El contacto con perros podría tener un efecto antienvejecimiento y antiestrés, según nuevos hallazgos científicos

Un estudio encontró que enseñar a perros de asistencia puede tener efectos biológicos positivos en veteranas con trastorno de estrés postraumático.
Científicos descubren que trabajar con perros mejora la salud del cuerpo y la mente
Científicos descubren que trabajar con perros mejora la salud del cuerpo y la mente. Fuente: Pixabay.

Un grupo de investigadoras descubrió algo sorprendente: trabajar con perros podría ayudar a frenar el envejecimiento celular en mujeres que sufren estrés postraumático tras haber servido en el ejército. El hallazgo, publicado en la revista Behavioral Sciences, aporta una nueva mirada sobre cómo las relaciones con los animales pueden influir en la salud física y mental.

Las participantes del estudio no recibieron un perro de servicio para sí mismas, sino que voluntariamente entrenaron perros para ayudar a otros veteranos. Esta simple diferencia cambió el enfoque habitual de las terapias con animales. En lugar de ser beneficiarias directas, se convirtieron en parte activa del proceso, aportando su tiempo y experiencia para el bienestar de otros.

El estudio se centró exclusivamente en mujeres veteranas, un grupo históricamente poco representado en la investigación militar. A pesar de que su participación en el ejército estadounidense ha aumentado con los años, la mayoría de los estudios sobre estrés postraumático siguen enfocados en hombres, a pesar de que las mujeres reportan tasas más altas del trastorno.

El contacto con perros podría tener un efecto antiestrés y antienvejecimiento, según nuevos hallazgos científicos 1
El sorprendente beneficio biológico de entrenar perros para otros: así ayuda a mujeres con trauma de combate. Fuente: Pixabay.

Lo que hicieron las investigadoras y cómo lo midieron

Las científicas de la Universidad Atlántica de Florida, la Universidad de Maryland y la organización Warrior Canine Connection trabajaron con 28 mujeres veteranas diagnosticadas con trastorno de estrés postraumático (TEPT). Las participantes fueron divididas en dos grupos: uno entrenó perros de servicio durante ocho semanas y el otro vio videos de entrenamiento sin interactuar con animales.

Durante el proceso, se tomaron muestras de saliva para medir la longitud de los telómeros, un marcador biológico del envejecimiento celular. Los telómeros son una especie de “protección” en los extremos de los cromosomas que se acorta con el estrés y el paso del tiempo. Cuanto más cortos son, más envejecidas están nuestras células. A

demás, se registró la variabilidad de la frecuencia cardíaca, un indicador del equilibrio del sistema nervioso, y se evaluaron los niveles de ansiedad, estrés y síntomas de TEPT mediante cuestionarios validados.

El experimento se realizó durante ocho semanas con sesiones de una hora semanal. Todas las mediciones se repitieron al inicio, en la mitad y al final del programa. Así, las investigadoras pudieron comparar los cambios biológicos y emocionales entre quienes trabajaron con perros y quienes solo vieron los videos.

Resultados que van más allá del bienestar emocional

Los resultados mostraron un patrón claro: las veteranas que entrenaron perros mostraron un aumento en la longitud de sus telómeros, lo que sugiere una desaceleración del envejecimiento celular. En cambio, las mujeres del grupo de control presentaron una disminución, lo que indicaría un avance del proceso de envejecimiento.

El efecto fue especialmente fuerte en las participantes que habían estado expuestas al combate. En ellas, los telómeros se alargaron más tras las ocho semanas de entrenamiento.

Este hallazgo es relevante porque sugiere que las experiencias traumáticas previas pueden influir en cómo el cuerpo responde a una intervención positiva. En pocas palabras, la interacción con los animales podría ayudar a reparar parte del daño que el estrés crónico causa en las células.

Por otro lado, la variabilidad cardíaca mostró una leve disminución en el grupo que entrenó perros, lo que en teoría indicaría más estrés fisiológico. Sin embargo, las investigadoras señalaron que esto probablemente se debió a factores externos, como las condiciones de las sesiones al aire libre y las medidas sanitarias posteriores al COVID-19.

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Investigan cómo el entrenamiento de perros de servicio podría aliviar el estrés y rejuvenecer a mujeres veteranas. Fuente: Pixabay.

Reducción de síntomas y un sentido de propósito compartido

Más allá de los datos biológicos, todas las participantes experimentaron una disminución en los síntomas psicológicos: menos ansiedad, menor estrés percibido y una reducción significativa de los síntomas de TEPT.

Curiosamente, estos beneficios fueron similares en ambos grupos, lo que sugiere que la estructura del estudio —el acompañamiento, la rutina y el sentido de pertenencia— también tuvo un efecto terapéutico.

Sin embargo, las autoras creen que entrenar perros ofreció algo más que alivio emocional: un propósito. Las veteranas no solo ayudaban a los animales, sino que contribuían al bienestar de otros veteranos. Esa doble misión puede ser especialmente significativa para quienes han tenido dificultades para reintegrarse a la vida civil.

El estudio también destacó que no todas las veteranas pueden tener o cuidar un perro, debido a limitaciones económicas, de vivienda o de tiempo. En ese contexto, participar en programas de voluntariado con animales podría ofrecer los mismos beneficios emocionales sin las responsabilidades de la tenencia.

El sorprendente efecto de convivir y entrenar perros: menos estrés y envejecimiento más lento
El sorprendente efecto de convivir y entrenar perros: menos estrés y envejecimiento más lento. Fuente: Pixabay

Un camino abierto para terapias no farmacológicas

Esta investigación abre la puerta a nuevas formas de tratar el estrés postraumático en mujeres veteranas sin recurrir únicamente a fármacos o terapias tradicionales. El simple acto de interactuar con animales, enseñarles y crear vínculos puede tener efectos reales en el cuerpo y la mente.

Las autoras del estudio subrayan que estos resultados deben interpretarse con cautela, ya que la muestra fue pequeña y la duración limitada. Aun así, los datos muestran una tendencia prometedora: las relaciones con los animales no solo reconfortan emocionalmente, también pueden reflejarse en cambios biológicos medibles.

Este tipo de intervenciones no pretende reemplazar los tratamientos psicológicos, sino complementarlos. El entrenamiento de perros de servicio combina empatía, aprendizaje y sentido de comunidad, tres factores que pueden ser claves para la recuperación y la salud integral de las veteranas.

Referencias

  • Krause-Parello, C. A., Friedmann, E., Taber, D., Zhu, H., Quintero, A., & Yount, R. (2025). Veterans Training Service Dogs for Other Veterans: An Animal-Assisted Intervention for Post-Traumatic Stress Disorder. Behavioral Sciences15(9), 1180. doi: 10.3390/bs15091180

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