calibración más agresiva. La gestión electrónica permite adaptar la respuesta al modo de conducción, optimizando la experiencia —ya sea en conducción urbana, deportiva o de eficiencia—, sin perder la solidez estructural que caracteriza al chasis del vehículo.

Autonomía y gestión energética
Aunque desde el punto de vista del rendimiento el Polestar 2 ofrece prestaciones destacadas, su equilibrio real se encuentra en la eficiencia energética y la autonomía. En la modalidad Long Range Single Motor, alcanza 659 km (WLTP), mientras que otras configuraciones oscilan entre 554 km y 596 km, o 568 km si se activa el Performance Pack en versión dual motor. Estos valores, aunque ambiciosos, requieren una conducción consciente de la carga, favorecida por sistemas complementarios como la bomba de calor de bajo consumo, preclimatización y estrategias de regeneración energética. Con estas herramientas, Polestar pretende que el usuario saque el máximo provecho de cada kilovatio hora, minimizando pérdidas térmicas y optimizando la eficiencia en situaciones reales.

Carga rápida y versatilidad energética
Polestar ha entendido que un coche eléctrico no es solo motor y batería, sino también cómo y con qué rapidez puedes recargarlo. El Polestar 2 admite cargas en corriente continua (CC) de hasta 205 kW (en versiones de gran autonomía), lo que permite pasar del 10 % al 80 % en unos 28 minutos. En la versión de autonomía estándar, esta carga rápida se limita a 180 kW y el tiempo estimado baja a 26 minutos. En carga alterna (CA) a 11 kW, el vehículo completa la recarga total entre 7 y 8 horas, dependiendo de la versión. Asimismo, es compatible con el estándar Plug & Charge (ISO 15118), facilitando la conexión automática en puntos compatibles. Este ecosistema de carga flexible refuerza el compromiso de Polestar con la usabilidad diaria.

Plataforma, chasis y suspensión
La base estructural del Polestar 2 aprovecha una plataforma eléctrica moderna y robusta, siendo compatible con ambas configuraciones motrices (tracción trasera o total). En la suspensión, la versión de serie recurre a amortiguadores de doble tubo con válvula de frecuencia selectiva. En combinación con el Performance Pack se integran amortiguadores Öhlins Dual Flow Valve (DFV) ajustables en 22 posiciones, lo que permite un ajuste muy fino entre confort y deportividad. Además, la geometría de suspensión (McPherson en el eje delantero y multibrazo en el trasero) asegura una respuesta ágil y controlada aún en condiciones exigentes. Gracias a estas soluciones, el coche puede mantener un centro de gravedad bajo y una conexión directa con la carretera, esencial para transmitir confianza al volante.

Diseño exterior y presencia escandinava
El diseño exterior del Polestar 2 apuesta por formas limpias, nítidas, sin ornamentos superfluos, un sello de identidad escandinavo que prioriza funcionalidad y estética minimalista. Destacan elementos como faros Pixel LED adaptativos (opcional), secuencia de bienvenida/luz al abrir, iluminación de manillas y detalles luminosos en puertas, soluciones que combinan elegancia con utilidad. El techo panorámico de cristal, disponible con ciertos packs, aporta sensación de ligereza y apertura visual al interior. En cuanto a dimensiones, el Polestar 2 mide 4.606 mm de longitud, tiene una distancia entre ejes de 2.735 mm y un ancho de carrocería de 1.859 mm (excluyendo retrovisores). Estas proporciones permiten un equilibrio entre presencia, habitabilidad y maniobrabilidad urbana.

Espacio interior y calidad de acabados
Dentro del habitáculo se respira una atmósfera sobria y elegante, con materiales cuidadosamente seleccionados y un enfoque ecológico. La tapicería puede elegirse en tejido textil, MicroTech de origen bioatribuido o en cuero Nappa ventilado, combinados con inserciones en madera (Black Ash o Light Ash) para elevar el nivel de sofisticación. Los asientos delanteros son semielectricos con soporte lumbar en cuatro direcciones, memoria para el conductor y extensión del cojín, mientras que los traseros se dividen 40/60 y cuentan con escotilla para objetos largos. En cuanto a confort, elementos como climatización bizona, iluminación ambiental, sensores de calidad del aire y volante calefactado completan un entorno pensado para el usuario exigente.

Infoentretenimiento y conectividad
En el Polestar 2 no podía faltar un sistema de infoentretenimiento acorde a su carácter tecnológico. Opera sobre Android Automotive OS con integración nativa de servicios y apps de Google. La instrumentación digital de 12,3 pulgadas y la pantalla central de 11,2 pulgadas, con recubrimiento antirreflectante, ofrecen una experiencia de usuario fluida, rápida y visualmente atractiva. En cuanto a sonido, ofrece opciones que van desde el sistema High Performance hasta el avanzado Bowers & Wilkins de 1.350 W y 14 altavoces. La conectividad incluye compatibilidad OTA, perfiles de conductor, Wi-Fi integrada, y soporte para Apple CarPlay y Android Auto.

Seguridad y asistentes al conductor
La seguridad va de la mano de un conjunto de cámaras, radares y sensores que sustentan funciones avanzadas de asistencia, como control crucero adaptativo, frenado automático, detección de peatones, asistentes en cambio de carril, entre otros. Las cámaras traseras se combinan con sensores de aparcamiento para facilitar las maniobras, mientras que el paquete de ayudas puede expandirse según los packs elegidos. Polestar también ha reforzado el software de asistencia y la calibración de sensores en el modelo MY2026, mejorando la precisión de sistemas como el mantenimiento de carril o la asistencia en autopista. Este enfoque integral garantiza no solo protección pasiva sino una conducción más segura y confiable en diversos escenarios.

Novedades del modelo MY2026
La versión 2026 trae una serie de mejoras sutiles pero significativas frente a sus predecesores. Según informan fuentes especializadas, se han revisado calibraciones del tren de rodaje para suavizar la transición entre modos de conducción, se ha optimizado la integración del sistema de infoentretenimiento y se ha mejorado la ergonomía de ciertos controles. Además, algunos componentes internos se han rediseñado para reducir peso y aumentar la rigidez estructural, lo que contribuye tanto a eficiencia como a comportamiento dinámico. En ciertos mercados, se ha reconfigurado la oferta de paquetes opcionales para ofrecer una mayor claridad y valor agregado al cliente. Finalmente, la estrategia de precios se mantiene competitiva, con mejoras sin grandes incrementos de coste.

Experiencia de usuario y conducción real
Más allá de cifras, la verdadera prueba de fuego de un coche radica en su comportamiento en el día a día. En recorridos mixtos, el Polestar 2 ofrece respuestas progresivas y una sensación de aplomo notable, especialmente en versiones con tracción total o Performance Pack. La conducción One‑Pedal, que permite acelerar, decelerar y regenerar energía con un solo pedal, se siente natural y efectiva. La dirección ajustable —más suave a baja velocidad, más firme en autopista— proporciona un tacto polivalente y adaptado a distintas necesidades. En trayectos largos, el confort y la estabilidad destacan, mientras que en curvas exigentes el coche responde con solidez y un control lateral envidiable para su segmento. Las mejoras del MY2026 contribuyen a que esas sensaciones sean aún más refinadas y coherentes en todas las condiciones.

Posicionamiento en el mercado
En un escenario donde proliferan berlinas eléctricas premium y SUV de alto rango, el Polestar 2 mantiene su nicho gracias a su combinación de diseño, tecnología y funcionalidad. Además, su hoja de ruta incluye la expansión de la gama hacia modelos con mayor ambición, como el citado Polestar 5, un gran turismo eléctrico revolucionario, lo que le da un respaldo estratégico. En ese sentido, el 2 no es solo un automóvil, sino un eslabón dentro de una familia con futuro definido, lo que puede convencer a quienes buscan continuidad, lealtad de marca y visión de crecimiento.

Más allá de la carretera: arte, diseño y la visión de Stan Gorton
La apuesta de Polestar por diferenciarse en el competitivo mundo de la movilidad eléctrica no se limita a cifras de autonomía o innovaciones técnicas. Existe una capa más profunda —menos tangible pero igual de poderosa— que tiene que ver con el diseño como lenguaje cultural. Bajo esta premisa nace el proyecto “Beyond the Road”, una serie audiovisual que explora el alma estética de la marca a través de la mirada de sus propios creadores. En uno de sus episodios más reveladores, Stan Gorton, jefe de diseño exterior de Polestar, comparte su filosofía creativa y cómo elementos como la arquitectura, el arte contemporáneo y la belleza funcional influyen en cada línea del Polestar 2.
Para Gorton, un coche no es simplemente un objeto mecánico, sino una forma de expresión que debe emocionar incluso cuando está detenido. Esta visión se refleja en cada aspecto del diseño de Polestar: proporciones limpias, superficies puras, detalles honestos y una silueta que comunica intención. “Más allá de la carretera”, como indica el nombre del proyecto, también significa ir más allá del producto, integrando al coche dentro de una narrativa cultural que conecta con el usuario a un nivel más emocional. En este sentido, el Polestar 2 no solo compite con berlinas eléctricas; también dialoga con el mundo del diseño y del arte, posicionándose como una pieza que trasciende su función original. Esta dimensión estética, cuidadosamente cultivada, es parte fundamental de lo que hace única a la propuesta de Polestar en el panorama global.

En definitiva, el Polestar 2 MY2026 no solo es una evolución acertada de un modelo ya consolidado, sino una declaración de principios sobre lo que debe ser la movilidad eléctrica premium: equilibrada, refinada, eficiente y con carácter. Con mejoras en todos los frentes —desde la autonomía hasta el confort, pasando por el diseño y la experiencia digital—, este vehículo se posiciona como una opción real para quienes buscan algo más que cifras en una ficha técnica. Su capacidad para combinar rendimiento, sostenibilidad y tecnología con una estética limpia y coherente lo convierten en una alternativa sólida frente a gigantes del sector. En un futuro dominado por la electrificación, Polestar demuestra que es posible construir una propuesta con alma, sin artificios y con visión de largo plazo.