Calendario gregoriano: los 10 días que nunca existieron

Diez días del calendario, del 5 al 14 de octubre de 1582, desaparecieron; al menos, sobre el papel. Esta es su historia.
Los días que nunca existieron

Esta es la historia de los diez días del mes de octubre de 1582 que jamás existieron. De la noche del 4 de octubre, la humanidad de la época dio el salto al 15 de octubre. Así, si alguna vez quisiéramos encontrar los sucesos acontecidos el 7 de octubre de 1582 nos toparíamos con que las hemerotecas “guardan silencio”. Un desfase de días que hicieron que ciertos días “desaparecieran” del calendario pero, ¿por qué motivo? El calendario gregoriano tiene la respuesta.

La desaparición de días en octubre de 1582

El desfase del calendario juliano

Fue precisamente el Papa Gregorio XIII que fue nombrado cardenal por Pío IV en 1564 y a la muerte de Pío V elegido su sucesor, quien propuso la enmienda. La reforma tenía como objetivo determinar con mayor precisión la fecha de la Pascua que, según el Papa, había sido alterada bajo el Calendario juliano anterior, implementado en el 46 a. C. por Julio César. Por ello, llevó a cabo la reforma del calendario, creando el sistema vigente en la actualidad (el calendario gregoriano en sustitución del calendario juliano) evitando los años bisiestos cuando caen en las centenas excepto cuando son divisibles por 4.

Los días que nunca existieron - Midjourney/Sarah Romero

El problema con el calendario juliano versaba en que era más largo de lo que debía ser. El sistema calculaba que los años terrestres duraban 365 días y seis horas (divididos en 12 meses), e incluía un día más cada cuatro años. Pero esta característica, de que duraba más de lo que debería, lo cambiaba todo, según el Papa Gregorio XIII.

Lo que proponía el calendario juliano era que el año tuviera una duración de 365 días y 6 horas. Pero como, en realidad, esa duración extra era de 5 horas, 48 minutos y 45 segundos, implicó un desfase de casi 11 minutos por año, que sumado a los años que había regido el calendario, acumulaba casi 10 días. Había que enmendarlo.

Calendario. Fuente: Pixabay

Impacto de los días eliminados: cumpleaños y entierros

Ni el 5, ni el 7 ni los días siguientes existieron. Para todos aquellos que vivían en España por aquel entonces, los calendarios saltaron, como por arte de magia, de una fecha a otra. Hasta 10 días completos se omitieron como parte de la reforma del calendario gregoriano, que lleva el nombre del Papa Gregorio XIII.

Así las cosas, 1582, año en el que se impuso la reforma, fue el año más corto jamás registrado. Los ciudadanos pasaron de acostarse el 4 de octubre a despertarse el 15 de octubre en un abrir y cerrar de ojos; así que todos aquellos que nacieron entre el 5 y 14 de octubre del siglo XVI, no tuvieron cumpleaños ese año. También afectó a los fallecimientos. Aquellas personas que fallecieron el 5 de octubre y eran sepultadas al día siguiente tenían, al menos en el papel, una espera de diez días para ser sepultadas, como fue el caso de Santa Teresa de Jesús, monja fundadora de la Orden de las Carmelitas Descalzas. Es decir, murió el día 4 de octubre de 1582 (el día que entraba en vigor el calendario gregoriano) y su entierro fue 24 horas después, pero el 15 de octubre, claro.

En esencia, esos diez días de 1582 nunca sucedieron y simplemente no existen dentro del sistema de calendario gregoriano usado casi universalmente en Occidente hoy en día.

La reforma del calendario por el Papa Gregorio XIII

Razones para elegir octubre para la reforma

La Iglesia había elegido el mes de octubre para evitar saltarse cualquier festividad cristiana importante. Como curiosidad, Francia, por ejemplo, hizo la transición por separado durante el mes de diciembre.

Creación del sistema moderno de años bisiestos

Un efecto secundario de esto es el moderno sistema de años bisiestos, en el que cada cuarto y 400 años es un año bisiesto, pero ningún otro año divisible por 100 lo es. Por ejemplo, esto significa que 1900 fue un año normal, 1904 fue un año bisiesto y 2000 también fue un año bisiesto.

Calendario gregoriano. Fuente: Pixabay

La Comisión del Calendario y su papel

La Comisión del Calendario fue la encargada de desarrollar la reforma. Liderada por expertos como Cristóbal Clavio y Luis Lilio, la comisión combinó conocimientos astronómicos y matemáticos para crear un sistema que corrigiera los errores del calendario juliano. Su trabajo no solo se centró en la precisión astronómica, sino también en considerar el impacto social y religioso de la reforma. Así, elaboró un plan detallado para que los países católicos adoptaran el cambio de manera coordinada.

Adopción del calendario gregoriano en el mundo

Resistencia y aceptación en países protestantes y ortodoxos

Los países protestantes y ortodoxos no querían seguir las directrices del Papa, por lo que se negaron a adoptar el nuevo calendario. El resultado dejó a la Europa católica (Austria, España, Portugal, Italia, Polonia y los estados católicos de Alemania) con este nuevo calendario y el resto del continente teniendo que realizar una especie de viaje en el tiempo al moverse a estos países.

El último cambio: Grecia en 1924

Finalmente, poco a poco los países no católicos también adoptaron el calendario gregoriano, extendiéndose masivamente por todo el mundo. El último país en cambiar de juliano a gregoriano fue Grecia, que finalmente hizo un salto de 12 días en marzo de 1924.

Por qué el calendario gregoriano es más preciso

Cambios en la regla de los años bisiestos

La principal ventaja del calendario gregoriano sobre el juliano radica en su sistema de años bisiestos. Al introducir la regla de que los años múltiplos de 100 no serían bisiestos, a menos que también fueran divisibles por 400, se logró una precisión sin precedentes. Este ajuste permitió que el calendario gregoriano se mantuviera alineado con el año trópico, minimizando el error acumulativo que había afectado al calendario juliano durante siglos.

El sistema de años bisiestos del calendario gregoriano garantiza que las estaciones del año se mantengan constantes en el calendario. Esta precisión es esencial para la planificación agrícola, las festividades religiosas y otros aspectos de la vida cotidiana que dependen del ciclo estacional.

Calendario gregoriano. Fuente: Pixabay

Errores estacionales y correcciones

El calendario juliano, con su desfase acumulativo, había provocado un desplazamiento gradual de las estaciones respecto al calendario. Este error estacional se corrigió con la introducción del calendario gregoriano, que ajustó el ciclo anual para que las estaciones comenzaran en las fechas precisasa. Este ajuste fue crucial para mantener la coherencia entre el calendario civil y el ciclo natural de las estaciones. Además, el calendario gregoriano permitió una mejor sincronización con los eventos astronómicos, como los equinoccios y solsticios, lo que facilitó la planificación de las festividades religiosas y otros eventos importantes.

Impacto cultural y legado del calendario gregoriano

Norma ISO 8601 y su influencia actual

El legado del calendario gregoriano influye en la forma en que organizamos y registramos el tiempo en el mundo moderno. La norma ISO 8601, que establece un formato estándar para la escritura de fechas y horas, se basa en el calendario gregoriano y ha sido adoptada internacionalmente para facilitar la comunicación y el intercambio de información.

Referencias

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