El origen de esta expresión, que se emplea para hacer significar que alguien está molestando o fastidiando al prójimo con cosas inoportunas, es incierto y existen diversas hipótesis. Para el profesor Fernando Lázaro Carreter, miembro de la Real Academia Española, este modismo tiene una génesis castrense.
En la columna de opinión titulada "El rollo", que apareció publicada en el diario El País el 6 de junio de 1999, Carreter explica así el posible origen de la expresión: "daban la lata los soldados viejos que, en el siglo XVII, andaban de despacho en despacho mendigando compensaciones a sus cicatrices y a las proezas que adveraba aquel rollo de documentos metidos en un tubo de lata". El académico también señala que de esta costumbre militar pudo surgir "la equivalencia hoy perfecta de latazo y rollo"
Otra de las hipótesis sugiere que proviene del hecho de que en el pasado, algunas personas mendigaban comida o dinero golpeando una lata vacía para llamar la atención y pedir limosna. Esta acción repetitiva y molesta podría haber dado origen a la expresión.
