¿Qué temperatura hay en la Luna?

La Luna es bastante extrema en cuanto a temperaturas se refiere. Es muy fría y muy caliente a la vez, dependiendo de la hora del día.
¿Qué temperatura hay en la Luna?

La Luna, nuestro único satélite natural, exhibe temperaturas extremas debido a la ausencia de una atmósfera significativa. Durante el día lunar, que dura aproximadamente 14 días terrestres, las temperaturas pueden alcanzar hasta 127 grados Celsius, mientras que en la noche lunar descienden a -173 grados Celsius. Esta falta de atmósfera también expone la superficie lunar a la radiación solar directa y a micrometeoritos. La lenta rotación de la Luna, que completa un ciclo en 29 días terrestres, prolonga estos extremos térmicos. Los trajes espaciales y las soluciones tecnológicas avanzadas, como los sistemas de control térmico, son esenciales para la exploración y potencial colonización lunar.

Las regiones polares y los cráteres permanentemente sombreados presentan temperaturas aún más extremas, llegando a -250 grados Celsius, pero también podrían albergar hielo de agua, un recurso valioso para futuras misiones. Los avances en tecnología y materiales, así como el estudio de formaciones geológicas como los tubos de lava, ofrecen soluciones prometedoras para enfrentar estos desafíos y establecer asentamientos humanos seguros en la Luna.

¿Qué temperatura hay en la Luna? - Midjourney/Sarah Romero

La Luna: Un satélite de extremos térmicos

Un entorno de contrastes

La Luna es un lugar de extremos térmicos debido a la ausencia de una atmósfera significativa. Durante el día lunar, que dura aproximadamente 14 días terrestres, las temperaturas pueden alcanzar hasta 127 grados Celsius cerca del ecuador. Este calor abrasador es suficiente para derretir algunos metales y es un desafío importante para cualquier tecnología que se envíe a su superficie. Sin embargo, cuando cae la noche lunar, las temperaturas descienden a un frío extremo de hasta -173 grados Celsius. Este cambio tan drástico en las temperaturas es una de las características más distintivas de nuestro satélite.

La duración del día y la noche en la Luna es consecuencia directa de su rotación lenta. Un día lunar completo, que incluye tanto el día como la noche, dura aproximadamente 29 días terrestres. Esto significa que las temperaturas extremas persisten durante largos periodos, lo que hace que la Luna sea un lugar inhóspito para la vida tal y como la conocemos. La falta de una atmósfera que regule estas temperaturas significa que no hay una transición suave entre el calor y el frío; en cambio, los cambios son abruptos y significativos.

La ausencia de una atmósfera también implica que no hay protección contra la radiación solar directa o los micrometeoritos que podrían impactar la superficie. Esta falta de protección, combinada con las temperaturas extremas, hace que cualquier misión lunar requiera una planificación cuidadosa y una tecnología avanzada para garantizar la seguridad y el éxito.

La naturaleza de las temperaturas extremas

La Luna, al carecer de una atmósfera densa, no puede distribuir el calor de manera uniforme. Esto significa que las temperaturas pueden variar cientos de grados entre el día y la noche. La superficie lunar absorbe la radiación solar durante el día, elevando las temperaturas a niveles extremos. Sin embargo, una vez que el Sol se oculta, toda esa energía se pierde rápidamente en el espacio, lo que provoca un descenso radical de la temperatura.

Este fenómeno es especialmente notable cerca del ecuador lunar, donde las temperaturas diurnas son más altas. En contraste, las regiones polares de la Luna, que reciben menos luz solar, experimentan temperaturas mucho más bajas. En algunos de los cráteres polares, donde el Sol nunca llega, las temperaturas pueden descender hasta -250 grados Celsius, convirtiéndolos en algunos de los lugares más fríos del sistema solar.

La diferencia en la temperatura también se ve influenciada por la composición del suelo lunar. El regolito, una capa de polvo y fragmentos de roca, tiene propiedades térmicas únicas que afectan cómo se absorbe y se libera el calor. Este material superficial no solo influye en las temperaturas de la superficie, sino que también juega un papel crucial en la regulación térmica del subsuelo.

¿Cuánto dura el día lunar? - Midjourney/Sarah Romero

Variaciones de temperatura: del día a la noche lunar

El ciclo de día y noche en la Luna es un proceso fascinante que afecta profundamente las temperaturas en su superficie. Durante el día lunar, la luz solar directa calienta rápidamente la superficie, alcanzando temperaturas de hasta 127 grados Celsius. Este calor extremo se mantiene durante aproximadamente 14 días terrestres, lo que representa un desafío para cualquier equipo o vehículo que opere en la Luna.

Cuando la noche lunar comienza, la ausencia de luz solar provoca un enfriamiento rápido y severo. Las temperaturas caen a -173 grados Celsius, un frío tan intenso que puede afectar el funcionamiento de los dispositivos electrónicos y mecánicos. Los cambios de temperatura son tan abruptos que cualquier misión a la Luna debe estar equipada con sistemas de control térmico avanzados para garantizar la operatividad continua.

Este ciclo térmico también tiene implicaciones para posibles asentamientos humanos en la Luna. Cualquier infraestructura debe ser capaz de soportar estas variaciones extremas de temperatura, lo que requiere materiales y tecnologías que puedan proporcionar aislamiento térmico eficaz y protección contra las condiciones adversas.

Las temperatura más bajas registradas en la superficie lunar - Midjourney/Sarah Romero

¿Cuáles son las causas de estas variaciones?

Las variaciones extremas de temperatura en la Luna se deben principalmente a la falta de una atmósfera significativa. Sin una capa de gases que actúe como aislante, la Luna no puede retener el calor solar durante la noche, lo que resulta en un enfriamiento rápido y severo. Además, la atmósfera terrestre ayuda a distribuir el calor de manera más uniforme, algo que la Luna no puede hacer debido a su exosfera extremadamente delgada.

Otro factor que contribuye a estas variaciones es la lenta rotación de la Luna. A diferencia de la Tierra, que gira sobre su eje cada 24 horas, la Luna tarda aproximadamente 29 días terrestres en completar una rotación. Esto significa que las temperaturas extremas persisten durante largos periodos, aumentando el desafío para cualquier misión que intente operar en su superficie.

La combinación de estos factores crea un entorno lunar único, donde las temperaturas pueden cambiar drásticamente en un corto periodo de tiempo. Este entorno hostil requiere soluciones tecnológicas innovadoras para garantizar la seguridad y el éxito de las misiones espaciales.

La Luna, visto por la IA - Midjourney/Sarah Romero

Impacto de la falta de atmósfera en la temperatura lunar

El papel de la atmósfera (o su ausencia)

La atmósfera de un planeta o satélite juega un papel crucial en la regulación de su temperatura. En la Tierra, la atmósfera actúa como un escudo que atrapa el calor del Sol durante el día y lo libera lentamente durante la noche, lo que suaviza las fluctuaciones de temperatura. Sin embargo, la Luna carece de una atmósfera significativa, lo que significa que no hay nada que atrape el calor durante la noche o lo distribuya de manera uniforme durante el día.

Esta ausencia de atmósfera es la principal razón por la que la Luna experimenta temperaturas tan extremas. Durante el día, la luz solar directa calienta la superficie rápidamente, pero sin una atmósfera que retenga ese calor, la temperatura desciende drásticamente cuando el Sol se oculta. Este ciclo de calentamiento y enfriamiento extremos crea un ambiente hostil para cualquier forma de vida y representa un desafío significativo para la tecnología espacial.

Además, la falta de atmósfera también significa que no hay protección contra la radiación solar directa, que puede ser dañina para los astronautas y el equipo. Esta radiación, junto con los micrometeoritos que pueden impactar la superficie sin ser frenados por una atmósfera, hace que la Luna sea un lugar peligroso para la exploración humana.

Nuestra Luna - Midjourney/Sarah Romero

La lenta rotación de la Luna y su efecto en el clima

La rotación de la Luna es otro factor clave que influye en sus temperaturas extremas. La Luna gira sobre su eje a un ritmo mucho más lento que la Tierra, lo que significa que un día lunar completo dura aproximadamente 29 días terrestres. Esta rotación lenta contribuye a la duración prolongada de los periodos de día y noche, lo que a su vez amplifica las variaciones de temperatura.

Durante el día lunar, que dura unos 14 días terrestres, la superficie de la Luna está expuesta a la luz solar directa durante un periodo prolongado, lo que permite que las temperaturas alcancen niveles extremadamente altos. Por el contrario, durante la noche lunar, que también dura 14 días terrestres, la ausencia de luz solar provoca un enfriamiento prolongado y extremo.

Esta rotación lenta significa que cualquier misión a la Luna debe estar preparada para enfrentar tanto el calor abrasador del día como el frío intenso de la noche. Los sistemas de control térmico deben ser capaces de manejar estas fluctuaciones extremas para garantizar que el equipo y los astronautas puedan operar de manera segura y efectiva.

Supervivencia en condiciones extremas: los trajes espaciales

¿Cómo sobreviven los astronautas a estos cambios dramáticos?

La supervivencia de los astronautas en la Luna depende en gran medida de los trajes espaciales, conocidos técnicamente como Unidades de Movilidad Extravehicular (EMU). Estos trajes son verdaderas maravillas de la ingeniería, diseñados para proteger a los astronautas no solo de las temperaturas extremas, sino también del vacío del espacio, la radiación solar y los micrometeoritos.

Durante las misiones Apolo de la NASA, los trajes espaciales estaban equipados con capas aislantes de materiales como el mylar, que proporcionaban protección contra las grandes variaciones de temperatura. Estos trajes eran esenciales para garantizar la seguridad de los astronautas mientras exploraban la superficie lunar y realizaban experimentos científicos.

Los trajes espaciales modernos han evolucionado significativamente desde los días del programa Apolo. Incorporan materiales avanzados y tecnologías de control térmico que permiten a los astronautas operar de manera segura en el entorno hostil de la Luna. Estos trajes están diseñados para ser más ergonómicos, menos pesados y más cómodos, lo que facilita el movimiento y mejora la eficiencia de las misiones.

Durante las misiones Apolo de la NASA, los trajes espaciales estaban equipados con capas aislantes de materiales como el mylar.

Innovaciones en los trajes espaciales del programa Artemis

El programa Artemis de la NASA, que tiene como objetivo llevar a los humanos de regreso a la Luna en los próximos años, ha impulsado el desarrollo de trajes espaciales aún más avanzados. Estos nuevos trajes están diseñados para ser más resistentes y flexibles, capaces de soportar las temperaturas extremas de la Luna y proporcionar una mayor movilidad a los astronautas.

Los trajes del programa Artemis incorporan tejidos de alta tecnología y materiales aislantes avanzados que ofrecen una protección térmica superior. Además, están equipados con sistemas de soporte vital que regulan la temperatura y proporcionan oxígeno supletorio en caso de despresurización. Estos avances tecnológicos son cruciales para garantizar que los astronautas puedan realizar sus tareas de manera segura y eficiente en la superficie lunar.

El desarrollo de estos trajes espaciales también tiene implicaciones para futuras misiones a Marte y otros destinos del sistema solar. La tecnología y los materiales desarrollados para el programa Artemis pueden aplicarse a otras misiones, mejorando la seguridad y el rendimiento de los astronautas en una variedad de entornos espaciales.

Regiones de temperaturas extremas en la superficie lunar

Temperaturas en cráteres y regiones polares

Las temperaturas en la superficie lunar varían no solo entre el día y la noche, sino también en función de la ubicación geográfica. Las regiones polares de la Luna, en particular, experimentan temperaturas extremas debido a su exposición limitada a la luz solar. En algunos cráteres polares, donde el Sol nunca llega, las temperaturas pueden descender hasta -250 grados Celsius, convirtiéndolos en algunos de los lugares más fríos del sistema solar.

Estos cráteres permanentemente sombreados son de gran interés para los científicos, ya que se cree que podrían contener depósitos de hielo de agua. Este hielo podría ser un recurso valioso para futuras misiones de exploración y colonización, proporcionando agua para beber, oxígeno para respirar y combustible para cohetes.

La topografía lunar también juega un papel en la variación de las temperaturas. Las diferencias en la elevación y la inclinación de la superficie pueden afectar cómo se absorbe y se libera el calor, creando microclimas únicos en diferentes áreas de la Luna. Comprender estas variaciones es crucial para planificar misiones futuras y garantizar la seguridad y el éxito de las operaciones en la superficie lunar.

Tecnología y exploración: desafíos y soluciones

Avances tecnológicos en el control térmico espacial

La exploración lunar presenta desafíos únicos debido a las temperaturas extremas y las condiciones hostiles de su superficie. Sin embargo, los avances tecnológicos han permitido el desarrollo de soluciones innovadoras para enfrentar estos desafíos. Los sistemas de control térmico son una parte esencial de cualquier misión lunar, ya que deben ser capaces de manejar las fluctuaciones extremas de temperatura para garantizar el funcionamiento continuo del equipo y la seguridad de los astronautas.

Luna. Gemini
La exploración lunar presenta desafíos únicos debido a las temperaturas extremas y las condiciones hostiles de su superficie.

Los materiales aislantes avanzados, como los utilizados en los trajes espaciales del programa Artemis, son solo una parte de la solución. Los sistemas de calefacción y refrigeración activa también juegan un papel crucial en el mantenimiento de temperaturas estables en los módulos de aterrizaje y los vehículos de exploración. Estos sistemas utilizan una combinación de tecnologías, como radiadores y fluidos de transferencia de calor, para regular la temperatura y proteger el equipo de las condiciones extremas.

Además, la investigación en nuevos materiales y tecnologías continúa, con el objetivo de mejorar la eficiencia y la eficacia de los sistemas de control térmico. Estos avances no solo son importantes para las misiones lunares, sino que también tienen aplicaciones potenciales en otras áreas de la exploración espacial, como las misiones a Marte y más allá.

Posibilidades de asentamientos lunares seguros

La posibilidad de establecer asentamientos humanos en la Luna es un tema de gran interés para los científicos y las agencias espaciales de todo el mundo. Sin embargo, las temperaturas extremas y las condiciones hostiles de la superficie lunar presentan desafíos significativos que deben superarse para que estos asentamientos sean viables y seguros.

Una de las soluciones propuestas es el uso de tubos de lava, formaciones geológicas subterráneas que podrían proporcionar protección natural contra las temperaturas extremas y la radiación solar. Estos tubos, que se formaron a partir de antiguas erupciones volcánicas, ofrecen un entorno más estable y seguro para la construcción de bases lunares.

Además, los avances en la tecnología de impresión 3D podrían permitir la construcción de estructuras habitables en la Luna utilizando materiales disponibles en su superficie. Estas estructuras podrían diseñarse para ser altamente eficientes desde el punto de vista energético y proporcionar un aislamiento térmico eficaz, lo que haría posible la vida en la Luna a largo plazo.

Referencias: 

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  • Eugenio M. Fernández Aguilar