Este rarísimo fenómeno, denominado "hematohidrosis", se produce sólo en momentos de gran ansiedad, estrés y debilidad física. En esas condiciones, los vasos sanguíneos pueden contraerse y dilatarse hasta el punto de ruptura, de forma que se producen hemorragias en la capa de la epidermis más próxima a las glándulas sudoríparas. Así, la sangre se mezcla con el sudor y brota por la piel.

El fenómeno de la hematohidrosis es extremadamente raro y ha desconcertado a médicos y científicos durante siglos. Se ha documentado en diversos contextos históricos y religiosos, asociado a momentos de intensa angustia y sufrimiento físico y emocional.