Recuperan un mensaje en la botella que permaneció oculto en un faro durante más de 120 años: esto es lo que contenía

Un hallazgo inesperado durante la restauración del faro de Cape Bruny: este mensaje en la botella ilumina las vidas del pasado.
Marinero escribiendo
Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto. Botella con un mensaje en su interior. Fuente: Tasmania Museum and Art Gallery - Mensaje en la botella

Es un hallazgo que parece sacado de una novela de aventuras. Lo descubrió un pintor mientras trabajaba en la restauración del faro de Cape Bruny, al sur de la isla de Tasmania. Se trata de un mensaje en una botella que llevaba más de 120 años oculto en la estructura del edificio. Lejos de ser una fantasía romántica o una leyenda marinera, se trata de un testimonio real y sorprendente que arroja nueva luz sobre la historia cotidiana de los trabajadores que habitaban este aislado paraje entre los siglos XIX y XX. Lo que comenzó como una simple obra de mantenimiento terminó revelando un fragmento auténtico de vidas pasadas.

Un hallazgo fortuito en pleno siglo XXI

La historia comenzó en 2025, cuando Brian Burford, el pintor encargado de restaurar el faro de Cape Bruny, retiró una sección del revestimiento interior de una pared, en la zona de la linterna. Para su sorpresa, encontró una botella de vidrio sellada. La habían emparedado cuidadosamente tras los listones de madera. En su interior, encontró un papel enrollado con un mensaje.

La botella, de cuello corto y fondo ancho, parecía una simple pieza antigua, pero su contenido resultó de un valor histórico notable. El papel contenía un mensaje fechado el 29 de enero de 1903. Lo firmaba J. R. Meech, el inspector responsable de verificar el buen funcionamiento de los faros de la zona a comienzos del siglo XX.

Mensaje en la botella
La botella hallada en el faro de Cape Bruny. Fuente: Bernie/Tasmania Museum and Art Gallery

El mensaje: un vistazo al día a día de 1903

La nota describe las obras ejecutadas en el faro, como la instalación de una nueva escalera de caracol de hierro para sustituir la anterior de madera, la colocación de un nuevo piso de hormigón y la sustitución de la sala de linterna. También se menciona un cambio en el ciclo de destello de la luz —tres segundos de luz seguidos por diecinueve segundos y medio de oscuridad, en reemplazo del anterior ciclo de cincuenta segundos, así como la relación de los nombres de los trabajadores implicados. Es, por tanto, un auténtico informe de obra que combina detalles técnicos y administrativos de la modernización del faro.

El documento registra, igualmente, el coste de los trabajos, cifrados en 2.200 libras. Dicho importe refuerza la idea de que la intervención de 1903 implicó una obra de cierta magnitud que buscaba mejorar la seguridad de la navegación en la zona.

Extracción y lectura del documento

La botella estaba sellada con un corcho recubierto de betún, circunstancia que complicó su apertura. Por todo ello, la pieza se trasladó a Hobart, donde los conservadores de la Tasmanian Museum and Art Gallery (TMAG) trabajaron para retirar el corcho y extraer la hoja sin dañarla. La extracción se llevó a cabo con técnicas de microconservación y humidificación controlada para evitar que se resquebrajase el papel.

El equipo de la TMAG, incluido el conservador de papel Cobus van Breda, siguierob el procedimiento paso a paso para garantizar que la carta no sufriera roturas al ser desplegada por primera en 120 años. La intervención muestra la importancia de contar con especialistas cuando se manipulan materiales frágiles y con alto valor histórico.

Mensaje en la botella
Apertura de la botella. Fuente: Tasmania Museum and Art Gallery

El faro de Cape Bruny: un centinela remoto

El faro de Cape Bruny iluminó las aguas por primera vez en 1838. Durante más de 150 años, guió la navegación en las aguas extremadamente peligrosas de la costa sur de Tasmania. Lo retiraron del servicio activo en 1996, cuando se instaló un faro solar en la zona. Ahora, la construcción goza de una importancia patrimonial e histórica. Su estudio y mantenimiento siguen aportando información sobre las prácticas de navegación de los siglos XIX y XX.

Las autoridades de Tasmania Parks and Wildlife Service han destacado cómo hallazgos de este tipo añaden nuevos niveles de conocimiento sobre el personal y las obras que sostuvieron la operatividad del faro a lo largo del tiempo. Así, este peculiar mensaje en la botella se convierten en un documento clave para comprender los procesos materiales de la gestión y modernización de los faros en la época contemporánea.

Farero escribiendo
Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto

Planes de apertura para el público

El sobre y la carta ya se han catalogado, fotografiado y digitalizado en alta resolución para asegurar tanto su preservación como la accesibilidad del documento al público y a los investigadores. Además, también se prevé que formen parte de una exposición pública gestionada por la TMAG.

La noticia ha suscitado interés local e internacional y ha reavivado la curiosidad por la vida cotidiana y las labores técnicas que sustentaban la operación de los faros en el pasado. Hallazgos como este amplían la narrativa histórica más allá de los grandes acontecimientos y ponen en valor la memoria laboral. El descubrimiento de este documento demuestra cómo los objetos cotidianos pueden convertirse en puertas de entrada al pasado, al tiempo que subrayan la necesidad de conservar con rigor nuestro patrimonio.

Mensaje en la botella
El mensaje. Fuente: Tasmania Museum and Art Gallery

Voces desde el pasado

El hallazgo de este mensaje en la botella plantea una pregunta fascinante: ¿cuántos mensajes similares permanecen aún escondidos en edificios históricos, esperando ser redescubiertos? Aunque no es la primera vez que una nota de estas características aparece emparedada en una estructura antigua, el caso de Cape Buny destaca porque el mensaje ha sobrevivido más de un siglo en buenas condiciones. Este ejemplo revela la durabilidad de la experiencia humana cuando esta se fija, aunque sea de manera rudimentaria, en los espacios que habitamos.

Referencias

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