Ancestros comunes primates: la verdad detrás del mito

La oración «no vengo del mono» suele ser la respuesta creacionista a la supuesta afirmación de los biólogos evolutivos: «Venimos de monos».
Mono y ser humano

«No vengo del mono». Se han llegado a hacer canciones infantiles con esa letra. Quienes proclaman esta sentencia suelen atribuir a Charles Darwin la afirmación de que los seres humanos «venimos de monos». Frase que podemos leer en El origen del hombre.

Por el otro lado, con frecuencia muchos biólogos responden que no es que descendamos del mono, sino que tenemos ancestros comunes. Por supuesto, esa apreciación es cierta, aunque imprecisa. También tenemos ancestros comunes con los bisontes, los berberechos, las berenjenas o las bacterias de nuestro intestino y con esos ejemplos no hay confusión.

La evolución y nuestros ancestros comunes primates

¿Qué significa «mono»?

El término "mono" es utilizado comúnmente en el lenguaje coloquial, pero carece de una definición científica precisa. En inglés, la palabra "monkey" suele referirse a primates con cola, como el macaco o el tití, mientras que "ape" se reserva para aquellos sin cola, como el gorila o el chimpancé. En español, la Real Academia Española define "mono" como cualquier primate del grupo Simiiformes, lo que incluye tanto a los platirrinos, o monos del Nuevo Mundo, como a los catarrinos, o monos del Viejo Mundo, entre los cuales se encuentran los humanos. Esta ambigüedad en el uso del término "mono" contribuye a la confusión sobre nuestros ancestros comunes.

La precisión en la terminología es crucial para evitar malentendidos. Al hablar de evolución, es importante utilizar términos como Primates, Simiiformes o Catarrhini, que son más precisos desde un punto de vista científico. Un grupo filogenéticamente válido debe ser monofilético, es decir, debe incluir a todos los descendientes de un ancestro común. La afirmación de que descendemos de "monos" modernos es incorrecta; sin embargo, sí compartimos ancestros comunes con especies prehistóricas que podrían encajar en diversas definiciones de "mono".

La importancia del lenguaje científico

El lenguaje científico busca precisión y claridad, especialmente cuando se trata de conceptos complejos como la evolución. En el caso de los primates, es fundamental distinguir entre términos coloquiales y científicos para comprender adecuadamente nuestras relaciones evolutivas. Decir que "venimos de monos" puede ser engañoso si no se contextualiza correctamente. La expresión correcta sería que compartimos ancestros comunes con los primates, lo que implica que todos somos parte del mismo grupo evolutivo.

La filogenia, que es el estudio de las relaciones evolutivas entre las especies, nos ayuda a entender cómo se agrupan los organismos en función de sus ancestros comunes. En este contexto, los términos como Simiiformes y Catarrhini son más útiles que "mono", ya que abarcan grupos completos de especies relacionadas. Así, podemos afirmar con certeza que somos primates, simiiformes y catarrinos, lo que refleja nuestra posición en el árbol de la vida.

La diferencia entre «monkey» y «ape»

En el inglés, la distinción entre "monkey" y "ape" es fundamental para comprender las relaciones evolutivas. Mientras que "monkey" incluye a primates con cola, "ape" se refiere a aquellos sin cola, como los humanos y los grandes simios. Esta diferencia es crucial al hablar de ancestros comunes, ya que los humanos no descendemos de "monkeys" actuales, sino que compartimos un ancestro común con los "apes".

La definición inglesa de "monkey" es problemática desde un punto de vista filogenético, ya que excluye a los hominoideos, un grupo que incluye a los humanos, de un ancestro común que sí compartimos. Esto convierte al término en parafilético, ya que no abarca a todos los descendientes del ancestro común. Sin embargo, incluso bajo esta definición, la afirmación de que tenemos ancestros comunes con los "monkeys" sigue siendo cierta, siempre y cuando se entienda en su contexto evolutivo.

Filogenia de los primates - Filogenia de los primates (Perelman et al., 2011)

Charles Darwin y el concepto de ancestro común

Interpretaciones erróneas de la teoría de la evolución

La teoría de la evolución de Charles Darwin ha sido frecuentemente malinterpretada, especialmente en lo que respecta a la afirmación de que los humanos descienden de los monos. Darwin propuso que todas las especies, incluidos los humanos, comparten ancestros comunes, lo que significa que no descendemos directamente de los monos, sino que compartimos un linaje evolutivo con ellos. Esta idea ha sido simplificada y distorsionada, llevando a malentendidos sobre nuestra relación con otros primates.

La evolución es un proceso complejo que implica cambios graduales en las poblaciones a lo largo del tiempo. La idea de un ancestro común es central en este proceso, ya que explica cómo diferentes especies pueden evolucionar a partir de un mismo origen. En el caso de los humanos y otros primates, compartimos un ancestro común que vivió hace millones de años, lo que nos convierte en parientes lejanos en el árbol de la vida.

Filogenia y monofilia: los grupos de ancestros

La filogenia es el estudio de las relaciones evolutivas entre los organismos, y es fundamental para entender cómo se agrupan las especies en función de sus ancestros comunes. Un grupo monofilético incluye a todos los descendientes de un ancestro común, mientras que un grupo parafilético excluye a algunos de ellos. En el contexto de los primates, es importante utilizar términos que reflejen estas relaciones, como Simiiformes o Catarrhini, en lugar de "mono".

La monofilia asegura que todos los miembros de un grupo compartan un ancestro común, lo que es esencial para una clasificación científica precisa. En el caso de los primates, los humanos, chimpancés y otros simios forman un grupo monofilético dentro de los Catarrhini, lo que significa que compartimos un ancestro común con ellos. Esta relación evolutiva es la base de nuestra comprensión de la evolución humana y nuestra conexión con otros primates.

Grupos que animales incluídos en «mono» según RAE (azul) y «monkey» según oxford (naranja) - Grupos que animales incluídos en «mono» según RAE (azul) y «monkey» según oxford (naranja)

El ancestro común chimpancé-humano (CHLCA)

Importancia del CHLCA en la genética y especiación

El último ancestro común entre chimpancés y humanos, conocido como CHLCA, es un punto clave en la historia evolutiva de nuestra especie. Este ancestro compartido es crucial para entender cómo se separaron los linajes de Homo y Pan, y cómo evolucionaron las características que nos distinguen de los chimpancés. El estudio del CHLCA ha proporcionado información valiosa sobre la genética y la especiación, ayudando a los científicos a rastrear los cambios que ocurrieron en el ADN a lo largo del tiempo.

La especiación es el proceso por el cual una población se divide en dos o más especies distintas. En el caso de los humanos y chimpancés, este proceso ocurrió hace millones de años, dando lugar a dos linajes separados que evolucionaron de manera independiente. El análisis genético del CHLCA ha permitido a los investigadores identificar diferencias clave en el ADN de ambas especies, lo que ha contribuido a una comprensión más profunda de la evolución humana.

Fósiles y evidencia de ancestros prehistóricos

El registro fósil es una herramienta fundamental para estudiar la evolución y comprender la historia de nuestros ancestros. Aunque los fósiles del CHLCA son escasos, algunos hallazgos han proporcionado pistas sobre cómo eran estos ancestros prehistóricos. Especies como Sahelanthropus y Graecopithecus han sido propuestas como posibles candidatos para el CHLCA, aunque su clasificación exacta sigue siendo objeto de debate entre los expertos.

El estudio de los fósiles nos permite reconstruir el aspecto y el comportamiento de nuestros ancestros, así como entender cómo se adaptaron a sus entornos. Aunque la evidencia fósil es limitada, cada nuevo descubrimiento aporta información valiosa sobre la evolución de los primates y la divergencia entre los linajes de Homo y Pan. Estos hallazgos son esenciales para completar el rompecabezas de nuestra historia evolutiva.

Estimaciones de la divergencia entre Homo y Pan

La divergencia entre los linajes de Homo y Pan es un tema de gran interés en la investigación evolutiva. Las estimaciones sobre cuándo ocurrió esta separación varían, con algunas investigaciones sugiriendo que tuvo lugar hace entre 4 y 13 millones de años. Esta amplia gama de fechas refleja la complejidad del proceso de especiación y las dificultades para obtener una cronología precisa basándose únicamente en la evidencia fósil y genética.

La especiación entre humanos y chimpancés fue un proceso gradual que probablemente involucró múltiples eventos de hibridación antes de que las poblaciones se separaran definitivamente. Estos eventos complican la tarea de determinar una fecha exacta para la divergencia, pero también proporcionan información valiosa sobre cómo evolucionaron las diferencias genéticas entre ambas especies. Entender este proceso es crucial para comprender cómo los humanos adquirieron características únicas a lo largo de su historia evolutiva.

Antepasados nuestros que entran en la definicón de «mono» según RAE (azul) y de «monkey» según oxford (naranja) - Antepasados nuestros que entran en la definicón de «mono» según RAE (azul) y de «monkey» según oxford (naranja)

Relevancia de la terminología en la ciencia

Primates, Simiiformes y Catarrhini: una mirada precisa

La terminología precisa es esencial en la ciencia para comunicar ideas complejas de manera clara y efectiva. En el estudio de la evolución, términos como Primates, Simiiformes y Catarrhini son fundamentales para describir las relaciones entre las especies. Los primates son un orden de mamíferos que incluye a los humanos y sus parientes cercanos, mientras que los Simiiformes son un infraorden que abarca a los monos del Nuevo Mundo y del Viejo Mundo. Los Catarrhini, por su parte, incluyen a los grandes simios y a los humanos.

Estos términos nos permiten clasificar a los primates de manera que refleje sus relaciones evolutivas, asegurando que todos los miembros de un grupo compartan un ancestro común. Utilizar una terminología precisa es crucial para evitar malentendidos y para avanzar en nuestra comprensión de la evolución. En el caso de los humanos, los términos Simiiformes y Catarrhini son más apropiados que "mono" para describir nuestra posición en el árbol de la vida.

Ilustraciones de Aegyptopithecus de hace 35 millones de años (izquierda) y cercopiteco de Dent moderno (derecha). - Ilustraciones de Aegyptopithecus de hace 35 millones de años (izquierda) y cercopiteco de Dent moderno (derecha). Wikimedia

¿Y si la frase «venimos de monos» fuese cierta?

Contextualización de la expresión en la evolución

La expresión "venimos de monos" puede ser engañosa si se interpreta literalmente, pero tiene un fundamento en la realidad evolutiva si se considera en un contexto adecuado. Aunque no descendemos de monos modernos, sí compartimos ancestros comunes con ellos. Estos ancestros prehistóricos eran primates que vivieron hace millones de años y que dieron lugar a diversas especies, incluidos los humanos.

La clave para entender esta expresión es reconocer que la evolución es un proceso continuo que conecta a todas las especies a través de ancestros comunes. Los humanos y otros primates compartimos un linaje evolutivo que se remonta a estos ancestros, lo que significa que, en cierto sentido, todos venimos de un mismo origen. Esta perspectiva nos ayuda a apreciar la diversidad de la vida y nuestra conexión con otras especies.

Ancestros prehistóricos y las definiciones de «mono»

Los ancestros prehistóricos de los humanos encajan en diversas definiciones de "mono", dependiendo del contexto lingüístico y científico. Especies como Aegyptopithecus, que vivieron hace millones de años, son ejemplos de primates que podrían considerarse "monos" bajo algunas definiciones. Estos ancestros compartían características con los primates modernos y fueron parte de la línea evolutiva que llevó a la aparición de los humanos.

Es importante recordar que el término "mono" no se refiere a especies modernas, sino a un grupo más amplio de primates que incluye a nuestros ancestros. Al reconocer esta distinción, podemos entender mejor nuestra historia evolutiva y la relación con otros primates. La frase "venimos de monos" puede ser correcta si se refiere a estos ancestros prehistóricos, siempre y cuando se contextualice adecuadamente dentro de la evolución.

Referencias

  • Gould, S. J. (2015). Desde Darwin. Grupo Planeta.
  • Strathern, P. (2015). Darwin y la Evolución (Vol. 36). Siglo XXI.
  • Sampedro, J. (2002). Deconstruyendo a Darwin. Los enigmas de la evolución a la luz de la nueva genética. Ciencias, (097).
  • Darwin, C., & Cordón, F. (1982). El origen del hombre (No. 2). Edaf.
  • Pelayo, F. (2009). Debatiendo sobre Darwin en España: antidarwinismo, teorías evolucionistas alternativas y síntesis moderna. Asclepio, 61(2), 101-128.

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