Como todos sabemos, el número de cromosomas del ser humano es de 23 pares, o sea, 46 cromosomas. La diferencia con los chimpancés, nuestros primos más cercanos, no es demasiado grande, pero tienen más que nosotros, tienen 48 cromosomas. El porqué no está muy claro.
Pero quizá lo que no resulte tan conocido es que, hasta mediados del siglo XX, los científicos creían que los humanos teníamos 48. Quien deshizo el entuerto fue un joven nacido en Java, Joe Hin Tjio, experto en genética vegetal. Desde 1948, Tjio dirigía un equipo de trabajo en citogenética en Zaragoza, pero en sus vacaciones se marchaba a Suecia para investigar en el Instituto de Genética. Durante las vacaciones de Navidad de 1955, Tjio, trabajando con tejido pulmonar de embriones humanos, descubrió el error. A partir de entonces se supo que el ser humano tiene 46 cromosomas en vez de 48, como se pensaba hasta el momento.
El hecho de que los chimpancés tengan más cromosomas que los humanos no implica necesariamente una mayor complejidad o superioridad genética. La diferencia en el número de cromosomas se debe principalmente a eventos evolutivos ocurridos a lo largo de millones de años. Humanos y chimpancés compartimos un ancestro común que vivió hace aproximadamente 6-7 millones de años. Durante todo este tiempo de evolución se han producido cambios en los cromosomas de ambas especies debido a eventos como fusiones cromosómicas y reordenamientos genéticos. Son estos eventos los que llevaron a la diferencia en el número de cromosomas observados hoy en día.