Solemos referirnos a este personaje (1033-1109) como san Anselmo de Canterbury, ya que fue arzobispo en esa ciudad, pero también como Anselmo de Bec, pues fue abad este monasterio normando, e incluso como Anselmo de Aosta, comprensible porque nació en esa ciudad italiana. Fue un monje vinculado a la regla de san Benito, como la mayoría de los intelectuales en la alta Edad Media de la Europa occidental.
Biografía y contexto histórico de San Anselmo de Canterbury
San Anselmo: Monje, Obispo y Filósofo
San Anselmo de Canterbury fue un monje benedictino que vivió en una época de transición entre la cultura monástica y el naciente escolasticismo universitario. Su formación y vida estuvieron profundamente marcadas por su pertenencia a la orden de San Benito, lo que le permitió desarrollar un pensamiento filosófico y teológico que buscaba conciliar la fe y la razón. Como arzobispo de Canterbury, Anselmo se enfrentó a numerosos desafíos políticos y religiosos, pero siempre mantuvo su compromiso con la búsqueda del conocimiento y la verdad, dejando un legado indeleble en la historia de la filosofía y la teología.
La influencia de la cultura monástica y de San Agustín
La cultura monástica de la alta Edad Media proporcionó a San Anselmo un entorno propicio para el estudio y la reflexión. En este contexto, la figura de San Agustín emergió como una influencia determinante en su pensamiento. Anselmo adoptó la idea agustiniana de la "fides quaerens intellectum", la fe que busca entenderse, como base de su enfoque filosófico. Esta concepción le permitió desarrollar argumentos que justificaban la fe cristiana a través de la razón, estableciendo un diálogo continuo entre ambas esferas y marcando un hito en la historia del pensamiento cristiano.

La relación entre fe y razón en la obra de Anselmo
La idea de "fides quaerens intellectum": La fe que busca entenderse
La expresión "fides quaerens intellectum" encapsula la esencia del pensamiento de San Anselmo. Para él, la fe no era un simple acto de aceptación ciega, sino un punto de partida para una búsqueda racional de la verdad. Esta perspectiva le permitió abordar cuestiones teológicas complejas con una mente abierta y crítica, promoviendo un entendimiento más profundo de las creencias cristianas. A través de sus escritos, Anselmo mostró cómo la fe y la razón podían coexistir y complementarse, sentando las bases para el desarrollo de la escolástica en siglos posteriores.
Confianza en la razón humana: Justificación de las creencias cristianas
San Anselmo sostenía que la razón humana era capaz de justificar las creencias cristianas, una postura que contrastaba con la desconfianza hacia la razón que algunos de sus contemporáneos manifestaban. Para Anselmo, la razón no solo podía, sino que debía ser utilizada para explorar y comprender los misterios de la fe. Esta confianza en la capacidad racional del ser humano para entender a Dios y el mundo creó un marco intelectual que permitió a la teología medieval avanzar hacia una mayor racionalización de sus postulados, influyendo en pensadores posteriores como Tomás de Aquino.
Crítica y límites de la razón humana según Anselmo
A pesar de su confianza en la razón, San Anselmo también reconoció sus límites. Entendía que la razón humana tenía un alcance limitado y que no podía comprender plenamente la naturaleza divina. Sin embargo, esto no le impidió utilizar la razón como herramienta para explorar las verdades de la fe, sino que lo motivó a establecer un diálogo constante entre ambas. Anselmo argumentó que la razón podía llegar a conocer ciertos aspectos de Dios, pero que la fe era necesaria para aceptar lo que la razón no podía explicar completamente, estableciendo así un equilibrio entre conocimiento racional y creencia.

Argumentos filosóficos de San Anselmo sobre la existencia de Dios
El "Monologion" y el "Proslogion": Argumentos a posteriori y a priori
San Anselmo presentó sus argumentos sobre la existencia de Dios en dos de sus obras más importantes: el "Monologion" y el "Proslogion". En el "Monologion", Anselmo utilizó argumentos a posteriori, es decir, partiendo de la observación del mundo para llegar a la existencia de un ser supremo. En contraste, el "Proslogion" introdujo el famoso argumento ontológico, un argumento a priori que buscaba demostrar la existencia de Dios a partir de la mera comprensión del concepto de un ser máximamente perfecto. Ambos enfoques reflejan su intento de integrar la razón y la fe en una visión coherente del universo.
Introducción y crítica del argumento ontológico
El argumento ontológico presentado por Anselmo en el "Proslogion" ha sido objeto de numerosas críticas y debates a lo largo de la historia. Este argumento sostiene que, dado que podemos concebir a Dios como el ser mayor que el cual nada puede pensarse, debe existir en la realidad, ya que existir solo en la mente no sería una perfección máxima. Filósofos como Tomás de Aquino y Kant criticaron este argumento, señalando que no se puede pasar del pensamiento a la realidad de manera tan directa. Sin embargo, el argumento ontológico ha influido en muchos pensadores y sigue siendo un tema central en la filosofía de la religión.

La filosofía de la libertad y la justicia en Anselmo
Desarrollo del concepto de libertad y su relación con la justicia
San Anselmo desarrolló una profunda reflexión sobre la libertad humana y su relación con la justicia. Para él, la verdadera libertad no residía en la mera capacidad de elegir, sino en la capacidad de elegir el bien y actuar con justicia. Anselmo distinguió entre la voluntad de felicidad, que todos los seres humanos poseen naturalmente, y la voluntad de justicia, que requiere un esfuerzo consciente para ser mantenida. Esta distinción subraya la importancia de la ética en su filosofía, destacando que la libertad auténtica se manifiesta en la rectitud de la voluntad.
La naturaleza de la verdad y la rectitud de la voluntad
En el pensamiento de Anselmo, la verdad está intrínsecamente ligada a la rectitud de la voluntad. La verdad no se limita a las proposiciones correctas, sino que se extiende a la conformidad de la voluntad con el bien. Anselmo argumentó que la rectitud de la voluntad es esencial para alcanzar la verdad, ya que solo una voluntad justa puede actuar de acuerdo con el deber y la justicia. Esta concepción de la verdad como rectitud moral resalta la dimensión ética de su filosofía y su convicción de que la razón y la fe deben guiarse por principios de justicia y moralidad.

Contribuciones de San Anselmo a la racionalización de la fe cristiana
Impacto en la filosofía y teología medieval
Las contribuciones de San Anselmo a la filosofía y la teología medieval son invaluables. Su enfoque en la racionalización de la fe cristiana marcó un punto de inflexión en la historia del pensamiento religioso, estableciendo un precedente para el desarrollo de la escolástica. Al insistir en la compatibilidad entre fe y razón, Anselmo proporcionó un marco conceptual que permitió a los teólogos medievales abordar cuestiones teológicas con rigor intelectual, fomentando un ambiente de debate y reflexión que enriqueció la tradición filosófica y teológica de su tiempo.
Influencia en pensadores posteriores: De Tomás de Aquino a Kant
La influencia de San Anselmo se extendió mucho más allá de su propia época, impactando a filósofos y teólogos posteriores como Tomás de Aquino, Duns Escoto y Descartes. Aunque algunos, como Tomás de Aquino y Kant, criticaron ciertos aspectos de su pensamiento, especialmente el argumento ontológico, otros lo adoptaron y lo adaptaron a sus propias filosofías. La obra de Anselmo sigue siendo estudiada y debatida en la actualidad, testimonio de la profundidad y relevancia de su pensamiento en el continuo diálogo entre fe y razón.

Referencias
- Marion, J. L. (2007). ¿ Es el argumento ontológico realmente ontológico? El argumento sobre la existencia de Dios según san Anselmo y su interpretación metafísica en Kant. Tópicos (México), 179-205.
- PLATO, S. A., ANSELM, S., & SEEKERS, T. T. PLATÓN, SAN AGUSTÍN Y SAN ANSELMO: TRES BUSCADORES DE LA VERDAD, EJEMPLO DE LA VERDAD DEL HOMBRE.
- Anselmo, S. (2009). Proslogion.