Si bien es cierto que los bancos modernos deben su existencia —y su éxito— a los “cambiadores” de dinero del siglo XI, el concepto de la mayoría de las operaciones que se utilizan en la actualidad nacieron hace unos 3 000 años. Las actividades de tipo bancario se practicaban ya en Mesopotamia, donde algunos comerciantes hacían préstamos de granos a los agricultores y negociantes, que se dedicaban a transportar bienes entre las ciudades. Sin embargo, el banco más antiguo del mundo, como tal, no aparecería hasta siglos más tarde.
Origen de las instituciones bancarias: de Mesopotamia a la Edad Media
Puesto que nadie se atrevía a robar en los edificios consagrados a los dioses, tanto en la antigua Babilonia como en Egipto los ciudadanos depositaban sus bienes en los templos. Sin embargo, no podemos decir de forma fundada que el banco más antiguo del mundo se sitúe en aquella época, ya que no existían instituciones dedicadas exclusivamente a ello.
Los "cambiadores" de dinero en el siglo XI
En el siglo XI, los "cambiadores" de dinero jugaron un papel crucial en el desarrollo de las primeras instituciones bancarias. Estos individuos eran responsables de intercambiar diferentes monedas, facilitando el comercio y las transacciones entre regiones con sistemas monetarios diversos. Su trabajo era fundamental en una época en la que el comercio comenzaba a expandirse más allá de las fronteras locales, y la necesidad de un sistema fiable para el intercambio de divisas se hacía cada vez más evidente. Estos "cambiadores" se establecían en mercados y ferias, y su habilidad para manejar diferentes monedas les otorgaba un poder económico significativo.
Con el tiempo, los "cambiadores" de dinero evolucionaron para ofrecer servicios más complejos, como el préstamo de dinero y la custodia de bienes. Este desarrollo sentó las bases para la creación de instituciones bancarias más formales, que comenzarían a surgir en los siglos posteriores. Aunque sus operaciones eran rudimentarias en comparación con los estándares modernos, estos pioneros de la banca sentaron las bases para las prácticas financieras que hoy consideramos esenciales.
A medida que el comercio internacional crecía, la función de los "cambiadores" se volvía cada vez más importante. No solo facilitaban el intercambio de monedas, sino que también comenzaban a ofrecer servicios de crédito, permitiendo a los comerciantes financiar sus viajes y operaciones comerciales. Este papel de intermediarios financieros fue un precursor directo de la banca moderna, marcando el inicio de una transformación económica que continuaría desarrollándose a lo largo de la Edad Media.

Actividades bancarias en Mesopotamia hace 3,000 años
Hace aproximadamente 3,000 años, en la antigua Mesopotamia, ya se practicaban actividades que podríamos considerar como las precursoras de la banca moderna. Comerciantes y agricultores participaban en transacciones que involucraban préstamos de granos, una forma temprana de crédito que permitía a los agricultores obtener los recursos necesarios para sus cosechas. Estos préstamos eran documentados en tablillas de arcilla, lo que sugiere un nivel sorprendente de organización y registro en estas primeras operaciones financieras.
En Mesopotamia, las transacciones no se limitaban a los granos. También se intercambiaban bienes como metales preciosos, y se establecían contratos que estipulaban las condiciones de los préstamos y los términos de devolución. Este sistema rudimentario de banca permitía a las comunidades gestionar mejor sus recursos y facilitaba el comercio entre diferentes regiones, sentando las bases para el desarrollo de economías más complejas.
La existencia de estas prácticas bancarias en Mesopotamia destaca la importancia de las instituciones financieras en el desarrollo de las civilizaciones antiguas. Aunque las operaciones eran simples en comparación con las de hoy, el principio de proporcionar crédito y gestionar recursos era esencial para el crecimiento económico y la estabilidad social. Estos primeros pasos en la historia de la banca muestran cómo las necesidades humanas básicas de intercambio y financiamiento han impulsado la innovación financiera a lo largo de los siglos.
La seguridad de los templos en Babilonia y Egipto
En las antiguas civilizaciones de Babilonia y Egipto, los templos desempeñaban un papel crucial en las primeras formas de banca. Debido a su carácter sagrado, estos edificios eran considerados lugares seguros para almacenar bienes de valor, como metales preciosos y documentos importantes. Los ciudadanos confiaban en los templos para proteger sus posesiones, lo que convirtió a estas instituciones religiosas en los primeros "bancos" de la historia.

Los templos no solo ofrecían seguridad, sino que también participaban activamente en transacciones económicas. Actuaban como prestamistas, otorgando créditos a agricultores y comerciantes que necesitaban financiación para sus actividades. Esta función dual de los templos, como lugares de culto y centros financieros, destaca la interconexión entre la religión y la economía en las sociedades antiguas.
La práctica de utilizar templos como lugares de depósito y préstamo fue una solución ingeniosa a la necesidad de seguridad y financiamiento en un mundo donde el comercio y la economía comenzaban a expandirse. Esta estrategia no solo protegía los bienes de los ciudadanos, sino que también permitía a las comunidades gestionar mejor sus recursos y fomentar el desarrollo económico. El uso de templos como instituciones financieras subraya la creatividad y adaptabilidad de las antiguas civilizaciones en su búsqueda de soluciones económicas eficaces.
El nacimiento del término "banco": etimología y evolución
Sabemos que el término banco tiene varias acepciones en castellano. Pero aquí no hablamos ni de peces ni de asientos públicos. Para referirnos al término financiero, hay que remontarse al banco más antiguo del mundo y al origen italiano de la palabra.
El significado de "banchi" en el contexto medieval
No fue hasta el siglo XIV cuando nos encontramos con los precursores de lo que podríamos considerar como la institución bancaria moderna. De hecho, la palabra “banco”, que conocemos por “finanzas”, tiene algo que ver con el asiento que comúnmente utilizamos para sentarnos. Esto se debe a que el término tiene su origen en la palabra italiana “banchi”, que describe las mesas y bancos sobre los que los financieros italianos llevaban a cabo sus negocios en la Edad Media.

Impacto de la prohibición de la usura por la Iglesia Católica
Pero la iglesia prohibió la usura de los cristianos y los préstamos de dinero fueron transferidos a los judíos (dignos de mención son las condenas del Tercer Concilio de Letrán en 1179, el Segundo Concilio de Lyon en 1274 y el de Viena en 1311). En la Edad Media, la Iglesia Católica declaró el préstamo de dinero como una actividad anticristiana e inmoral. E el siglo XII el Papa prohibió por completo a los cristianos cobrar cualquier tipo de interés, haciendo imposible ganar dinero a través de la banca.
Dado que las normas de la Iglesia Católica no se aplicaban a los judíos y los reyes y príncipes europeos necesitaban dinero para luchar y para construir, pronto se comenzó a operar un negocio de préstamos de dinero contra la protección de hombres poderosos. Muchos gremios comerciales estaban prohibidos para los judíos, así que la banca les proporcionó una buena oportunidad para ganarse la vida.
Clasificación y roles de los banqueros en la Edad Media
Aunque las transacciones bancarias más primitivas existían desde mucho antes, hasta el resurgimiento económico del siglo XIII su alcance era limitado. Los banqueros se agrupaban en tres categorías diferentes: los prestamistas, los cambistas o banqueros de depósito (que intercambiaban monedas de distintas regiones), y los banqueros comerciales.
Prestamistas, cambistas y banqueros comerciales
Son dignos de mención, por ejemplo, los registros que han sobrevivido de una empresa comercial genovesa involucrada en la banca desde 1244 hasta 1259. Bautizada con el nombre de Leccacorvo, aunque tenía una organización laxa, casi rudimentaria, su negocio no lo era tanto. Ofrecía contratos de cambio a larga distancia y destacaban los asientos de transferencias en los libros bancarios, en su mayoría sobregiros. Gracias a esos documentos sabemos que comerciantes, banqueros, funcionarios gubernamentales establecidos, incluidas las comunas de Piacenza o Génova, el Papa o el Rey de Francia formaban parte de su amplia clientela.
En la ciudad toscana de Lucca del siglo XIII (en la que el arte de cambiar dinero era algo muy apreciado), también podemos distinguir dos grupos de banqueros profesionales. Los primeros, los cambistas, ya eran conocidos desde hacía mucho tiempo. Los segundos, sin embargo, empezaron pronto a perfeccionar las técnicas financieras y la organización comercial sobre las que se basarían el comercio y las finanzas internacionales del siglo XIII, pasando a convertirse en comerciantes dedicados al comercio a gran escala.
La influencia del comercio y los viajes en el desarrollo bancario
El auge del comercio y los viajes a larga distancia durante la Edad Media tuvo un impacto significativo en las instituciones bancarias. A medida que los comerciantes se aventuraban más allá de sus fronteras locales, surgió la necesidad de un sistema financiero que pudiera apoyar sus actividades ultramarinas. Los banqueros desempeñaron un papel crucial en este proceso, proporcionando el capital necesario para financiar expediciones comerciales y asegurar transacciones entre diferentes regiones.
La expansión del comercio internacional también llevó a la creación de nuevas formas de crédito y financiamiento. Los comerciantes necesitaban acceder a fondos para adquirir mercancías, pagar a sus tripulaciones y cubrir otros costos asociados con sus viajes. Los banqueros respondieron a esta demanda desarrollando instrumentos financieros innovadores, como letras de cambio y contratos de crédito, que permitían a los comerciantes operar de manera más eficiente y segura.

Monte dei Paschi di Siena: el banco más antiguo del mundo
Un gran número de actividades bancarias medievales y sus centros de operaciones se establecieron en Italia. Por este motivo, no es raro que generalmente se acepte que el primer banco del mundo apareciera allí. Fue durante el apogeo del Renacimiento italiano en Siena en el siglo XV. En esos momentos, Siena formaba parte de la República de Florencia, que era uno de los centros financieros más poderosos del país.
Fundación y legado del Monte dei Paschi di Siena en 1472
El banco más antiguo se llama Monte dei Paschi di Siena, fue originalmente creado en 1472, y en sus primeros años era conocido con el nombre de Monte Pio (monte de piedad). Consistía en una entidad originalmente benéfica donde los pobres podían obtener sumas en metálico empeñando sus distintas pertenencias. Aunque debido al cambio en su estructura durante los dos siglos posteriores a su fundación, fue rebautizado en 1624, convirtiéndose así en la Banca Monte dei Paschi di Siena.
Sea como fuere, cuando Siena se incorporó al Gran Ducado de Toscana, y el Gran Duque Ferdinando II (1610-70) otorgó a los depositantes de Monte los ingresos de los pastos estatales de Maremma como garantía, el banco terminó consolidando e incrementando su actividad bancaria, algo que se hizo patente durante los siglos XVII y XVIII. Hasta nuestros días.
Otros bancos históricos y su influencia en la banca moderna
Sin embargo, en los albores de la banca, el Monte dei Paschi no tardó en encontrar réplicas o símiles en otras partes de Europa. La pugna de la creciente burguesí europea, en constante movimiento, propició el surgimiento de instituciones bancarias en varios países.
Berenberg Bank de Hamburgo: en operación continua desde 1590
Pero fue este cambio el que originó que en la actualidad exista cierto desacuerdo sobre cuál es realmente el banco más antiguo del mundo. Especialmente si recordamos que en el año 1590 se fundó el Berenberg Bank de Hamburgo, creado en la parte alemana del Sacro Imperio Romano Germánico, y que destaca por ser el banco más antiguo de cualquier tipo que lleva operando continuamente con la misma entidad legal. Desde entonces, ha sido propiedad —y está controlado— por la misma familia. Y en la actualidad es una institución financiera multinacional que opera como banco de inversión y banco privado.
La Taula de Canvi de Barcelona: el primer banco público de Europa
Lo cierto es que unos años antes de la fundación de Monte Pio, en la lonja de Barcelona se abrió el 20 de enero de 1401 una taula de canvi, que se encontraba cubierta con el escudo de armas de la ciudad. Consistía en una institución financiera que facilitaba la movilidad de capitales en un momento en el que el comercio y los viajes a larga distancia se habían incrementado notablemente.
Un año después, en 1402, Guillem Colom y Saplana se convertía en el primer administrador de la taula de canvi de Barcelona, que se encargaba de proporcionar crédito al monarca y al Consejo de la ciudad, a la vez que aceptaba depósitos de particulares con mejores garantías, jugando con ello un papel importante en la vida pública catalana a lo largo del siglo XV.
Aún cuando, en vida, el calvario de los usureros fue intenso, muchos supieron aprovecharse de la situación y salir adelante. Aunque en la Divina Comedia no hay usureros en el purgatorio (todos están en el infierno), con el inicio del siglo XIII surgieron nuevas posibilidades ideológicas. Y, con ello, el amanecer de la banca.
Referencias:
- Le Goff, J. 2014. «Mercaderes y banqueros de la Edad Media». Alianza.
- Le Goff, J. 2021. «La Bolsa y la vida: economía y religión en la Edad Media». Gedisa.
- Pons, Marc. «Taula de Canvi de Barcelona, el primer banc públic de la Història». ElNacional.cat
- J. N. Postgate. 1999. «La Mesopotamia arcaica: sociedad y economía en el amanecer de la historia». Akal.