Incontables objetos pueblan el sistema solar, completando órbitas alrededor del Sol en apenas unos días o en miles de años. Entre ellos destacan los 8 planetas mayores, cuyos nombres y aspectos conoces de sobra. Pero también hay otros cuerpos igual de interesantes a los que prestamos menos atención. Estos son los planetas enanos. No todo el mundo en la comunidad científica adopta la misma definición para estos cuerpos, por lo que la cantidad total de planetas enanos está entre 5 y unos 120, según a quién preguntes, aunque sí es cierto que la Unión Astronómica Internacional (UAI) y la mayoría de quienes se dedican a la investigación en astrofísica y astronomía dejan el número en 5 cuerpos que seguro son planetas enanos, con la posibilidad de sumar hasta 4 planetas más en los próximos años según conozcamos más detalles sobre ellos.
¿Qué son los planetas enanos?
Diferencias entre planetas y planetas enanos según la UAI
La definición de planeta enano, establecida por la UAI en 2006, se basa en tres criterios fundamentales. Tanto los planetas como los planetas enanos deben orbitar directamente al Sol y poseer suficiente masa para alcanzar un equilibrio hidrostático, lo que les confiere una forma esférica. Sin embargo, la diferencia crucial radica en la capacidad de limpiar su órbita de otros cuerpos. Los planetas, como Júpiter, han despejado su órbita de manera que su masa representa la mayoría del porcentaje total de la masa en esa región. En cambio, los planetas enanos no han logrado esta limpieza orbital completa.
El concepto de "limpiar la órbita" se refiere a la capacidad de un cuerpo para dominar gravitacionalmente su entorno orbital. Un planeta, al ser el objeto más masivo en su órbita, puede atraer o expulsar a otros cuerpos menores. En el caso de los planetas enanos, como Plutón, su masa es insuficiente para ejercer un dominio gravitacional significativo, lo que resulta en la coexistencia con otros objetos en su trayectoria.
Este criterio de limpieza orbital es fundamental para diferenciar a los planetas enanos de los planetas tradicionales. Plutón, por ejemplo, comparte su órbita con numerosos objetos del cinturón de Kuiper, lo que llevó a su reclasificación como planeta enano. Este cambio de categoría ha generado debates y controversias, pero también ha enriquecido nuestra comprensión del sistema solar y sus componentes.
Definición y características de los planetas enanos
Los planetas enanos son cuerpos celestes que cumplen con dos de los tres criterios que definen a un planeta según la UAI. Deben orbitar el Sol y tener suficiente masa para alcanzar una forma esférica, pero no han despejado su órbita de otros cuerpos. Esta definición los distingue de los planetas tradicionales y los sitúa en una categoría intermedia entre planetas y asteroides.
Una característica notable de los planetas enanos es su diversidad en términos de tamaño, masa y composición. Aunque todos comparten una forma esférica, sus características físicas pueden variar significativamente. Por ejemplo, Plutón es el más conocido y tiene un sistema de lunas, mientras que Ceres, ubicado en el cinturón de asteroides, es el único planeta enano del sistema solar interior.
La ubicación de los planetas enanos también es variada. Algunos, como Ceres, se encuentran en el sistema solar interior, mientras que otros, como Eris y Haumea, están en regiones más alejadas, como el cinturón de Kuiper. Esta diversidad en ubicación y características hace que el estudio de los planetas enanos sea un campo dinámico y en constante evolución.
Los planetas enanos del sistema solar

Plutón: el planeta enano más famoso
Plutón es quizás el planeta enano más conocido, ya que fue considerado el noveno planeta del sistema solar hasta su reclasificación en 2006. A pesar de su descenso de categoría, Plutón sigue siendo un objeto de gran interés debido a sus características únicas. Es el más grande en tamaño entre los planetas enanos, aunque no el más masivo, ya que Eris le supera en masa. Plutón posee un sistema de cinco lunas, siendo Caronte la más destacada debido a su tamaño considerable.
La relación entre Plutón y Caronte es particularmente interesante, ya que ambos cuerpos orbitan alrededor de un baricentro común, lo que los convierte en un sistema doble. Esta interacción gravitacional es única entre los planetas enanos y ofrece valiosa información sobre la dinámica orbital en el sistema solar exterior.
Además, la superficie de Plutón presenta una variedad de características geológicas, incluyendo montañas de hielo y glaciares de nitrógeno, que han sido estudiadas en detalle gracias a la misión New Horizons de la NASA. Estas características hacen de Plutón un objeto fascinante para la investigación astronómica.

Ceres: único en el sistema solar interior
Ceres es el primer planeta enano descubierto y el único que reside en el sistema solar interior, específicamente en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter. Descubierto en 1801, Ceres fue inicialmente clasificado como un planeta, pero posteriormente redefinido como un asteroide antes de ser reconocido como planeta enano en 2006.
A pesar de su menor tamaño en comparación con otros planetas enanos como Plutón, Ceres es notable por su proximidad a la Tierra y por sus características geológicas únicas. La superficie de Ceres muestra signos de actividad volcánica, con volcanes de agua que sugieren la presencia de procesos geológicos activos.
La sonda Dawn de la NASA ha proporcionado imágenes detalladas de Ceres, revelando cráteres y manchas brillantes que indican la presencia de sales y hielo. Estos hallazgos han ampliado nuestra comprensión de los procesos que ocurren en cuerpos celestes más pequeños y cercanos al Sol.

Eris: el más masivo de los planetas enanos
Eris es el planeta enano más masivo conocido, superando a Plutón en masa aunque no en tamaño. Descubierto en 2005, su hallazgo fue un factor clave en la decisión de reclasificar a Plutón como planeta enano. Eris tiene una órbita altamente excéntrica, que lo lleva desde el interior de la órbita de Plutón hasta casi 100 veces la distancia entre la Tierra y el Sol en su punto más lejano.
Este planeta enano también cuenta con un satélite conocido, llamado Dysnomia, que ha sido objeto de estudio para comprender mejor la dinámica orbital de Eris. La distancia actual de Eris del Sol hace que sea un objetivo desafiante para futuras misiones espaciales, pero su estudio ofrece valiosa información sobre los objetos transneptunianos.
Eris es un ejemplo de cómo los planetas enanos pueden desafiar nuestras nociones preconcebidas sobre el sistema solar. Su descubrimiento y las preguntas que plantea sobre la clasificación de los cuerpos celestes continúan impulsando el debate en la comunidad astronómica.
Haumea: el planeta enano con sistema de anillos
Haumea es un planeta enano que destaca por su forma elongada y su rápida rotación, lo que le confiere una apariencia única entre los cuerpos celestes del sistema solar. Con una masa aproximadamente un tercio de la de Plutón, Haumea es el tercer objeto transneptuniano en tamaño. Su forma inusual es el resultado de su rápida rotación, que completa en menos de cuatro horas.
Además de su forma distintiva, Haumea es conocido por tener un sistema de anillos, descubierto en 2017. Este sistema de anillos es el primero identificado en un objeto más allá de Neptuno, lo que añade una capa adicional de interés a su estudio. Los anillos de Haumea orbitan a una distancia de aproximadamente mil kilómetros de su superficie, proporcionando un ejemplo fascinante de la diversidad de sistemas de anillos en el sistema solar.
Haumea también tiene dos satélites confirmados, lo que sugiere una historia de colisiones y formación compleja. Estos satélites y su sistema de anillos ofrecen pistas sobre la evolución y dinámica de los objetos transneptunianos.

Makemake: el más pequeño de los planetas enanos confirmados
Makemake es el más pequeño de los planetas enanos confirmados que orbitan más allá de Neptuno, aunque es mayor que Ceres. Su diámetro es de aproximadamente 1 400 kilómetros, y su forma esférica lo distingue de otros objetos en el cinturón de Kuiper. Makemake tiene una órbita cercana a la de Haumea, pero es ligeramente más extensa, tardando poco más de 300 años en completar una vuelta alrededor del Sol.
La superficie de Makemake se cree que está cubierta de hielos de metano, etano y nitrógeno, lo que sugiere una composición similar a la de Plutón. Estas características hacen que Makemake sea un objeto de interés para estudiar las condiciones y procesos en el sistema solar exterior.
A pesar de su tamaño más pequeño, Makemake tiene un satélite conocido, lo que proporciona una oportunidad para estudiar su masa y densidad con mayor precisión. Estos estudios son esenciales para comprender mejor la naturaleza y evolución de los planetas enanos en el cinturón de Kuiper.
Posibles planetas enanos del futuro
Gonggong
Gonggong es uno de los candidatos a ser reconocido como planeta enano en el futuro. Este objeto transneptuniano tiene un diámetro estimado de más de 1 200 kilómetros y orbita el Sol a una distancia considerable. Aunque aún no ha sido clasificado oficialmente como planeta enano, su tamaño y características orbitales sugieren que podría cumplir con los criterios necesarios.
El estudio de Gonggong y otros objetos similares es crucial para comprender la diversidad de cuerpos en el sistema solar exterior. Su órbita y características físicas ofrecen información valiosa sobre la formación y evolución de los objetos transneptunianos.
Los futuros estudios de Gonggong, incluidos los intentos de detectar posibles satélites o características superficiales, podrían proporcionar más evidencia para su clasificación como planeta enano. Estos esfuerzos son parte de la continua exploración y comprensión de los límites exteriores del sistema solar.
Quaoar
Quaoar es otro objeto transneptuniano que podría ser clasificado como planeta enano en el futuro. Con un diámetro de aproximadamente 1 100 kilómetros, Quaoar es más pequeño que algunos de los planetas enanos confirmados, pero su tamaño y forma esférica lo hacen un candidato potencial.
La órbita de Quaoar es menos excéntrica que la de otros objetos transneptunianos, lo que lo sitúa en una trayectoria más estable alrededor del Sol. Esta estabilidad orbital facilita su estudio y observación, proporcionando oportunidades para investigar sus características físicas y composición.
Quaoar también tiene un satélite conocido, lo que permite estudios detallados de su masa y densidad. Estos datos son esenciales para evaluar su clasificación potencial como planeta enano y para comprender mejor la dinámica de los objetos en el cinturón de Kuiper.
Sedna
Sedna es un objeto transneptuniano único debido a su órbita extremadamente alargada, que lo lleva a distancias de hasta 900 veces la separación entre la Tierra y el Sol. Esta órbita inusual sugiere que Sedna podría haber sido influenciado por fuerzas gravitacionales más allá del sistema solar conocido, lo que lo convierte en un objeto de gran interés para los astrónomos.
Con un diámetro estimado de más de 1 000 kilómetros, Sedna es un candidato potencial para ser clasificado como planeta enano. Su órbita y características físicas ofrecen pistas sobre la formación y evolución de los objetos en los límites exteriores del sistema solar.
El estudio de Sedna y su órbita podría proporcionar información valiosa sobre la presencia de otros cuerpos masivos en el sistema solar exterior, así como sobre los procesos que influyen en la dinámica de los objetos transneptunianos.

Orcus
Orcus es un objeto transneptuniano que comparte algunas similitudes con Plutón, lo que ha llevado a los astrónomos a considerarlo un posible planeta enano. Con un diámetro de aproximadamente 950 kilómetros, Orcus tiene una órbita que lo sitúa en una resonancia orbital con Neptuno, similar a Plutón.
La presencia de un satélite conocido, llamado Vanth, permite estudios detallados de la masa y densidad de Orcus. Estos datos son esenciales para evaluar su clasificación potencial como planeta enano y para comprender mejor la dinámica de los objetos en el cinturón de Kuiper.
Orcus es un ejemplo de cómo los objetos transneptunianos pueden ofrecer información valiosa sobre la formación y evolución del sistema solar exterior. Su estudio continúa siendo una prioridad para los astrónomos que buscan comprender mejor los límites de nuestro sistema solar.
Salacia
Salacia es otro candidato para ser considerado como planeta enano en el futuro. Con un diámetro de aproximadamente 850 kilómetros, Salacia es más pequeño que algunos de los planetas enanos confirmados, pero su forma esférica y características orbitales lo hacen un candidato potencial.
La órbita de Salacia es menos excéntrica que la de otros objetos transneptunianos, lo que lo sitúa en una trayectoria más estable alrededor del Sol. Esta estabilidad orbital facilita su estudio y observación, proporcionando oportunidades para investigar sus características físicas y composición.
Salacia también tiene un satélite conocido, lo que permite estudios detallados de su masa y densidad. Estos datos son esenciales para evaluar su clasificación potencial como planeta enano y para comprender mejor la dinámica de los objetos en el cinturón de Kuiper.
Referencias
- NASA Science, Solar System Exploration, https://solarsystem.nasa.gov/planets/overview/
- L. L. Christensen, 2006, The IAU draft definition of "planet" and "plutons". International Astronomical Union