Análisis de la Declaración de Independencia de Estados Unidos

La Declaración de Independencia, documento firmado por las Trece Colonias el 4 de julio de 1776, supuso la ruptura de estas con la Corona británica.
Declaración de Independencia de EEUU

La Declaración de Independencia de Estados Unidos es, para muchos historiadores y especialmente para aquellos del mundo anglosajón, uno de los documentos más importantes de la Historia Moderna. Su proclamación supuso no solo la creación (tras la guerra) de los Estados Unidos de América sino que marcó el comienzo de la segunda gran revolución burguesa de la historia, posterior a la Gloriosa de 1668 en Inglaterra, y delineó el camino a seguir por una nación que se convertiría en la primera democracia ilustrada del mundo.

Contexto histórico y el camino hacia la independencia

La relación entre las Trece Colonias y Gran Bretaña

Las Trece Colonias británicas en América del Norte mantenían una relación compleja con Gran Bretaña, caracterizada por una dependencia económica y política que, con el tiempo, comenzó a deteriorarse. Inicialmente, las colonias disfrutaban de un grado considerable de autonomía, lo que les permitió desarrollar sus propias instituciones políticas y económicas. Sin embargo, a medida que Gran Bretaña intentaba ejercer un control más directo, las tensiones aumentaron. Las políticas fiscales y comerciales impuestas por la metrópoli, como los impuestos sin representación, fueron vistas como injustas y opresivas, sembrando las semillas del descontento.

El deterioro de esta relación se aceleró con la imposición de leyes restrictivas por parte del Parlamento británico, que buscaba consolidar su autoridad sobre las colonias. A esto se sumaron las restricciones al comercio y la imposición de impuestos que gravaban productos esenciales, lo que generó un sentimiento de explotación económica. Las colonias comenzaron a cuestionar la legitimidad del gobierno británico, especialmente al no tener representación en el Parlamento. Este contexto de creciente descontento fue crucial para el surgimiento de un movimiento independentista.

El deterioro de la relación colonia-metrópoli

El deterioro de la relación entre las colonias y la metrópoli fue un proceso gradual, marcado por una serie de eventos que exacerbaron las tensiones existentes. La promulgación de leyes como el Acta del Azúcar y el Acta del Sello, que imponían impuestos directos sobre los colonos, fue percibida como una violación de sus derechos. La resistencia a estas leyes se manifestó en forma de boicots y protestas, que culminaron en incidentes como la Masacre de Boston y el Motín del Té. Estos eventos simbolizaron la creciente brecha entre las colonias y Gran Bretaña.

Declaración de Independencia de EEUU - Imagen: Wikimedia Commons.

La respuesta británica a estas protestas fue aumentar la represión, lo que solo sirvió para radicalizar a los colonos. Las Trece Colonias comenzaron a organizarse políticamente, celebrando congresos y formando comités de correspondencia para coordinar su resistencia. La falta de disposición de Gran Bretaña para negociar y reconocer las demandas coloniales fortaleció la idea de que la independencia era la única solución viable. Este deterioro de la relación fue un factor determinante que llevó a las colonias a buscar su independencia.

El Congreso Continental y sus decisiones clave

El Congreso Continental jugó un papel crucial en el camino hacia la independencia de las Trece Colonias. Este cuerpo legislativo, compuesto por representantes de cada colonia, se reunió por primera vez en 1774 en respuesta a las leyes coercitivas impuestas por Gran Bretaña. El Congreso Continental se convirtió en el foro donde las colonias discutieron y coordinaron sus acciones frente a la creciente opresión británica. A lo largo de sus sesiones, el Congreso adoptó medidas importantes, como el establecimiento de un boicot a los productos británicos y la creación de milicias coloniales.

La decisión más trascendental del Congreso Continental fue la de declarar la independencia de las colonias. El 2 de julio de 1776, el Congreso votó a favor de la independencia, y dos días después, el 4 de julio, se adoptó oficialmente la Declaración de Independencia. Este documento, redactado principalmente por Thomas Jefferson, articuló las razones por las cuales las colonias se separaban de Gran Bretaña, basándose en principios de derechos inalienables y justicia. La decisión del Congreso de declarar la independencia fue un acto audaz que cambió el curso de la historia.

Redacción y contenido de la Declaración de Independencia

Thomas Jefferson y la creación del texto

Thomas Jefferson, uno de los padres fundadores de Estados Unidos, fue el principal autor de la Declaración de Independencia. En junio de 1776, el Congreso Continental le encargó redactar el documento que justificaría la ruptura con Gran Bretaña. Jefferson, conocido por su habilidad para la escritura y su profundo conocimiento de las ideas ilustradas, completó el borrador en tan solo 17 días. Su texto reflejaba las influencias filosóficas de pensadores como John Locke, quien defendía los derechos naturales y el contrato social.

El proceso de redacción de la Declaración no estuvo exento de debates y revisiones. El borrador inicial de Jefferson fue revisado por un comité que incluía a figuras destacadas como John Adams y Benjamin Franklin. Durante estas revisiones, se realizaron cambios significativos, algunos de los cuales suavizaron el lenguaje utilizado para criticar a la Corona británica. A pesar de las modificaciones, el documento final mantenía el espíritu original de Jefferson, proclamando los derechos inalienables de los individuos y la legitimidad de la rebelión contra la tiranía.

Unas verdades evidentes: derechos inalienables y justicia

La Declaración de Independencia comienza con una afirmación contundente de principios universales: "Sostenemos que estas verdades son evidentes por sí mismas, que todos los hombres son creados iguales, que están dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables, entre los que se encuentran la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad". Esta declaración de derechos inalienables se convirtió en uno de los pasajes más célebres del documento, encapsulando la esencia de la lucha por la independencia.

El texto argumenta que los gobiernos son instituidos para proteger estos derechos y que su legitimidad emana del consentimiento de los gobernados. Cuando un gobierno se convierte en opresor, es el derecho del pueblo abolirlo y establecer uno nuevo que garantice su seguridad y felicidad. Esta idea de justicia y derechos inalienables fue revolucionaria en su época y sentó las bases para el desarrollo de la democracia moderna. A pesar de su retórica inclusiva, la Declaración no abordó cuestiones como la esclavitud, que continuó siendo una realidad en el nuevo país.

Aparecen (de izquierda a derecha) Franklin, Adams y Jefferson trabajando en la Declaración de independencia de Estados Unidos.
Imagen: Jean Leon Gerome Ferris.
Aparecen (de izquierda a derecha) Franklin, Adams y Jefferson trabajando en la Declaración de independencia de Estados Unidos. Imagen: Jean Leon Gerome Ferris.

Los pecados del rey Jorge III: agravios enumerados

La segunda parte de la Declaración de Independencia enumera una serie de agravios cometidos por el rey Jorge III y su gobierno, que justificaron la decisión de las colonias de declarar su independencia. Estos agravios se dividen en categorías políticas, económicas y militares. En el ámbito político, se acusa al rey de obstruir el funcionamiento de las instituciones coloniales, negándose a aprobar leyes necesarias y disolviendo cuerpos legislativos. Económicamente, se critica la imposición de impuestos sin representación y las restricciones comerciales que asfixiaban a las colonias.

Militarmente, las quejas se centran en la presencia de tropas británicas en tiempos de paz y su conducta abusiva. Las colonias también denunciaron el uso de mercenarios para reprimir las revueltas y el fomento de conflictos con los pueblos nativos. Estos agravios fueron presentados como pruebas de un plan deliberado para establecer una tiranía sobre las colonias. La enumeración de estos abusos buscaba legitimar la rebelión y ganar el apoyo de la comunidad internacional para la causa independentista.

El derecho de los pueblos a deshacerse de gobiernos tiránicos

La Declaración de Independencia no solo expone los agravios sufridos por las colonias, sino que también proclama el derecho de los pueblos a deshacerse de gobiernos tiránicos. Este principio, profundamente arraigado en el pensamiento ilustrado, sostiene que cuando un gobierno viola sistemáticamente los derechos de los ciudadanos, estos tienen el deber de abolirlo y establecer uno nuevo que garantice su bienestar. La Declaración argumenta que las colonias intentaron repetidamente resolver sus diferencias con Gran Bretaña de manera pacífica, pero que sus peticiones fueron ignoradas o respondidas con más represión.

Este derecho a la revolución fue presentado como una medida de último recurso, necesaria para asegurar la libertad y la justicia. La Declaración enfatiza que la decisión de separarse de Gran Bretaña no fue tomada a la ligera, sino que fue el resultado de un largo proceso de abusos y usurpaciones. Al invocar este derecho, las colonias buscaban justificar su rebelión ante el mundo y establecer un precedente para futuros movimientos de independencia.

Impacto y legado de la Declaración

Establecimiento de la primera democracia ilustrada

La Declaración de Independencia fue un documento revolucionario que sentó las bases para el establecimiento de la primera democracia ilustrada del mundo. Al proclamar los derechos inalienables de los individuos y la soberanía popular, la Declaración desafió las nociones tradicionales de autoridad y legitimidad. Este nuevo enfoque del gobierno, basado en el consentimiento de los gobernados, inspiró a generaciones de pensadores y líderes políticos en todo el mundo.

El impacto de la Declaración se extendió más allá de las fronteras de Estados Unidos, influyendo en movimientos de independencia y reformas democráticas en Europa y América Latina. Su énfasis en los derechos individuales y el gobierno representativo resonó en la Revolución Francesa y en las luchas por la independencia en América Latina. La Declaración se convirtió en un símbolo de la lucha por la libertad y la justicia, y su legado perdura en las democracias modernas.

Influencia en movimientos de independencia posteriores

La Declaración de Independencia no solo marcó el nacimiento de una nueva nación, sino que también inspiró a otros pueblos a luchar por su libertad. Su mensaje de derechos inalienables y justicia resonó en todo el mundo, influyendo en movimientos de independencia en Europa, América Latina y África. La Revolución Francesa, por ejemplo, adoptó muchos de los principios de la Declaración, proclamando la igualdad, la libertad y la fraternidad como sus valores fundamentales.

En América Latina, líderes como Simón Bolívar y José de San Martín se inspiraron en la Declaración para luchar por la independencia de sus países del dominio colonial español. La Declaración se convirtió en un modelo para redactar constituciones y establecer gobiernos democráticos en todo el mundo. Su influencia perdura en los movimientos de derechos civiles y en la lucha por la igualdad y la justicia en el siglo XXI.

Washington cruzando el río Delaware. Imagen: Emanuel Leutze - The Metropolitan Museum of Art, Dominio público. Wikimedia.
Washington cruzando el río Delaware. Imagen: Emanuel Leutze - The Metropolitan Museum of Art, Dominio público. Wikimedia.

La Declaración como símbolo de democracia y libertad

La Declaración de Independencia ha perdurado como un símbolo poderoso de democracia y libertad. Su mensaje de igualdad y derechos inalienables sigue siendo relevante en el contexto actual, inspirando a personas de todo el mundo a luchar por sus derechos y libertades. La Declaración se ha convertido en un referente para los movimientos de derechos civiles en Estados Unidos, desde la lucha por la abolición de la esclavitud hasta el movimiento por los derechos civiles en la década de 1960.

El documento también ha sido citado por líderes y activistas en todo el mundo como un ejemplo de la lucha contra la opresión y la tiranía. Su legado se refleja en las constituciones de muchos países que han adoptado principios similares de derechos humanos y gobierno representativo. La Declaración de Independencia sigue siendo un faro de esperanza para aquellos que buscan un mundo más justo y equitativo.

Conclusión y firma de la Declaración de Independencia

El 4 de julio de 1776: un día histórico

El 4 de julio de 1776 es una fecha emblemática en la historia de Estados Unidos, marcada por la adopción de la Declaración de Independencia. Este día, el Congreso Continental aprobó el documento que proclamaba la separación de las Trece Colonias de Gran Bretaña, un acto de valentía y determinación que cambió el curso de la historia. La celebración del 4 de julio como el Día de la Independencia se ha convertido en una tradición nacional, simbolizando la libertad y el espíritu indomable del pueblo estadounidense.

La adopción de la Declaración fue el resultado de un largo proceso de debate y deliberación en el Congreso Continental. A pesar de las diferencias y desacuerdos, los representantes de las colonias lograron unirse en torno a la causa común de la independencia. Este acto de unidad y compromiso fue fundamental para el éxito de la Revolución Americana y el establecimiento de una nueva nación basada en principios democráticos.

Firma de los principales representantes de las Trece Colonias

La Declaración de Independencia fue firmada por 56 delegados que representaban a las Trece Colonias, un grupo diverso que incluía a figuras prominentes como John Hancock, Benjamin Franklin y Thomas Jefferson. La firma del documento fue un acto de gran riesgo personal, ya que los firmantes se enfrentaban a la posibilidad de ser acusados de traición por la Corona británica. Sin embargo, su determinación y compromiso con la causa de la libertad fueron inquebrantables.

La declaración de Independencia de los Estados Unidos de América, por Armand-Dumaresq, (c. 1873) cuadro que se encuentra en la Casa Blanca desde finales de los años 80.
La declaración de Independencia de los Estados Unidos de América, por Armand-Dumaresq, (c. 1873) cuadro que se encuentra en la Casa Blanca desde finales de los años 80. Wikimedia Commons.

La firma de la Declaración simbolizó la unidad de las colonias en su lucha por la independencia y su disposición a enfrentar las consecuencias de su acto de rebelión. Este acto de valentía y sacrificio sentó las bases para la creación de un nuevo país, basado en los principios de igualdad, libertad y justicia. La firma de la Declaración de Independencia es recordada como un momento decisivo en la historia de Estados Unidos y un símbolo de la lucha por la libertad en todo el mundo.

Autonomía en comercio y alianzas

Con la adopción de la Declaración de Independencia, las Trece Colonias proclamaron su autonomía en asuntos de comercio y alianzas, liberándose del control británico. Este nuevo estatus permitió a los Estados Unidos establecer relaciones comerciales y diplomáticas con otras naciones, asegurando su lugar en la comunidad internacional. La capacidad de negociar tratados y alianzas fue crucial para el éxito de la Revolución Americana, ya que permitió a los Estados Unidos obtener el apoyo de potencias extranjeras como Francia.

La autonomía en comercio y alianzas también sentó las bases para el desarrollo económico y político de la nueva nación. Al liberarse de las restricciones comerciales impuestas por Gran Bretaña, los Estados Unidos pudieron expandir su comercio y desarrollar su economía. Esta nueva libertad permitió a la joven nación establecer su propio camino en el mundo, basado en los principios de libertad y justicia proclamados en la Declaración de Independencia.

Referencia

  • Maier, P. (2012). American scripture: making the Declaration of Independence. Vintage.
  • Armitage, D. (2007). The declaration of independence: A global history. Harvard University Press.

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