25 curiosidades sobre las ranas que te sorprenderán

¿Sabías que existe una rana de la madera y otra transparente? ¿Qué sabes de estos anfibios? Os traemos la mejor recopilación de curiosidades de las ranas para que te enamores de ellas.
Rana ojos rojos apoyada en hoja

Las ranas son criaturas fascinantes que han capturado la atención de científicos y curiosos por igual. Estos anfibios, que se encuentran en casi todos los rincones del mundo, poseen características únicas y sorprendentes. Desde su capacidad para adaptarse a diferentes entornos hasta su increíble diversidad, las ranas son un tema de interés sin igual. A continuación, exploraremos algunas de las curiosidades más sorprendentes sobre estas criaturas, desde sus adaptaciones biológicas hasta sus hábitos alimenticios y de reproducción.

La importancia de su piel

Piel permeable y su función

La piel de las ranas es una de sus características más distintivas y esenciales para su supervivencia. Esta piel es completamente permeable, lo que significa que permite el intercambio de gases y líquidos. Esta propiedad es vital, ya que las ranas realizan una parte significativa de su respiración a través de la piel. Este proceso, conocido como respiración cutánea, es especialmente importante cuando las ranas están en el agua, donde el oxígeno es absorbido directamente del entorno acuático. Además, la piel de las ranas les permite absorber agua, lo que es crucial para mantener su hidratación en ambientes secos.

Rana sin pulmones: Telmatobius culeus

Una de las adaptaciones más sorprendentes en el mundo de las ranas es la existencia de especies que han evolucionado para prescindir completamente de los pulmones. Un ejemplo notable es la Telmatobius culeus, una rana que reside en las aguas del lago Titicaca. Esta especie ha desarrollado una capacidad única para respirar exclusivamente a través de su piel. La falta de pulmones no es un impedimento para esta rana, ya que su piel altamente vascularizada le permite obtener todo el oxígeno necesario del agua que la rodea, demostrando una vez más la increíble adaptabilidad de estos anfibios.

La piel de las ranas es una de sus características más distintivas. Imagen: Pixabay

Muy diversas

Más de 4,000 especies en el mundo

Las ranas son uno de los grupos de anfibios más diversos, con más de 4,000 especies identificadas hasta la fecha. Esta diversidad se traduce en una amplia gama de tamaños, colores y comportamientos, adaptados a diferentes hábitats alrededor del mundo. Desde las diminutas ranas del Amazonas hasta las robustas especies de los bosques templados, cada tipo de rana ha evolucionado para sobrevivir en su entorno específico. Esta variedad no solo es fascinante desde un punto de vista biológico, sino que también es crucial para los ecosistemas, donde las ranas desempeñan roles importantes como depredadores y presas.

Clasificación como anuros

Las ranas pertenecen a un grupo de anfibios conocido como anuros, que significa "sin cola". Esta clasificación incluye tanto a las ranas como a los sapos, aunque existen diferencias notables entre ellos. Los anuros son conocidos por sus cuerpos compactos y patas traseras largas, adaptadas para el salto. A pesar de las diferencias en textura de la piel y hábitos de vida, las ranas y los sapos comparten un ancestro común, lo que los hace parientes cercanos dentro del reino animal. Esta clasificación refleja tanto su morfología como su evolución a lo largo de millones de años.

Antártida

Ausencia de ranas en este continente

A pesar de su capacidad para adaptarse a diversos climas, las ranas no se encuentran en la Antártida. Este continente helado presenta condiciones extremas que son demasiado severas para la supervivencia de estos anfibios. Las bajas temperaturas y la falta de hábitats adecuados impiden que las ranas puedan establecerse allí. Sin embargo, en otras regiones frías del mundo, algunas especies de ranas han desarrollado adaptaciones extraordinarias para sobrevivir, como la capacidad de entrar en un estado de congelación controlada. Esta ausencia en la Antártida subraya los límites de la adaptabilidad de estos animales.

Agua salada

Ninguna rana puede sobrevivir en agua salada

Las ranas son criaturas que dependen del agua dulce para su supervivencia. A diferencia de algunos peces y reptiles que pueden habitar en ambientes marinos, las ranas no pueden sobrevivir en agua salada. Esto se debe a que su piel permeable no puede manejar la alta salinidad, lo que provocaría una deshidratación fatal. Las ranas necesitan agua dulce para realizar funciones vitales como la respiración cutánea y la reproducción. Por esta razón, las ranas se encuentran principalmente en hábitats de agua dulce, como ríos, lagos y estanques, donde pueden prosperar y completar su ciclo de vida.

Las ranas son criaturas que dependen del agua dulce para su supervivencia. Imagen de Annette Meyer en Pixabay

Peligro de extinción

El 40% de las especies están amenazadas

Actualmente, aproximadamente el 40% de las especies de ranas están en peligro de extinción. Este alarmante porcentaje es un reflejo de diversas amenazas que enfrentan estos anfibios, incluyendo la pérdida de hábitat, la contaminación, las enfermedades y el cambio climático. La deforestación y la urbanización han reducido drásticamente los hábitats naturales de las ranas, mientras que la contaminación del agua afecta su salud y reproducción. Además, enfermedades como la quitridiomicosis han devastado poblaciones enteras. La conservación de las ranas es crucial, no solo por su papel ecológico, sino también por su valor como indicadores de la salud ambiental.

Respiración

Respiran por la piel y los pulmones

Las ranas poseen un sistema respiratorio único que les permite respirar tanto por la piel como por los pulmones. Esta dualidad es una adaptación que les permite sobrevivir en diferentes entornos. En el agua, las ranas dependen principalmente de la respiración cutánea, absorbiendo oxígeno directamente a través de su piel. En tierra, utilizan sus pulmones para respirar aire, similar a los mamíferos. Esta capacidad de alternar entre dos métodos de respiración es esencial para su movilidad y supervivencia, permitiéndoles explorar tanto entornos acuáticos como terrestres con eficacia.

¡La más grande!

Características de la rana Goliath

La rana Goliath es la especie de rana más grande del mundo, y sus dimensiones son verdaderamente impresionantes. Puede llegar a medir más de 33 centímetros de longitud y pesar más de 3 kilogramos. Esta colosal rana se encuentra en las selvas de África occidental, especialmente en Camerún y Guinea Ecuatorial. A pesar de su gran tamaño, la rana Goliath es sorprendentemente ágil y es capaz de realizar saltos considerables. Sin embargo, su tamaño también la hace vulnerable, ya que es cazada tanto por su carne como por el comercio de mascotas, lo que ha llevado a una disminución de su población.

Lo observa todo

Visión excepcional de las ranas

Las ranas poseen una visión excepcional que les permite detectar movimiento y ver en varias direcciones a la vez. Sus ojos prominentes y saltones están situados de tal manera que pueden ver hacia adelante, hacia los lados e incluso detrás de ellas sin mover la cabeza. Esta capacidad visual es crucial para detectar depredadores y presas en su entorno. Además, las ranas tienen una excelente percepción del movimiento, lo que les ayuda a identificar rápidamente cualquier cambio en su entorno. Esta aguda visión es una de las razones por las que las ranas son cazadores tan efectivos.

Diferencia entre machos y hembras

El croar de los machos

En la mayoría de las especies de ranas, los machos son los encargados de croar, un comportamiento que desempeña un papel crucial en la reproducción. El croar es una forma de comunicación que los machos utilizan para atraer a las hembras y establecer su territorio. Cada especie de rana tiene un canto distintivo, y las hembras pueden seleccionar a sus parejas basándose en la calidad y el volumen del croar. Este comportamiento es más común durante la temporada de apareamiento, cuando los machos compiten entre sí para llamar la atención de las hembras y asegurar su éxito reproductivo.

El vertebrado más pequeño

Paedophryne amauensis: 7.7 mm

La Paedophryne amauensis ostenta el título de ser el vertebrado más pequeño del mundo. Esta diminuta rana, que mide solo 7.7 milímetros de longitud, fue descubierta en las selvas de Papúa Nueva Guinea. A pesar de su tamaño minúsculo, la Paedophryne amauensis es un depredador activo, alimentándose de pequeños invertebrados. Su pequeño tamaño le permite habitar en la hojarasca del suelo del bosque, donde puede evitar a muchos de sus depredadores. Este descubrimiento ha ampliado nuestra comprensión de la diversidad y adaptabilidad de las ranas, demostrando que la vida puede prosperar en las formas más pequeñas.

¿Rana de cristal?

Transparencia de la rana Centrolenidae

Las ranas de la familia Centrolenidae, comúnmente conocidas como ranas de cristal, son famosas por su piel casi transparente. Esta característica única permite observar sus órganos internos y su estructura ósea, lo que les da una apariencia etérea. Las ranas de cristal se encuentran principalmente en las selvas tropicales de América Central y del Sur, donde su transparencia les proporciona un camuflaje efectivo contra depredadores. Esta adaptación es un ejemplo fascinante de cómo las ranas han evolucionado para sobrevivir en sus hábitats específicos, utilizando su apariencia para pasar desapercibidas.

Cada especie de rana tiene un canto distintivo. Imagen de Zdeněk Chalupský en Pixabay

Carnívoras

Relación entre dieta y tamaño

Las ranas son carnívoras y su dieta varía significativamente según su tamaño. Las especies más pequeñas se alimentan de insectos diminutos como hormigas y mosquitos, mientras que las ranas más grandes pueden capturar presas de mayor tamaño, como grillos, escarabajos e incluso pequeños vertebrados. La habilidad de usar su lengua rápida y pegajosa para atrapar presas al vuelo es una adaptación clave en su comportamiento alimenticio. Esta dieta carnívora es esencial para su crecimiento y desarrollo, proporcionando los nutrientes necesarios para mantener su energía y salud.

Ranas en la nieve

Especies que sobreviven congeladas

Algunas especies de ranas han desarrollado la increíble capacidad de sobrevivir en condiciones de congelación. Un ejemplo notable es la rana de la madera, que habita en las regiones frías de América del Norte. Durante el invierno, estas ranas pueden congelarse casi por completo, deteniendo su corazón y su respiración. Sin embargo, gracias a la presencia de sustancias anticongelantes naturales en su cuerpo, pueden descongelarse y volver a la vida en primavera. Esta adaptación les permite sobrevivir en climas extremos, demostrando una vez más la asombrosa capacidad de adaptación de las ranas.

No tienen oídos, pero no son sordas

El tímpano expuesto de las ranas

Aunque las ranas no tienen oídos externos como los mamíferos, no son sordas. En su lugar, poseen un tímpano expuesto, visible como una membrana redonda al lado de sus ojos. Este tímpano les permite detectar sonidos tanto en el aire como bajo el agua. La capacidad de escuchar es crucial para la comunicación, especialmente durante la temporada de apareamiento, cuando los machos croan para atraer a las hembras. Además, el oído es importante para detectar la presencia de depredadores, lo que contribuye a su supervivencia en la naturaleza.

¡Grandes saltadoras!

Capacidad de saltar 30 veces su longitud

Las ranas son conocidas por su extraordinaria habilidad para saltar, una adaptación que les permite escapar rápidamente de los depredadores y moverse eficientemente en su entorno. Algunas especies son capaces de saltar más de 30 veces la longitud de su cuerpo en un solo salto. Esta capacidad se debe a sus poderosas patas traseras, que actúan como resortes, y a su musculatura especializada. El salto es una parte integral de la vida de las ranas, no solo como mecanismo de defensa, sino también como medio para explorar su hábitat en busca de alimento y pareja.

Lengua

Utilización de la lengua como látigo

La lengua de las ranas es una herramienta formidable en su arsenal de caza. Extremadamente larga y ágil, la lengua de una rana puede extenderse rápidamente para capturar presas al vuelo. Este movimiento es más rápido que un parpadeo humano, lo que permite a las ranas atrapar insectos desprevenidos con precisión letal. Además, la superficie pegajosa de la lengua asegura que las presas queden adheridas, facilitando su consumo. Esta habilidad es esencial para su dieta carnívora, permitiéndoles alimentarse de una amplia variedad de insectos y otros pequeños animales.

Son ectodérmicas

Adaptación a la temperatura ambiental

Las ranas son ectodérmicas, lo que significa que regulan su temperatura corporal en función de la temperatura ambiental. Esta característica les permite habitar en una variedad de climas, desde los trópicos hasta las regiones templadas. Al ser ectodérmicas, las ranas dependen de fuentes externas de calor para mantener su actividad metabólica. Durante el día, pueden encontrarse tomando el sol para aumentar su temperatura corporal, mientras que en la noche buscan refugio para conservar el calor. Esta adaptación es crucial para su supervivencia en entornos cambiantes.

Las ranas son ectodérmicas, lo que significa que regulan su temperatura corporal en función de la temperatura ambiental. Imagen de Georg Wietschorke en Pixabay

Huevos

Eclosión en renacuajos en agua dulce

La reproducción de las ranas comienza con la puesta de huevos en agua dulce. Estos huevos, a menudo depositados en grandes cantidades, eclosionan en renacuajos, que son la forma larval de las ranas. Los renacuajos son acuáticos y respiran a través de branquias, lo que les permite desarrollarse en el agua hasta que estén listos para transformarse en ranas adultas. Este proceso de metamorfosis es un espectáculo fascinante de la naturaleza, donde los renacuajos sufren cambios significativos en su anatomía y fisiología para adaptarse a la vida tanto en el agua como en la tierra.

Rana con cuernos

Apariencia de la rana cornuda de Surinam

La rana cornuda de Surinam es una de las especies más peculiares debido a su apariencia distintiva. Esta rana presenta protuberancias en su cabeza que se asemejan a cuernos, lo que le da su nombre característico. Estas estructuras no solo son decorativas, sino que también pueden jugar un papel en el camuflaje, ayudando a la rana a mezclarse con su entorno. La rana cornuda de Surinam es un ejemplo de cómo las adaptaciones físicas pueden influir en la supervivencia de una especie, permitiéndole evitar a los depredadores y capturar presas con eficacia.

Rana sin pulmones

Respiración cutánea exclusiva

La adaptación a la respiración cutánea exclusiva es una característica fascinante de algunas especies de ranas, como la Telmatobius culeus. Esta rana, que habita en el lago Titicaca, ha evolucionado para prescindir de los pulmones, respirando únicamente a través de su piel. Esta adaptación es posible gracias a la alta vascularización de su piel, que permite un intercambio eficiente de gases con el entorno acuático. La capacidad de respirar exclusivamente a través de la piel es un ejemplo notable de cómo las ranas pueden adaptarse a condiciones ambientales específicas, optimizando su fisiología para sobrevivir.

La adaptación a la respiración cutánea exclusiva es una característica fascinante de algunas especies de ranas. Imagen de Joi Ito en Pixabay

Algunas brillan en la oscuridad

Fluorescencia de la rana punteada

La rana punteada es un anfibio que ha capturado la atención de los científicos debido a su capacidad para brillar en la oscuridad. Esta fluorescencia es el resultado de compuestos químicos presentes en su piel, que emiten luz cuando son expuestos a la radiación ultravioleta. La fluorescencia puede desempeñar varios roles, desde la comunicación entre individuos hasta la disuasión de depredadores. Este fenómeno es un ejemplo más de la diversidad de adaptaciones que las ranas han desarrollado para prosperar en sus entornos, utilizando la bioluminiscencia como una herramienta evolutiva.

Una rana fuera de serie

Adherencia de la rana de Borneo

La rana de Borneo es conocida por su extraordinaria capacidad de adherencia, lo que le permite trepar superficies verticales con facilidad. Esta habilidad se debe a las almohadillas adhesivas presentes en sus patas, que generan una fuerza de succión que le permite adherirse a diversas superficies. Esta adaptación es particularmente útil en su hábitat natural, donde puede moverse a través de la vegetación densa y los troncos de los árboles en busca de alimento. La rana de Borneo es un ejemplo de cómo las adaptaciones físicas pueden mejorar las capacidades de supervivencia y éxito reproductivo en el mundo natural.

Promedio de vida

Ranas que viven más de 20 años

El promedio de vida de las ranas varía ampliamente entre las diferentes especies, con algunas viviendo solo unos pocos años, mientras que otras pueden superar las dos décadas. Factores como el hábitat, la disponibilidad de alimentos y la presión de los depredadores influyen en su longevidad. Algunas especies, como la rana toro americana, son conocidas por su larga vida, alcanzando los 20 años o más en condiciones favorables. Esta longevidad permite a las ranas experimentar múltiples temporadas de reproducción, contribuyendo a la estabilidad de sus poblaciones en la naturaleza.

El promedio de vida de las ranas varía ampliamente entre las diferentes especies. Imagen de Monika en Pixabay

Dientes

Dientes en la mandíbula superior

A diferencia de muchos otros vertebrados, las ranas poseen dientes solo en su mandíbula superior. Estos dientes, aunque pequeños, son efectivos para sujetar y retener presas mientras las devoran. La presencia de dientes en las ranas es una adaptación que facilita su dieta carnívora, permitiéndoles capturar y consumir una variedad de presas. Aunque no utilizan sus dientes para masticar, ya que tragan a sus presas enteras, estos dientes son una herramienta crucial para su alimentación y supervivencia en el mundo natural.

Referencias

  • Acosta-Galvis, A. R. (2000). Ranas, salamandras y caecilias (Tetrapoda: Amphibia) de Colombia. Biota colombiana, 1(3).
  • Hodar, J. A., Ruiz, I., & Camacho, I. (1990). La alimentación de la rana común (Rana perezi, Seoane, 1885) en el sureste de la Península Ibérica. Miscel· lània Zoològica, 145-153.
  • Angulo, A. (2002). Anfibios y paradojas: perspectivas sobre la diversidad y las poblaciones de anfibios. Ecología Aplicada, 1(1-2), ág-105.

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