No podrás acceder en coche, ya que este pueblo no tiene carretera. Está tan aislado del mundo que solo podrás llegar caminando o mediante un funicular que te trasladará a este rincón asturiano en poco menos de 10 minutos. ¿Listo para adentrarte en una de las aldeas más remotas de España? Viajamos hasta Bulnes, en pleno corazón de los Picos de Europa y en el que viven apenas 30 habitantes, según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística). Exploramos lo que hace de Bulnes un lugar especial, cómo llegar a él y qué esperar al visitar este rincón escondido de España.

Explorando Bulnes
Este pintoresco pueblo, una parroquia del concejo de Cabrales (Asturias), al margen del ajetreo de la vida moderna nos sitúa en un mundo a 649 metros sobre el nivel del mar, donde el tiempo parece haberse detenido; es un destino especial para los amantes de la naturaleza y la tranquilidad. Y es que, durante siglos, a Bulnes solo se podía acceder por sinuosos y escarpados senderos de montaña, dada su ubicación remota e inaccesible. Y, precisamente, ha sido este aislamiento el que ha preservado la tradición y la belleza natural del pueblo. No existen los coches en este pueblo, ya que no hay ningún tramo de carretera, solo calles estrechas y empedradas, y se trata de un rincón bastante inaccesible y difícil para vivir, de ahí que ya queden tan pocas personas viviendo habitualmente en el pueblo.
El pueblo está dividido en dos aldeas, Bulnes de Arriba y Bulnes de Abajo, cada una con su propio encanto distintivo. Todas las casas cuentan con techos de tejas rojas y balcones de madera, que son típicamente asturianos y todo ello está rodeado de un impresionante paisaje de picos y verdes valles, un paraíso para los amantes de la naturaleza (y un buen refugio si quieres desconectar de nuestra ajetreada vida moderna).
Cómo Llegar a Bulnes: caminando o en funicular
Ya hemos comentado que existen dos formas de llegar a este pueblo asturiano: una es caminando y la otra mediante el funicular. Si quieres buscar una experiencia más inmersiva y te gusta la aventura, te recomendamos la primera opción. La caminata de senderismo hacia el pueblo arranca en Poncebos (a casi 45 minutos en coche de Cangas de Onís), en el inicio de la Ruta del Cares y del Camino de Bulnes. Desde esta pequeña aldea podrás emprender una caminata de aproximadamente 5 kilómetros en un sendero que serpentea a través de un espectacular paisaje como el de la Garganta del Cares, con mucha vegetación, acantilados, acompañados de las aguas cristalinas del río Cares. Se trata de un sendero de dificultad media que puede hacerse en poco más de una hora y media (y algo menos la bajada, claro).

Si deseas una aventura menos deportiva, desde 2001 el pueblo adornado con tejas rojas cuenta con un funicular que recorre un túnel excavado en la montaña, tanto para las gentes del pueblo como para los turistas (y su precio es de 22 euros ida y vuelta y suele estar operativo de 10.00 de la mañana a 18.00 de la tarde, y un poco más tarde en verano). Tarda 7-8 minutos en llegar desde la base en la estación en Pincebos al pueblo, y para los residentes fue un antes y un después dado que, desde ese momento, no solo pudieron empezar a recibir turistas, sino también contar con materiales y productos de primera necesidad a diario. Para los vecinos de Bulnes, el trayecto es siempre gratuito. Una vez que el funicular ha 'aterrizado', solo tendremos que caminar unos 5 minutos por un camino apto para todos los públicos, aunque sea de tierra, que nos llevará al corazón del pueblo asturiano. Si quieres llegar de una forma más relajada, esta es la mejor opción.

Qué ver y hacer en Bulnes
Es interesante reflexionar sobre cómo debió ser la vida en la aldea antes del funicular (ya que hasta hace apenas 23 años solo se podía llegar a pie a este pueblo de pastores), pero es que este rincón de España siempre ha vivido un poco anclado en el pasado. De hecho, no tuvieron electricidad hasta el año 1988; así es, hasta ese momento, la aldea no contaba con energía eléctrica.
Una vez que hemos caminado por sus calles y sus tradicionales casas asturianas de piedra decoradas con flores de temporada, que le dan un aspecto entrañable y prácticamente de postal, una de las actividades que podemos llevar a cabo en su entorno es subir al mirador de Bulnes y contemplar la espectacular vista de la cima del Torre Cerredo. A pesar de su aislamiento, es un lugar que recibe turistas durante todo el año, atraídos por los más diversos motivos, incluido el deseo de probar la cocina del pueblo (hay tres restaurantes en Bulnes, concretamente en Bulnes de Abajo; arriba es donde se encuentran las mejores vistas y las casas más tradicionales).

Uno de sus atractivos: el Naranjo de Bulnes
Desde este encantador concejo asturiano se puede llegar al Picu Urriellu, también conocido como Naranjo de Bulnes, la cumbre más emblemática y famosa de los Picos de Europa, y un destino muy popular entre los alpinistas debido a la dificultad de sus paredes verticales, especialmente la cara oeste de este pico calizo que se encuentra dentro del parque nacional de Picos de Europa.
El Picu Urriellu se eleva a una altura de 2.519 metros y su distintiva silueta lo convierten en uno de los picos más reconocibles de España. Formada a partir de piedra caliza, su silueta es producto de la erosión y de la actividad tectónica por igual. Conocido como Naranjo de Bulnes por su tono anaranjado durante el atardecer, el color de esta montaña cambia a lo largo del día, desde un gris pálido por la mañana hasta un naranja intenso cuando cae la noche, un motivo más para visitar este rincón del país.
