En un anuncio que promete reescribir la historia de las antiguas relaciones entre Egipto y el sur de la península arábiga, el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Jordania reveló el hallazgo de una inscripción faraónica real perteneciente al reinado de Ramsés III. El descubrimiento, realizado en una región montañosa al sureste de la Reserva de Wadi Rum, cerca de la frontera jordano-saudí, marca la primera vez que se documenta de manera científica un cartucho real egipcio tallado en roca fija dentro de Jordania. La noticia fue dada a conocer en un comunicado oficial del Ministerio jordano, en un acto que contó con la participación del célebre egiptólogo Zahi Hawass.
La inscripción, grabada directamente en una prominente pared rocosa difícil de acceder, lleva dos cartuchos reales: uno con el nombre de nacimiento de Ramsés III y otro con su nombre de trono, confirmando así su autoridad sobre el Alto y Bajo Egipto durante el siglo XII a.C. El hallazgo, largamente conocido por algunos investigadores locales pero ahora formalmente documentado, proporciona la primera evidencia material concreta de la presencia egipcia faraónica en suelo jordano, más allá de los objetos transportables ya conocidos.
El proyecto de documentación fue liderado por los arqueólogos jordanos Ahmed Lash y Ali Manaseer, en colaboración con la Autoridad de la Región Económica Especial de Aqaba y la Comisión Saudí de Patrimonio. En palabras del Ministerio de Turismo y Antigüedades, este descubrimiento es considerado "una adición cualitativa" al patrimonio epigráfico jordano, enriqueciendo aún más el panorama cultural de un país que ya es descrito como "una biblioteca abierta de inscripciones históricas".
El significado histórico del hallazgo
El hallazgo no solo añade una pieza crucial al rompecabezas de la historia antigua de Oriente Próximo, sino que también cambia nuestra comprensión sobre la amplitud de las campañas militares y comerciales egipcias durante el final de la Edad del Bronce. Según varios expertos, Ramsés III gobernó Egipto en una época marcada por el colapso de grandes civilizaciones como los hititas y los micénicos, enfrentando también amenazas de los llamados Pueblos del Mar. Durante su reinado, Egipto buscó asegurar su hegemonía económica y militar en la región oriental del Mediterráneo, extendiendo su influencia a territorios estratégicos fuera de sus fronteras naturales.
La ubicación del hallazgo, en una región desértica cercana a fuentes de agua y rutas comerciales vitales, sugiere que el ejército de Ramsés III utilizó este paso para asegurar el control sobre el comercio de recursos como el cobre, altamente abundante en el sureste de Jordania. De hecho, en declaraciones recogidas en diversos artículos de prensa internacional, los investigadores destacan que el control de los recursos minerales y de las rutas caravanas entre Arabia, el Levante y Egipto era un objetivo estratégico prioritario para el faraón.
Este descubrimiento se suma a otros vestigios de campañas de Ramsés III hallados en lugares como Serabit el-Khadim (en el Sinaí) y Tayma (en el actual noroeste de Arabia Saudí), fortaleciendo la hipótesis de que Egipto ejerció una influencia más prolongada y amplia en la península arábiga de lo que hasta ahora se suponía.

Un contexto regional convulso
El reinado de Ramsés III (circa 1186-1155 a.C.) estuvo marcado por tensiones constantes: las invasiones de los Pueblos del Mar, el colapso de los principales reinos del Cercano Oriente y profundas crisis internas. Frente a este panorama, asegurar las rutas de aprovisionamiento de minerales como el cobre era esencial para mantener la estabilidad económica y militar de Egipto.
Las rutas que cruzaban Wadi Rum conectaban Egipto con los reinos del sur del Levante y con la península arábiga, regiones ricas en minerales, especias y bienes de lujo. Así, el hallazgo de la inscripción refuerza la idea de que Ramsés III, más allá de sus victorias defensivas, buscó consolidar una red de influencia económica que garantizara la prosperidad del Imperio Egipcio en tiempos turbulentos.
Aunque Jordania nunca formó parte integral del Imperio Egipcio, su territorio ocupaba un lugar fundamental en estas redes de comercio. La inscripción hallada en Wadi Rum actúa como una huella duradera de aquellos esfuerzos de control económico y militar más allá del delta del Nilo.
El valor científico de una inscripción única
Uno de los aspectos más relevantes del hallazgo es su carácter inamovible. A diferencia de otras inscripciones egipcias transportables encontradas en el norte de Jordania, esta inscripción está tallada en un gran bloque rocoso integrado en la formación montañosa, lo que refuerza su autenticidad y su relación directa con el paisaje original de hace más de tres milenios.
El equipo de arqueólogos jordano-saudí ha iniciado una segunda fase de exploraciones para buscar más evidencias arqueológicas en las cercanías. Aunque no se encontraron artefactos inmediatos junto a la inscripción, los expertos no descartan futuros hallazgos que puedan ofrecer un panorama más completo sobre las actividades egipcias en la región.

Este descubrimiento también representa un hito de cooperación científica entre Jordania y Arabia Saudí en materia de preservación y documentación arqueológica, un esfuerzo que, como subrayaron las autoridades jordanos en su comunicado de prensa, busca no solo estudiar el pasado, sino también proteger el patrimonio común de la región para las generaciones futuras.
Una nueva ventana al Egipto más allá del Nilo
La inscripción de Ramsés III en Wadi Rum no solo refuerza el papel central del faraón en la defensa de Egipto durante una era de crisis, sino que también expande nuestra comprensión sobre el alcance geográfico de la civilización faraónica. Más allá de los grandes templos y tumbas de Luxor y el Valle de los Reyes, las huellas egipcias también cruzaron los desiertos y montañas del sur de Jordania.
De confirmarse nuevos hallazgos en futuras excavaciones, la historia de las interacciones entre Egipto, el Levante y Arabia podría reescribirse en profundidad, revelando una red de contactos, influencias y dominios mucho más dinámica y extendida de lo que tradicionalmente se había pensado.
Mientras tanto, la inscripción descubierta en Wadi Rum ya ocupa un lugar destacado como un testimonio silencioso de las ambiciones imperiales de Egipto, grabado en la piedra para desafiar al tiempo.