La coprofagia canina, o el hábito de comer excrementos, es un comportamiento que desconcierta y preocupa a muchos dueños de perros. Este fenómeno, aunque desagradable, es más común de lo que se podría pensar. Numerosos estudios han intentado desentrañar las razones detrás de esta conducta, explorando desde aspectos evolutivos hasta cuestiones nutricionales. En este artículo, abordaremos las razones por las que los perros pueden sentirse atraídos por los excrementos, los riesgos asociados a esta práctica y las posibles soluciones para prevenirla.
La coprofagia canina: ¿Un comportamiento común?
Un 23% de tutores de perros, han observado a sus perros comer caca, y un 16% asegura forma asquerosamente parte de la dieta habitual de su perro. ¿Alguna vez has visto a tu perro olfateando tras un arbusto y cuando has ido a mirar, había encontrado un “manjar” y empezado el primer bocado? Apuesto a que la respuesta es sí.
Alta prevalencia de coprofagia en perros
La coprofagia es un comportamiento que, aunque pueda parecer inusual, es bastante común entre los perros. Según diversas encuestas, alrededor del 23% de los dueños de perros han observado a sus mascotas comiendo excrementos en algún momento. Este comportamiento, que puede resultar chocante para los humanos, no es necesariamente indicativo de un problema grave, aunque puede ser motivo de preocupación por razones de salud e higiene. La frecuencia con la que se observa este comportamiento sugiere que puede haber una base evolutiva o biológica detrás de él.
Muchos perros comen caca
No es raro que los perros muestren interés en los excrementos durante sus paseos. Este comportamiento puede ser un vestigio de sus ancestros salvajes, que solían aprovechar cualquier fuente de alimento disponible para sobrevivir. En la naturaleza, los perros salvajes y otros cánidos no siempre tienen acceso a fuentes de alimento consistentes, por lo que los excrementos pueden representar una fuente adicional de nutrientes. Aunque en la actualidad los perros domésticos no tienen esa necesidad, el comportamiento persiste en algunos individuos.

Aspectos nutricionales de la coprofagia
La dieta de los perros salvajes incluye caca
Los perros salvajes, especialmente en regiones donde los recursos alimenticios son escasos, han sido observados incluyendo excrementos en su dieta. Un estudio realizado en Etiopía reveló que los perros salvajes consumen heces humanas como parte de su dieta diaria, lo que representa hasta un 21% de su ingesta alimentaria. Esta práctica, aunque sorprendente, tiene un sentido biológico, ya que los excrementos pueden contener nutrientes no digeridos que los perros pueden aprovechar. Además, este comportamiento reduce la competencia alimentaria con otros depredadores como los lobos.
La caca humana es una opción muy nutritiva para los perros
En algunas regiones del mundo, los perros han sido observados consumiendo excrementos humanos debido a su contenido nutricional. Las heces humanas pueden contener proteínas y otros nutrientes que los perros encuentran atractivos. En contextos donde el acceso a alimentos es limitado, esta fuente de nutrientes puede ser crucial para la supervivencia de los perros. Sin embargo, en ambientes urbanos y con acceso a una dieta equilibrada, este comportamiento es menos comprensible y puede estar relacionado con otros factores, como el aburrimiento o la ansiedad.
¿Comen los lobos caca humana?
La relación entre los lobos y la coprofagia es un tema de debate entre los científicos. Algunos estudios sugieren que los lobos, al igual que los perros, pueden consumir heces en situaciones extremas, aunque esto no es una práctica común. Los dingos, parientes cercanos de los perros que habitan en Australia, han sido observados incluyendo excrementos en su dieta. Esto sugiere que la coprofagia puede ser un comportamiento heredado de los ancestros salvajes de los perros, aunque su prevalencia y motivaciones exactas pueden variar entre especies y contextos.
Riesgos y consecuencias para la salud del perro
¿Qué pasa si un perro come caca?
El consumo de excrementos por parte de los perros puede tener varias implicaciones para su salud. Aunque los excrementos pueden contener nutrientes, también pueden ser portadores de parásitos y bacterias que representan un riesgo para la salud del perro. La ingestión de heces contaminadas puede llevar a infecciones gastrointestinales y otros problemas de salud. Además, los perros que consumen excrementos pueden estar expuestos a sustancias tóxicas si los excrementos provienen de animales que han ingerido venenos o medicamentos.

Riesgo de parásitos y problemas de salud al comer caca
Uno de los principales riesgos asociados a la coprofagia es la exposición a parásitos intestinales. Los parásitos como los gusanos pueden ser transmitidos a través de las heces, lo que puede llevar a infecciones que afecten la salud del perro. Además, la ingestión de excrementos puede causar malestar estomacal y diarrea, lo que puede ser especialmente problemático en perros jóvenes o con sistemas inmunitarios comprometidos. Es importante que los dueños de perros sean conscientes de estos riesgos y tomen medidas para prevenir la coprofagia en sus mascotas.
Razones detrás de la coprofagia en perros
El equipo de limpieza en poblados antiguos
Históricamente, los perros han desempeñado un papel importante en la limpieza de los asentamientos humanos. Antes de la existencia de sistemas de alcantarillado, los perros ayudaban a mantener limpios los poblados al consumir los excrementos humanos y otros desechos. Este comportamiento no solo les proporcionaba una fuente de alimento, sino que también les permitía acercarse a las comunidades humanas, lo que eventualmente llevó a la domesticación. Aunque hoy en día este papel ya no es necesario, el comportamiento puede persistir en algunos perros debido a su herencia genética.
¿Por qué los perros comen caca de otros animales?
El consumo de excrementos de otros animales puede estar relacionado con la búsqueda de nutrientes adicionales que no están presentes en la dieta regular del perro. Los excrementos de diferentes especies pueden contener distintos nutrientes, lo que puede resultar atractivo para algunos perros. Además, el comportamiento exploratorio de los perros, que incluye olfatear y probar diferentes objetos, puede llevarlos a ingerir heces de otros animales. Este comportamiento puede intensificarse si el perro no recibe suficiente estimulación mental o física.
Comportamiento heredado de ancestros salvajes
La coprofagia podría ser un comportamiento heredado de los ancestros salvajes de los perros. En la naturaleza, los cánidos salvajes enfrentan desafíos constantes para encontrar alimento, y los excrementos pueden representar una fuente adicional de nutrientes en tiempos de escasez. Aunque los perros domésticos no enfrentan las mismas presiones, el comportamiento puede persistir debido a su base genética. Además, la coprofagia puede ser un comportamiento aprendido, especialmente en cachorros que imitan a sus madres o a otros perros en el hogar.
¿Por qué mi perro se come su propia caca?
El consumo de las propias heces es un comportamiento que puede estar relacionado con varios factores, incluyendo problemas de comportamiento o ansiedad. Algunos perros pueden desarrollar este hábito como una respuesta a un entorno estresante o debido a una falta de estimulación. También puede ser un comportamiento aprendido si el perro ha sido castigado por hacer sus necesidades en el lugar equivocado y trata de ocultar la evidencia. Es importante abordar las causas subyacentes de este comportamiento para corregirlo de manera efectiva.

Soluciones y remedios para prevenir la coprofagia
Remedios populares para que tu perro deje de comer caca
Existen numerosos remedios caseros que los dueños de perros han probado para disuadir a sus mascotas de comer excrementos. Algunos de estos incluyen añadir piña o calabaza a la dieta del perro, ya que se cree que estos alimentos cambian el sabor de las heces, haciéndolas menos atractivas. Sin embargo, la eficacia de estos métodos varía y no siempre ofrecen una solución duradera. Es importante tener en cuenta que estos remedios no abordan la causa subyacente del comportamiento, por lo que pueden no ser efectivos a largo plazo.
El remedio infalible
La solución más efectiva para prevenir la coprofagia es mantener un entorno limpio y recoger las deposiciones del perro de inmediato. Al eliminar el acceso a los excrementos, se reduce la oportunidad de que el perro desarrolle o continúe con este hábito. Además, proporcionar una dieta equilibrada y asegurarse de que el perro reciba suficiente ejercicio y estimulación mental puede ayudar a reducir la incidencia de la coprofagia. En casos más graves, puede ser necesario consultar a un veterinario o a un especialista en comportamiento animal para obtener asesoramiento adicional.
La mejor solución: recoger las deposiciones
La prevención es la clave para abordar la coprofagia en perros. Recoger las deposiciones inmediatamente después de que el perro haya hecho sus necesidades es una medida sencilla pero efectiva para evitar que el perro tenga acceso a sus propias heces o a las de otros animales. Además, mantener al perro bajo supervisión durante los paseos y redirigir su atención cuando muestre interés en los excrementos puede ayudar a reforzar comportamientos más deseables. La paciencia y la consistencia son esenciales para modificar este comportamiento y garantizar el bienestar del perro.
Referencias
- Atickem, A. et al. 2010. Competition between domestic dogs and Ethiopian wolf (Canis simensis) in the Bale Mountains National Park, Ethiopia. African Journal of Ecology, 48(2), 401-407.
- Hart, B. L. et al. 2018. The paradox of canine conspecific coprophagy. Veterinary medicine and science, 4(2), 106-114
- Herzog, H. (2020). Did Eating Human Poop Play a Role in the Evolution of Dogs?