Lobos y ganadería: ¿en realidad el lobo no ataca al ganado?

La imagen del “lobo feroz” está muy interiorizada en nuestra sociedad, sin embargo, el lobo ibérico no suele ser el responsable de las masacres de ganado que se le atribuyen, y cazarlo puede ser contraproducente.
Lobo

Es una creencia muy extendida que el lobo en España causa graves daños a la ganadería. En la cultura popular, la figura del “lobo feroz” está tan interiorizada que se aprende desde la infancia. Los tres cerditos, Los siete cabritillos, Caperucita roja, o la fábula de Pedro y el lobo son parte de la literatura infantil con la que hemos crecido y en todos estos cuentos, el lobo es el malo

¿Pero son los daños causados por el lobo tan graves como ciertos colectivos hacen creer? ¿Es el lobo tan destructivo y tan voraz? ¿Son causados por lobos todos los daños que se les atribuyen? Para contestar a esas preguntas es mejor dejar de lado los sesgos y creencias populares y analizar los datos con la visión crítica que nos proporciona la ciencia.

El mito del lobo como depredador del ganado

No es tan feroz el lobo como lo pintan

La imagen del lobo como un depredador insaciable de ovejas y ganado es más un mito que una realidad. Aunque los lobos son cazadores, su dieta se compone principalmente de presas salvajes. Estudios han demostrado que solo el 20% de su alimentación proviene de animales domésticos, y este porcentaje disminuye significativamente cuando hay abundancia de presas silvestres. Además, los lobos son carroñeros, lo que significa que a menudo se alimentan de animales muertos, en lugar de cazar activamente al ganado. Este comportamiento de carroñero es a menudo malinterpretado como un ataque directo al ganado.

Los pastores a menudo reportan ataques que, en realidad, son malentendidos. En muchas ocasiones, los lobos simplemente pasan cerca de los rebaños sin intención de atacar, pero los perros de guardia los ahuyentan, lo que se interpreta erróneamente como un intento de caza. Este tipo de situaciones alimenta la percepción errónea de que los lobos son una amenaza constante para el ganado.

Es importante considerar que los lobos son animales esquivos que evitan el contacto humano siempre que es posible. Prefieren cazar en áreas donde no hay presencia humana, y los ataques a ganado suelen ocurrir solo cuando no tienen otra opción. La imagen del lobo como un villano voraz no se sostiene cuando se observan los datos reales sobre su comportamiento y dieta.

Lobos y ganadería
Lobos y ganadería. Imagen de WorldInMyEyes en Pixabay

¿Por qué los lobos no son el mayor problema para los rebaños?

La percepción de que los lobos son el principal problema para los rebaños es una simplificación excesiva de una situación compleja. Aunque los lobos pueden atacar al ganado, estos incidentes son relativamente raros y suelen ocurrir en circunstancias específicas. La mayoría de las veces, los lobos prefieren cazar presas salvajes, que son más abundantes y representan un menor riesgo para ellos.

Además, los lobos tienen un papel importante en el ecosistema, controlando las poblaciones de herbívoros y manteniendo el equilibrio natural. Su presencia puede incluso beneficiar a la ganadería al reducir el número de animales salvajes que compiten por los mismos recursos que el ganado. Por lo tanto, eliminar a los lobos podría tener consecuencias negativas no solo para el ecosistema, sino también para la propia industria ganadera.

La verdadera amenaza para los rebaños, como veremos más adelante, no proviene de los lobos, sino de otros factores que a menudo se pasan por alto. Los datos sugieren que los ataques de lobos al ganado son esporádicos y que hay otras causas más significativas detrás de las pérdidas en la ganadería.

Alternativas a la caza de lobos

Cazar lobos: una idea peor de lo que parece

La caza de lobos se ha propuesto como una solución para proteger al ganado, pero esta estrategia es contraproducente. Los lobos viven en manadas con una estructura social compleja, donde cada individuo tiene un papel específico. La eliminación de un lobo, especialmente si es un miembro dominante, puede desestabilizar la manada y provocar un aumento en los ataques al ganado. Esto se debe a que los lobos desorganizados tienen más dificultades para cazar presas silvestres y se ven obligados a acercarse a los rebaños.

Cuando los cazadores eliminan a los líderes de la manada, como la hembra reproductora o el macho alfa, se rompe la cohesión del grupo. Esto no solo afecta la capacidad de caza de la manada, sino que también puede llevar a los lobos jóvenes e inexpertos a buscar presas más fáciles, como las ovejas. Por lo tanto, la caza de lobos no solo es ineficaz, sino que puede empeorar la situación.

En lugar de recurrir a la caza, es más efectivo implementar medidas de protección para el ganado. Estas estrategias no solo son más sostenibles, sino que también promueven la coexistencia pacífica entre lobos y ganaderos, reduciendo los conflictos y protegiendo el ecosistema.

Lobos y ganadería
Lobos y ganadería. Imagen de Jürgen en Pixabay.

Estrategias efectivas para proteger el ganado

Para proteger al ganado de manera efectiva, es crucial adoptar medidas que no impliquen la eliminación de lobos. Una de las estrategias más efectivas es la vigilancia constante de los rebaños, especialmente en áreas donde los lobos están presentes. Los pastores pueden utilizar perros mastines, que son excelentes guardianes y disuaden a los lobos de acercarse al ganado. Estos perros son capaces de detectar la presencia de lobos y actuar antes de que se produzca un ataque.

Otra medida importante es el uso de cercas y corrales seguros para mantener al ganado protegido durante la noche. Estas estructuras pueden ser una barrera efectiva contra los depredadores y reducir significativamente el riesgo de ataques. Además, las técnicas de pastoreo rotativo pueden ayudar a minimizar el tiempo que el ganado pasa en áreas de alto riesgo.

La educación y la sensibilización de los ganaderos también son fundamentales. Comprender el comportamiento de los lobos y las razones detrás de sus acciones puede ayudar a desmitificar su imagen y fomentar prácticas de gestión más efectivas. Al adoptar un enfoque basado en la coexistencia, es posible proteger al ganado sin recurrir a la caza de lobos.

Identificando al verdadero causante del problema

El verdadero causante del problema

Si los lobos no son los principales culpables de los ataques al ganado, entonces, ¿quién lo es? Investigaciones recientes han arrojado luz sobre esta cuestión, revelando que los perros ferales son en realidad una amenaza más significativa para los rebaños. Estos perros, que han sido abandonados y se han asilvestrado, son responsables de una gran cantidad de ataques al ganado, superando con creces el impacto de los lobos.

Un estudio realizado en el País Vasco encontró que solo el 26% de la dieta de los lobos consistía en animales domésticos, mientras que la mayoría de su alimentación provenía de presas salvajes. En contraste, los perros ferales mostraron una preferencia mucho mayor por el ganado, con un 71% de las presas identificadas en sus heces siendo de origen doméstico. Estos datos subrayan la importancia de distinguir entre los ataques de lobos y los de perros ferales al evaluar las amenazas para la ganadería.

La presencia de perros ferales es un problema creciente, alimentado por el abandono de mascotas y la falta de control sobre las poblaciones de perros asilvestrados. A medida que estos animales se integran en el entorno natural, se convierten en depredadores oportunistas que representan un riesgo real para los rebaños.

Lobos y ganadería
Lobos y ganadería. Imagen de Christel SAGNIEZ en Pixabay

El papel de los perros ferales en los ataques al ganado

Los perros ferales, a diferencia de los lobos, no tienen miedo de acercarse a los humanos y sus propiedades. Esto los convierte en una amenaza más inmediata y difícil de gestionar para los ganaderos. Su capacidad para adaptarse y sobrevivir en el medio silvestre les permite cazar ganado con mayor facilidad que los lobos, que evitan las áreas habitadas siempre que es posible.

El problema de los perros ferales es en gran medida un problema humano. El abandono de perros domésticos es una práctica común que contribuye directamente a la formación de estas poblaciones asilvestradas. Una vez en libertad, estos perros se reproducen y forman manadas, aumentando el riesgo de ataques al ganado. La responsabilidad de mitigar este problema recae en la sociedad, que debe abordar las causas del abandono y fomentar la tenencia responsable de mascotas.

Para controlar la amenaza de los perros ferales, es fundamental implementar programas de captura y esterilización, así como campañas de sensibilización sobre el abandono de mascotas. Solo mediante un enfoque integral que aborde tanto las causas como las consecuencias del problema se podrá reducir el impacto de los ataques al ganado y proteger tanto a los animales domésticos como a los lobos en su hábitat natural.

Referencias

  • Blanco, J. C. (2017). La gestión del lobo en España. Controversias científicas en torno a su caza. Arbor193(786), a418. https://doi.org/10.3989/arbor.2017.786n4007
  • Llaneza, L. U. I. S., Fernández, A., & Nores, C. (1996). Dieta del lobo en dos zonas de Asturias (España) que difieren en carga ganadera. Doñana, Acta Vertebrata23(2), 201-213.

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