Hace escasos días, los españoles vivieron algo inédito en la historia de la democracia: el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comunicaba a la ciudadanía que se tomaba unos días de reflexión para decidir si continuar o renunciar a su cargo al frente del ejecutivo.
Este anuncio, motivado tras conocerse la apertura de diligencias contra su esposa por un presunto delito de tráfico de influencias, desencadenó un escenario político incierto en España. El líder socialista definió las noticias publicadas y la investigación en curso como una “operación de acoso y derribo” y acusó a la oposición de “montar una campaña mediática, política y judicial” en su contra.

Sin embargo, finalmente Sánchez expresó que no permitiría que la acción política se convirtiera en un ataque a personas de su círculo personal y que, tras una profunda reflexión, había decidido continuar en su cargo. Pero ¿qué habría pasado si hubiera presentado su dimisión? ¿Ha habido algún precedente en la historia de España?
La dimisión de un presidente del gobierno es un acontecimiento de gran relevancia y calado en la política de cualquier país. En el caso de España, esta situación ha sido excepcional, con solo un presidente que ha renunciado a su cargo en toda la historia del país.

En concreto, el primer presidente español -y único hasta la fecha- en renunciar a su cargo fue Adolfo Suárez, quien desempeñó un papel que se ha calificado de “fundamental” en la transición española a la democracia. Suárez fue nombrado presidente del Gobierno en 1976 por el rey Juan Carlos I y lideró el proceso de reformas políticas que llevaron a la instauración de un régimen democrático en España.
No obstante, en 1981, en medio de tensiones políticas y presiones internas en su propio partido, Suárez presentó su dimisión como presidente del gobierno, poniendo fin a una etapa crucial en la historia reciente de España.

La dimisión de Adolfo Suárez supuso un acontecimiento importante en la historia política española y marcó el final de una era de transición y consolidación democrática. Su renuncia abrió paso a un período de inestabilidad política y crisis económica que afectó profundamente a nuestro país durante la década de 1980. Y aunque Suárez abandonó la presidencia en medio de críticas y controversias, su papel como artífice de la democracia española aún se reconoce en la actualidad.
Con todo, en el caso de que Pedro Sánchez hubiera presentado su dimisión, habríamos estado ante un escenario político inusual en España. Según la Constitución Española, en caso de dimisión del presidente del Gobierno, todo el Gabinete continuaría en funciones hasta que se nombre un nuevo presidente.

Así, el Congreso sería el encargado de elegir al sucesor en un proceso similar al de las investiduras tras las elecciones generales. El Rey llevaría a cabo consultas con los líderes de los diferentes partidos políticos con representación en el Congreso y designaría un candidato, quien debería obtener el apoyo de la mayoría absoluta en primera votación o más votos a favor que en contra en segunda votación. Si ningún candidato lograra la investidura en un plazo de dos meses, se disolverían automáticamente las Cortes y se convocarían nuevas elecciones generales.
A diferencia de otros países europeos con una historia más tumultuosa, España ha experimentado una relativa estabilidad política desde la restauración de la democracia en 1978. Sin embargo, esta estabilidad no ha estado exenta de incertidumbre y conflictos, como demuestra los sucesos sociales y políticos más recientes de nuestro país.

Dimisiones presidenciales en otros países
A lo largo de la historia, varios presidentes del Gobierno han dimitido en otros países. Por ejemplo, Theresa May, dimitió como primera ministra del Reino Unido en 2019 debido a su incapacidad para lograr un consenso en el Parlamento sobre el Brexit y su acuerdo de salida de la Unión Europea.
También se recuerdan los casos de Silvio Berlusconi, que renunció a su cargo como primer ministro de Italia en 2011 en medio de la crisis financiera europea y acusaciones de corrupción; o de Nikola Gruevski, que se negó a seguir como primer ministro de Macedonia del Norte en 2016 debido a la presión internacional y las protestas populares después de acusaciones de corrupción y fraude electoral. Por su parte, Ehud Olmert dimitió como primer ministro de Israel en 2008 después de enfrentar acusaciones de corrupción y problemas legales.
Sin embargo, uno de los casos más sonados de la historia fue el de Richard Nixon, que dimitió en 1974 como presidente de los Estados Unidos en medio del escándalo del Watergate, que involucraba un intento de encubrimiento de actividades ilegales dentro de su administración.
Estos escenarios reflejan, según los expertos, la complejidad y la importancia de la política en la vida de un país.
Referencias:
- García de Cortazar, F.; María Donézar, J. et al. 'Historia de España'. Anaya (2023)