En esencia, el triolismo es la parafilia en la que la excitación reside en observar a la propia pareja teniendo relaciones sexuales con una tercera persona o incluso con varias personas al mismo tiempo, ya sean del mismo sexo o de otro.
Este trastorno de realización grupal implica que la persona que lo sufre es incapaz de lograr placer sexual a no ser que esté observando a otros manteniendo relaciones sexuales, aunque también es posible que este se convierta en parte de ese cuadro sexual y pueda obtener también placer a posteriori si esas relaciones son grabadas o fotografiadas.
El triolismo, del que se derivan las orgías y otras relaciones sexuales grupales, cuenta con un obstáculo médico importante para su tratamiento: aquellos que padecen este trastorno acuden raramente a un profesional por no considerar que su conducta sea algo fuera de lo común. Cuando lo hacen, suele ser empujados por la propia presión de su pareja.