Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad CEU Cardenal Herrera, en Valencia, el negro es más perjudicial para la salud que el rubio. La razón es que, en ocasiones, la hoja del tabaco negro está contaminada por hongos. Sus esporas, microscópicas y muy resistentes, pueden viajar en el humo hasta los pulmones del fumador y de las personas que le rodean. La contaminación por hongos no se ha detectado en el rubio.
Además, los investigadores han comprobado que el consumo de tabaco negro incrementa significativamente la frecuencia de aparición de dolencias vasculares y gástricas graves, así como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la enfermedad respiratoria aguda. En cualquier caso, el rubio tampoco es ni mucho menos inocuo, y los científicos insisten en los graves perjuicios de ambos tipos de tabaco sobre la salud.
Además de la diferencia en la posible contaminación por hongos, es importante destacar otros aspectos que hacen que ambos tipos de tabaco sean perjudiciales para la salud. El tabaco, ya sea rubio o negro, contiene una mezcla de sustancias tóxicas y carcinógenas, como el alquitrán, la nicotina y varios compuestos químicos. Estas sustancias son conocidas por causar una variedad de enfermedades graves, incluyendo diversos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares y respiratorias.