¿Cuánto tardaron los romanos en conquistar Hispania?

Más de 200 años pasaron los romanos luchando contra los distintos pueblos de la península ibérica.
El último día de Numancia

En la historia de la antigua Roma, la conquista de Hispania se destaca como una lucha titánica que se prolongó durante dos siglos. ¿Qué tenía esta tierra en el fin del mundo conocido para desafiar al poderío romano con tal ferocidad? Más allá de su riqueza en minerales y su valiosa posición estratégica, Hispania era un crisol de culturas que prometía enriquecer el legado romano. Este relato es una odisea de ambición y resistencia, un choque de civilizaciones donde el dominio y la determinación forjaron una era definida por el encuentro entre el implacable avance de Roma y la inquebrantable voluntad de los pueblos de Hispania.

La destrucción de Numancia. Juan Antonio Ribera / Wikimedia

Hispania a la llegada de Roma

Antes de la llegada de las águilas de Roma, la península ibérica era un mosaico de culturas y pueblos tan diverso como complejo. Desde las costas donde fenicios y griegos establecieron colonias comerciales hasta las inaccesibles montañas habitadas por tribus guerreras, Hispania no conocía la uniformidad. Cada valle, cada río, marcaba los límites de reinos y ciudades-estado que gobernaban con costumbres y leyes propias. Los íberos en el este, los celtíberos en el interior, los lusitanos en el oeste y otros tantos pueblos componían un paisaje humano rico y fragmentado. Esta estructura política y social, tan diferente a la centralización de otros territorios conquistados por Roma, presentaba un desafío singular: no había un poder único a derrotar, sino una amalgama de resistencias, alianzas fugaces y orgullos locales. La península se revelaba así, no solo como un territorio a conquistar sino como un enigma a descifrar.

La destrucción de Numancia. Juan Antonio Ribera / Wikimedia

El inicio de la conquista

La conquista de Hispania por Roma comenzó con el desembarco en Ampurias en el año 218 a.C. Este primer contacto no fue un mero acto de expansión territorial; formaba parte de una estrategia mayor en el contexto de la Segunda Guerra Púnica contra Cartago. Los romanos, sin embargo, no encontrarían en Hispania un enemigo centralizado, sino una constelación de pueblos dispuestos a luchar ferozmente por su tierra y libertad. Las primeras campañas revelaron tanto el valor de los pueblos ibéricos como los inmensos desafíos logísticos y militares para los invasores. Montañas escarpadas, ríos caudalosos y un conocimiento del terreno que los nativos supieron utilizar a su favor complicaron la avanzada romana. Aunque las primeras victorias otorgaron a Roma un precario pie de apoyo en la península, cada paso adelante se veía contrarrestado por la resistencia de las tribus locales, marcando el comienzo de una larga saga de conquista, llena de conflictos sin resolver.

La muerte de Viriato. José de Madrazo / Wikimedia

La resistencia de Numancia y otros obstáculos

El asedio de Numancia se erige como un símbolo de la inquebrantable resistencia ibérica, una ciudad que, cercada por Roma, eligió el suicidio antes que rendirse. Al menos eso cuenta la leyenda más extendida sobre este conflicto, no exento de cierto nacionalismo. Esta batalla no solo demostró la determinación de los pueblos ibéricos, sino que también forzó a Roma a replantear sus estrategias militares. Paralelamente, la figura de Viriato emerge, un líder lusitano cuyas tácticas de guerrilla desafiaron repetidamente el dominio romano, convirtiéndose en leyenda. Fue contra estos telones de fondo donde generales como Escipión mostraron su genio estratégico, no solo en el campo de batalla sino en la elaboración de alianzas, a veces selladas con oro y otras veces rotas por el acero. La victoria final de Roma no se debió únicamente a su superioridad militar, sino a la capacidad de adaptar y superar las tácticas de sus enemigos, un proceso que irrevocablemente transformó tanto al imperio como a la tierra que buscaba conquistar.

La conquista de Hispania alcanzó su culminación bajo el mandato de Augusto, quien, en el año 19 a.C., logró lo que muchos antes que él no pudieron: la completa pacificación de la península (o al menos eso pretendió afirmar el primer emperador de roma). Las guerras cántabras representaron el último bastión de la resistencia indígena, una serie de conflictos feroces en las montañas del norte que pusieron a prueba el ingenio militar romano. La victoria de Augusto fue un triunfo en el campo de batalla, pero también simbolizó la consolidación definitiva del control romano sobre Hispania. Esta conquista final abrió la puerta a una era de profunda transformación. La paz de Roma, la Pax Romana, permitió el florecimiento de la infraestructura, el comercio, y la cultura romanas en la península. Las ciudades crecieron, las carreteras unieron distantes provincias, y el latín se arraigó en el lenguaje y la administración. Hispania, finalmente sometida, iniciaba un nuevo capítulo en su historia, marcado por la prosperidad y la integración en el vasto mundo romano.

El último día de Numancia. Alejo Vera / Wikimedia

De Roma a España

La conquista romana dejó en Hispania un legado imborrable, cimentando las bases de la cultura hispánica moderna. La introducción de infraestructuras como acueductos y carreteras, junto con la adopción del latín, transformó profundamente la península, conectando sus pueblos y facilitando una integración que perduraría a través de los siglos. Sin embargo, más allá de los impresionantes logros arquitectónicos y lingüísticos, el espíritu indomable de los pueblos ibéricos permaneció, entrelazándose con la herencia romana en un tapiz rico y complejo de historia compartida. La conquista, aunque transformadora, no borró las identidades preexistentes, sino que las amalgamó, dando lugar a una Hispania que, aún bajo el dominio romano, conservó el carácter único y la herencia de sus antiguos habitantes.

Referencias:

  • Barceló, P. y Ferrer, J. J. 2016. Historia de la Hispania romana. Alianza.
  • Negrete, J. 2018. La conquista romana de Hispania. La Esfera de los Libros.

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