Una nueva datación confirma que Carnac podría ser el monumento megalítico más antiguo de Europa

Un estudio arqueológico reciente en el área arqueológica de Carnac propone una nueva datación para el conjunto megalítico: podría ser el más antiguo de Europa.
Le Plasker
Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto. Imagen de tumba y megalitos en Le Plasker. Fuente: A. Blanchard y J.N. Guyodo - Megalitos

Los alineamientos megalíticos de Carnac, en la Bretaña meridional, constituyen uno de los vestigios prehistóricos más espectaculares de Europa. Dispuestos a lo largo de más de 10 kilómetros entre las localidades de Carnac, La Trinité-sur-Mer y Erdeven, estos conjuntos de miles de piedras hincadas conforman un paisaje espectacular de inagotable interés. Hasta no hace mucho, sin embargo, su datación exacta seguía siendo imprecisa, en gran parte por la ausencia de materiales orgánicos datables en los suelos ácidos del Morbihan.

Ahora, un reciente estudio arqueológico en el sitio de Le Plasker, a escasos kilómetros del núcleo principal de Carnac, arroja luz sobre esta incógnita. La obtención de 49 dataciones por radiocarbono ha permitido establecer una nueva cronología refinada que sitúa la construcción de los primeros elementos monumentales hacia el 4720 a. C., es decir, al inicio del quinto milenio a. C. Con ello, Carnac podría convertirse en el monumento megalítico más antiguo de Europa.

Megalitismo en Le Plasker
Monolitos dispiestos alrededor de la tumba en Le Plasker. Fuente: A. Blanchard y J.N. Guyodo

Le Plasker: un descubrimiento decisivo

Las excavaciones en Le Plasker dieron inicio en 2020 bajo la dirección de Audrey Blanchard, en el marco de un proyecto de rescate arqueológico previo al desarrollo de un parque empresarial. El hallazgo superó todas las expectativas. Se descubrió una sección hasta ahora desconocida del complejo megalítico de Carnac, con estructuras que incluían una tumba monumental, alineamientos de piedras y grandes hogares de piedra con evidencias de combustión.

El estudio arqueológico, que se apoya en análisis geoarqueológicos, micromorfológicos y antracológicos, reveló que el sitio se ocupó de manera intermitente desde el Mesolítico tardío (ca. 5700–5100 cal BC) hasta mediados del Neolítico (ca. 4050 cal BC). Sin embargo, fue la datación del túmulo funerario y los alineamientos circundantes lo que aportó el dato más revolucionario: la monumentalización del paisaje en Carnac comenzó mucho antes de lo que se pensaba.

Piedras hincadas en Carnac
Distribución de piedras hincadas en Carnac. Fuente: A. Blanchard y J.N. Guyodo

Una tumba monumental antes del megalitismo

Uno de los hallazgos más importantes fue una tumba monumental premegalítica, datada por radiocarbono entre 4791 y 4686 cal BC. Se trata de un pequeño túmulo circular, de unos 3,3 metros de diámetro, que cubre una cista de piedra de planta cuadrangular, construida sobre el nivel del suelo y orientada de noroeste a sureste. Estas fechas convierten al túmulo de Le Plasker en uno de los monumentos funerarios más antiguos de Europa occidental, contemporáneo o incluso anterior a las primeras fases de los célebres túmulos carnacianos de Saint-Michel o Tumiac.

Aunque no se han conservado restos óseos ni ajuares funerarios por la acidez del suelo, el análisis micromorfológico reveló que la cista se había cubierto, en origen, con materia orgánica, quizás una techumbre de madera. Alrededor del túmulo, además, se identificaron 46 monolitos dispuestos horizontalmente, quizás con una función simbólica o paisajística. Esta tumba se ubica en el centro de un complejo que parece haberse planificado desde sus inicios con una clara intención monumental.

Megalitos
Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto

Alineamientos milenarios: una arquitectura en expansión

Pocos años después de la construcción del túmulo, entre ca. 4670 y 4250 cal a.C., comenzaron a erigirse alineamientos de menhires en la loma que domina el sitio. Aunque los bloques han desaparecido —probablemente se reutilizaron en épocas posteriores—, las zanjas de cimentación y las piedras de cuña utilizadas para estabilizarlos permanecen intactas.

Así, las excavaciones permitieron identificar al menos tres fases constructivas distintas en los alineamientos. Las zanjas, de hasta 1,8 metros de diámetro y rellenas con más de 100 kilos de piedras, sugieren que los bloques hincados contaban con, al menos, 3 metros de altura. Estos alineamientos estaban dispuestos siguiendo, en general, una orientación norte-sur, en coherencia con el patrón observado en otros sectores de Carnac.

Asociados a los alineamientos, además, los arqueólogos encontraron grandes hogares circulares construidos con bloques de granito rubí. Estos bloques se alineaban con los menhires y, según los investigadores, pudieron utilizarse para cocinar alimentos en rituales o celebraciones colectivas. Algunas de estas estructuras están datadas en el mismo rango temporal que los menhires, lo que sugiere un uso ritualizado del espacio.

Le Plasker, Carnac
Fotografía aérea del monumento funerario. Fuente: A. Blanchard

Fechas que reescriben la historia del megalitismo

El equipo de investigación aplicó modelos bayesianos de alta precisión sobre las 49 dataciones radiocarbónicas. Estas se obtuvieron a partir de una selección de carbones del yacimiento, muchos de ellos pertenecientes a especies de vida corta como el avellano o el roble. Gracias a esta estrategia, fue posible establecer una secuencia cronológica de seis fases de ocupación que abarcan casi mil años de historia, desde el 5700 hasta el 4050 cal a.C.

En este marco, la fase clave corresponde al nivel número 3, en coincidencia con la construcción del túmulo funerario hacia el 4720 a. C. Esta fecha sitúa el inicio de la monumentalización del sitio casi mil años antes que Stonehenge. Se estima, por tanto, que sería contemporánea o incluso anterior a las primeras tumbas colectivas megalíticas de la fachada atlántica europea. La existencia de un complejo estructurado, con una tumba, alineamientos y hogares monumentales, ya hacia mediados del quinto milenio cal a.C. convierte a Carnac en un candidato sólido de los inicios del megalitismo europeo.

Un paisaje manipulado: naturaleza y simbolismo

Uno de los aspectos más innovadores del estudio realizado en Le Plasker concierne la interpretación de su paisaje arquitectónico. Los monolitos, dispuestos horizontalmente alrededor del túmulo, parecen haber sido seleccionados y transportados de forma intencional para recrear un paisaje rocoso artificial que evoca los afloramientos graníticos naturales del entorno.

Según los investigadores, Le Plasker funcionó como un espacio simbólico y performativo, donde se manipuló el entorno con fines sociales, rituales e identitarios. La combinación de la arquitectura vertical (menhires) y horizontal (túmulo y bloques) creó una dualidad que habría sido visible desde el mar.

Megalitos
Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto

¿El primer gran monumento de Europa?

Los resultados obtenidos en Le Plasker transforman radicalmente la comprensión del origen del megalitismo europeo. Gracias a una metodología precisa y al uso extensivo de dataciones por radiocarbono, se puede afirmar que Carnac funiconó como un centro de actividad monumental mucho antes de lo que se pensaba. La combinación de un túmulo funerario premegalítico, alineamientos de menhires y hogares rituales —todos ellos fechados entre el 4790 y el 4250 cal a.C.— marca el inicio de una tradición arquitectónica y social que perduraría durante milenios.

En palabras de los autores del estudio, Le Plasker constituye una pieza clave dentro del gigantesco puzle megalítico de Carnac, hasta ahora incompleto. Su descubrimiento no solo refuerza la hipótesis de un origen atlántico del megalitismo, sino que abre nuevas preguntas sobre las motivaciones, los conocimientos técnicos y la organización social de estas primeras comunidades neolíticas.

Referencias

  • Blanchard, A.; Guyodo, J.-N.; Paulsson, B.S. y Montassier, F. 2025. "Le Plasker in Plouharnel (fifth millennium cal BC): a newly discovered section of the megalithic complex of Carnac". Antiquity: 1-20. doi: 10.15184/aqy.2025.10123

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