Ciudad del Vaticano, el país más pequeño del mundo

La Ciudad del Vaticano, situada en el corazón de Roma, es el país más pequeño del mundo con apenas 0,49 km².
El país más pequeño del mundo

El país más pequeño del mundo es Ciudad del Vaticano. Es un micro-estado sin salida al mar en el que dentro podría caber el lago de Central Park de la ciudad de Nueva York (Estados Unidos). Así es de pequeño. Solo tiene 0,49 kilómetros cuadrados de superficie, por lo que todo tiene tamaño reducido. No tiene ríos ni costa (bueno, tampoco posee una prisión).

Historia y Origen de la Ciudad del Vaticano

Una de sus particularidades, aparte de ser el país más pequeño del mundo, es que es el único estado del mundo que está dentro de una ciudad (Roma) en un país (Italia). Descubre cómo surgió este microestado eclesiástico y cómo ha cambiado a lo largo de la historia.

Desde su fundación en el 756 dC

La historia de la Ciudad del Vaticano se remonta al año 756 dC, cuando el Papa Esteban II buscó refugio de los lombardos y estableció un enclave que con el tiempo se convertiría en el epicentro de la Iglesia Católica. En sus inicios, este territorio era parte de los Estados Pontificios, una serie de territorios en la península itálica bajo la soberanía directa del papa. El Vaticano ha sido testigo de innumerables eventos religiosos y políticos que han moldeado la historia de la civilización occidental.

Con el paso de los siglos, la Ciudad del Vaticano se consolidó como sede del papado y centro espiritual del cristianismo. Su relevancia no solo se debe a su función religiosa, sino también a su papel en la política y la cultura europeas. Los papas que han residido en el Vaticano han influido en decisiones de gran impacto, tanto dentro como fuera de sus muros, dejando una huella imborrable en la historia.

Fresco que representa el Concilio de Trento, de Pasquale Cati, 1588. World History Encyclopedia.

A lo largo de los años, el Vaticano ha sido escenario de importantes concilios y sínodos que han definido doctrinas y prácticas de la Iglesia Católica. Además, ha sido un lugar de refugio y resistencia en tiempos de conflicto, como durante las invasiones bárbaras y las guerras medievales. Esta rica historia se refleja en la arquitectura y el arte que adornan sus edificios, convirtiéndolo en un tesoro cultural de valor incalculable.

El tratado de Letrán de 1929

Surgió como país el 11 de febrero de 1929 cuando el Papa Pío XI y el primer ministro de Italia, Benito Mussolini firmaron el tratado de Letrán que otorgaba la definición de estado a Ciudad del Vaticano. Fue reconocido como Stato della Città del Vaticano. Un país independiente a cambio del reconocimiento del Reino de Italia por parte del Papa.

El tratado de Letrán no solo estableció la independencia del Vaticano, sino que también definió sus fronteras y su relación con Italia. A cambio del reconocimiento del Reino de Italia por parte del papa, el Vaticano obtuvo su autonomía y se le garantizó el derecho a mantener su propia administración y gobernanza. Este acuerdo marcó el inicio de una nueva era para el Vaticano, permitiéndole operar como un estado moderno con sus propias instituciones.

Desde la firma del tratado, la Ciudad del Vaticano ha mantenido su estatus como el estado más pequeño del mundo, pero también uno de los más influyentes debido a su papel en la religión y la política global. Su independencia le ha permitido actuar en el ámbito internacional como un mediador en conflictos y un defensor de la paz y los derechos humanos.

El país más pequeño del mundo - iStock

Geografía y Características del Vaticano

¿Cuánto mide la Ciudad del Vaticano?

La Ciudad del Vaticano, con una superficie de apenas 0,49 kilómetros cuadrados, es el país más pequeño del mundo. Este diminuto territorio, enclavado en el corazón de Roma, destaca por su tamaño reducido, que contrasta con su gran relevancia histórica y cultural. A pesar de no tener ríos ni costa, el Vaticano ha logrado aprovechar al máximo su limitado espacio, albergando algunos de los monumentos más icónicos del mundo.

El pequeño tamaño del Vaticano no impide que sea un lugar de gran importancia. Sus calles y plazas están cuidadosamente diseñadas para maximizar el uso del espacio, permitiendo que millones de visitantes puedan disfrutar de sus tesoros artísticos y arquitectónicos. La planificación urbana del Vaticano es un ejemplo de cómo un territorio limitado puede convertirse en un centro de actividad cultural y religiosa.

La Ciudad del Vaticano es también un ejemplo de cómo un micro-estado puede mantener su independencia y autonomía a pesar de su tamaño. Gracias a su estatus especial y a su importancia como sede de la Iglesia Católica, el Vaticano ha logrado preservar su identidad única y su influencia en el escenario internacional.

Un micro-estado en el corazón de Roma

Situada dentro de la ciudad de Roma, la Ciudad del Vaticano es un micro-estado que, aunque independiente, está íntimamente ligado a la historia y cultura de Italia. Su ubicación en el corazón de una de las ciudades más antiguas del mundo le otorga un carácter único, donde se entrelazan la historia de la iglesia y la del Imperio Romano.

El Vaticano es un enclave que, a lo largo de los siglos, ha sido testigo de la evolución de Roma y de Europa. Desde sus murallas se puede apreciar la majestuosidad de la ciudad eterna, con sus monumentos y ruinas que narran historias de emperadores, papas y artistas. Esta proximidad a Roma ha permitido que el Vaticano se beneficie de la rica herencia cultural de la capital italiana.

A pesar de su conexión con Roma, la Ciudad del Vaticano mantiene su propia identidad y gobierno. Sus ciudadanos, en su mayoría miembros del clero y trabajadores de la iglesia, viven y trabajan en un entorno que combina la espiritualidad con la tradición. Esta dualidad entre lo sagrado y lo histórico hace del Vaticano un lugar fascinante para explorar y conocer.

Vista interior de la Catedral de San pedro en el Vaticano. Foto: Pexels/Julia Volk.

Gobierno y Economía

Otra de las grandes singularidades del Vaticano, con permiso de su pequeña extensión, es su forma de autofinanciación, basada en el turismo y los ingresos que recibe la Iglesia Católica.

Sin impuestos: Un modelo único de financiación

La economía de la Ciudad del Vaticano es única en el mundo, ya que no depende de impuestos para su financiación. En su lugar, el Vaticano genera ingresos a través de la venta de entradas a sus museos, la emisión de sellos y monedas con la imagen del papa, y la venta de recuerdos a los millones de turistas que lo visitan cada año. Este modelo económico le permite mantener su independencia y operar sin la necesidad de gravar a sus ciudadanos.

El sistema financiero del Vaticano es un ejemplo de cómo un estado puede sostenerse a través de fuentes de ingresos alternativas. La venta de entradas a los Museos Vaticanos, que albergan algunas de las obras de arte más valiosas del mundo, es una de sus principales fuentes de ingresos. Además, la emisión de sellos y monedas no solo genera ingresos, sino que también sirve como un símbolo de su soberanía.

A pesar de no tener impuestos, el Vaticano ha logrado mantener una economía estable y próspera. Su capacidad para atraer a millones de visitantes cada año le garantiza un flujo constante de ingresos, lo que le permite financiar sus actividades religiosas y culturales y mantener su patrimonio histórico y artístico en excelentes condiciones.

El papel del presidente del Governatorato

El gobierno de la Ciudad del Vaticano está encabezado por el presidente del Governatorato, quien es responsable de la administración del estado. Actualmente, este cargo es ocupado por Fernando Vérgez Alzaga, quien supervisa las diversas funciones del gobierno vaticano, desde la seguridad y el mantenimiento de los edificios hasta la gestión de los museos y la emisión de documentos oficiales.

El presidente del Governatorato desempeña un papel crucial en la gestión diaria del Vaticano, asegurando que todas las operaciones se realicen de manera eficiente y en línea con los valores de la iglesia. Su liderazgo es fundamental para coordinar las actividades de las diferentes instituciones vaticanas y garantizar el bienestar de sus ciudadanos y visitantes.

Además de sus responsabilidades administrativas, el presidente del Governatorato también representa al Vaticano en asuntos internacionales, actuando como un enlace entre el estado y otras naciones. Su papel es esencial para mantener la independencia y la soberanía del Vaticano, así como para promover su misión en el mundo.

Importancia Religiosa y Cultural

A pesar de su pequeño tamaño, Ciudad del Vaticano alberga algunos de los hitos culturales e históricos más importantes del mundo y es un destino popular tanto para turistas como para peregrinos.

Centro del cristianismo: Sobre la tumba de San Pedro

La Ciudad del Vaticano es el centro espiritual del cristianismo, construida sobre la tumba de San Pedro, uno de los apóstoles más importantes de Jesús y considerado el primer papa. La Basílica de San Pedro, una de las iglesias más grandes y hermosas del mundo, se erige como un monumento a la fe y la devoción de millones de personas que acuden a rendir homenaje al apóstol.

El Vaticano es un lugar de peregrinación para los fieles de todo el mundo, que vienen a rezar y a participar en ceremonias religiosas presididas por el papa. La importancia espiritual del Vaticano se refleja en su arquitectura, con iglesias y capillas que han sido testigos de innumerables eventos religiosos a lo largo de los siglos.

Además de su significado religioso, el Vaticano es un centro cultural de gran relevancia. Sus museos albergan una de las colecciones de arte más impresionantes del mundo, con obras de maestros como Miguel Ángel, Rafael y Leonardo da Vinci. Esta combinación de espiritualidad y arte convierte al Vaticano en un lugar único, donde la fe y la cultura se entrelazan de manera armoniosa.

Visitas a los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina

Los Museos Vaticanos son una de las principales atracciones turísticas de la Ciudad del Vaticano, atrayendo a millones de visitantes cada año. Fundados por el Papa Julio II en el siglo XVI, los museos albergan una vasta colección de arte y artefactos históricos que abarcan siglos de historia. Entre sus tesoros se encuentran esculturas clásicas, pinturas renacentistas y objetos religiosos de incalculable valor.

Uno de los puntos culminantes de cualquier visita a los Museos Vaticanos es la Capilla Sixtina, famosa por sus impresionantes frescos pintados por Miguel Ángel. Esta obra maestra del arte renacentista es un testimonio del genio artístico de su creador y un símbolo del esplendor de la iglesia. La Capilla Sixtina no solo es un lugar de admiración artística, sino también un espacio de gran importancia religiosa, ya que es aquí donde se celebra el cónclave para elegir al nuevo papa.

Más allá de las atracciones turísticas de los Museos Vaticanos (que fueron fundados por el Papa Julio II en el siglo XVI), la Capilla Sixtina (construida entre 1475 y 1481 por el Papa Sisto IV della Rovere) y la Basílica de San Pedro (también un encargo del Papa Julio II aunque ya existía otra basílica construida por Constantino en el 319), allí vive una comunidad próspera con sus costumbres y tradiciones. Un enclave en el que se combinan la historia de la iglesia y la del Imperio Romano.

Curiosidades sobre el Vaticano

El Vaticano no está solo en la lista de microestados europeos. Es más, el viejo continente se caracteriza por albergar la mayoría de países que se encuentra en la lista de Estados más pequeños del mundo.

Los seis micro-estados de Europa

La Ciudad del Vaticano es uno de los seis micro-estados europeos, que incluyen a Andorra, Liechtenstein, Malta, Mónaco y San Marino. Estos estados, aunque pequeños en tamaño, poseen una rica historia y cultura que los hace únicos en el continente europeo. Cada uno de ellos tiene su propio sistema de gobierno y características distintivas que los diferencian de las naciones más grandes.

Estos micro-estados comparten ciertas similitudes, como su tamaño reducido y su capacidad para mantener su independencia a pesar de estar rodeados por países más grandes. Sin embargo, cada uno tiene su propia identidad y tradiciones que los hacen especiales. Por ejemplo, Mónaco es conocido por su lujoso estilo de vida y su famoso casino, mientras que San Marino es famoso por ser una de las repúblicas más antiguas del mundo.

La existencia de estos micro-estados en Europa es un recordatorio de la diversidad y la riqueza cultural del continente. A pesar de su tamaño, han logrado preservar su independencia y su patrimonio, ofreciendo a los visitantes una visión única de la historia y la cultura europea.

Con la firma de los Pactos de Letrán, el Vaticano y Mussolini sellaron la paz e iniciaron una era de mutua adulación. En el centro del grupo de firmantes vemos al cardenal Gasparri y al Duce con levita y chistera. Foto: Getty.

Los diez países más pequeños del mundo

Además de la Ciudad del Vaticano, el mundo alberga otros países pequeños que destacan por su tamaño reducido. Entre ellos se encuentran Mónaco, Nauru, Tuvalu, San Marino, Liechtenstein, Islas Marshall, San Cristóbal y Nieves, Maldivas y Malta. Estos países, aunque pequeños, poseen características únicas que los hacen fascinantes para los viajeros y los estudiosos de la geografía.

Cada uno de estos países tiene su propia historia y cultura, que reflejan su ubicación geográfica y su contexto histórico. Por ejemplo, Nauru y Tuvalu son islas del Pacífico con una rica tradición marítima, mientras que Liechtenstein es un principado europeo conocido por sus castillos y paisajes alpinos. A pesar de su tamaño, estos países han logrado mantener su independencia y su identidad, contribuyendo a la diversidad del mundo.

La lista de los países más pequeños del mundo es un recordatorio de que el tamaño no siempre determina la importancia de una nación. Estos pequeños estados han encontrado formas creativas de prosperar y mantener su relevancia en el escenario internacional, demostrando que incluso los países más pequeños pueden tener un gran impacto.

Información Práctica para Visitantes

Si tu siguiente escapada pasa por la Ciudad del Vaticano, no olvides apuntarte estos útiles consejos para evitar largas colas de espera y poder visitar todo el patrimonio artístico que este país ofrece.

Horarios y días de apertura

Para aquellos que planean visitar la Ciudad del Vaticano, es importante tener en cuenta los horarios y días de apertura de sus principales atracciones. Los Museos Vaticanos están abiertos de lunes a sábado, con un horario regular de 8:00 a 19:00 h, permitiendo el último acceso a las 17:00 h. Durante los viernes y sábados, el horario se amplía hasta las 20:00 h, con el último acceso a las 18:00 h.

El último domingo de cada mes, los Museos Vaticanos ofrecen entrada gratuita, abriendo sus puertas de 9:00 a 14:00 h, con el último acceso a las 12:30 h. Esta es una excelente oportunidad para que los visitantes disfruten de las maravillas del Vaticano sin costo alguno, aunque se recomienda llegar temprano debido a la gran afluencia de personas.

Además de los museos, la Basílica de San Pedro está abierta todos los días, permitiendo a los visitantes explorar su impresionante arquitectura y su rica historia. Los horarios pueden variar, por lo que se recomienda consultar con anticipación para planificar la visita de manera adecuada y aprovechar al máximo la experiencia.

Entradas gratuitas y visitas guiadas

La Ciudad del Vaticano ofrece diversas opciones para los visitantes que desean explorar sus tesoros culturales y religiosos. Además de la entrada gratuita a los Museos Vaticanos el último domingo de cada mes, existen otras oportunidades para disfrutar de sus atracciones sin costo. Por ejemplo, la entrada a la Basílica de San Pedro es gratuita, permitiendo a los visitantes admirar su majestuosa arquitectura y sus obras de arte.

Para aquellos que desean una experiencia más enriquecedora, se recomienda participar en visitas guiadas, que ofrecen una visión detallada de la historia y el significado de los lugares visitados. Estas visitas, que pueden ser reservadas con anticipación, son conducidas por expertos que comparten su conocimiento sobre el arte, la historia y la religión del Vaticano.

Las visitas guiadas son una excelente manera de aprovechar al máximo el tiempo en el Vaticano, permitiendo a los visitantes descubrir detalles y anécdotas que de otro modo podrían pasar desapercibidos. Ya sea que se trate de una visita a los Museos Vaticanos, la Capilla Sixtina o la Basílica de San Pedro, estas experiencias guiadas enriquecen la visita y ofrecen una comprensión más profunda del legado del Vaticano.

Referencia: 

  • Anselmi, G. (1999). The Vatican City: Discovering the pope's kingdom. White Star.
  • Paravicini Bagliani, A. (2000). The Pope's Body. University of Chicago Press.

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