El mimetismo, esa habilidad de muchos seres vivos de hacerse pasar por otros, o por elementos de su entorno, para evitar a los depredadores, es una característica que comparten muchos animales. En muchos casos, ese mimetismo viene definido por su biología, como es el caso de los insectos palo. Estos insectos del grupo de los fasmatodeos (Phasmatodea) son conocidos por su habilidad para mimetizarse como ramas; y en ocasiones, y sobre la planta adecuada, el camuflaje está tan bien logrado que incluso para el ojo experto resulta difícil distinguir al insecto palo de la rama.
El mimetismo en los insectos palo: una estrategia de supervivencia
¿Por qué un palo?
Pero ¿qué llevó a los insectos palo a mimetizarse con ese aspecto? ¿Por qué se parecen a un palo y no a otra cosa, como una hoja o un trozo de corteza?
En términos evolutivos, la pregunta ‘¿por qué?’ generalmente es incorrecta. No tiene sentido preguntar por qué un insecto palo se parece a un palo, porque el proceso evolutivo no sucede con una finalidad, no hay un objetivo, propósito o fin último. En otras palabras, la evolución no es teleológica.
En palabras del físico español Enrique Fernández Borja, la evolución es una “oda a la ineficiencia”. Un proceso que presenta multiplicidad de soluciones subóptimas a un mismo problema, lleno de callejones sin salida, divergencias, convergencias y carreras armamentísticas. Algunas soluciones resultan ser mejores que otras respecto a la presión selectiva a la que les somete el ambiente, y los organismos que portan esos caracteres tienden a sobrevivir mejor, acumulándose unas adaptaciones sobre otras, en un proceso ininterrumpido.

Mimetismo y camuflaje: la ciencia detrás del disfraz
Entre el grupo de los fasmatodeos, cuyo origen evolutivo se remonta a principios del período Cretácico, o tal vez algo antes, esta presión selectiva, sobre todo ejercida por los depredadores, los llevó a asemejarse cada vez más a los elementos habituales de su entorno: las ramas. Cuanto más se asemejaban, más probable era sobrevivir a sus depredadores. Con el paso de millones de años, cada linaje se ha adaptado a su propio entorno, adquiriendo así multitud de formas distintas.
Especies y distribución del insecto palo
Diversidad global: 3052 especies en todo el mundo
Se conocen 3052 especies de fasmatodeos, que habitan especialmente bosques tropicales y subtropicales de América, África, Asia y Australia. Fuera de estos lugares, los insectos palo son más raros, aunque algunas especies pueblan bosques templados.
El hogar europeo de los insectos palo: España como refugio
En el continente europeo solo se conocen 17 especies de fasmatodeos. De estas, 13 están presentes en España y 9 de ellas son endémicas.
De tal palo, tal… hoja: la familia Phylliidae
Aunque la mayoría de los fasmatodeos tiene la clásica forma de palito, una familia ha evolucionado con un aspecto significativamente distinto: los insectos hoja o filíidos (Phyliidae). Son insectos aplanados dorsoventralmente que presentan una coloración que puede variar desde el verde hasta el pardo, suelen tener bordes más o menos definidos, lo que les da una apariencia de hojas de distintas especies de plantas.
El origen de los insectos hoja se sitúa en la región de Australasia, a principios del Eoceno, hace más de 50 millones de años. Hoy se extienden por todo el Sudeste Asiático, Oceanía y muchas islas del Pacífico. A pesar del transcurso del tiempo, la morfología de los filíidos ha cambiado muy poco, las especies que se observan en el registro fósil tienen grandes similitudes con las actuales.

La familia Phylliidae cuenta con unas 100 especies conocidas. La última, Phyllium regina, nativa de la isla de Obi, Indonesia, se describió en el año 2019, gracias a un ejemplar recolectado en 1896, que permaneció sin identificar en la Colección Entomológica del Museo Nacional de Ciencias Naturales del CSIC, durante más de un siglo. Esa hembra es el único ejemplar conocido de la especie.
Reproducción y evolución del insecto palo
Hembras al poder: la partenogénesis en acción
En numerosas especies de insectos palo la reproducción sigue los cauces habituales de la mayoría de los animales sexuados. Macho conoce hembra, hembra conoce macho. Pero otras especies disponen de una forma alternativa de reproducción: la partenogénesis, proceso por el cual una hembra puede dar descendencia fértil por sí misma, sin necesidad de un macho.
Hay distintos tipos de partenogénesis; en algunos casos, la descendencia partenogenética es un macho y en otros puede ser macho o hembra, dependiendo de distintas condiciones. Pero en los insectos palo, se estima que hasta el 10 % de las especies la partenogénesis es telítoca. En la telitoquía, un óvulo es fecundado por otro óvulo y da lugar a un embrión viable, que será una hembra. Solo cuando el óvulo es fecundado por un macho, nacerá otro macho.
En algunas especies, como las del género Bacillus —que no debe confundirse con el género de bacterias del mismo nombre—, la presencia de machos es minoritaria, esencialmente funcionan como factor que aporta diversidad genética a las poblaciones. Además, los machos de algunas especies pueden llegar a reproducirse con las hembras de otras, dando lugar a híbridos, que, de ser hembras, y para terminar de rizar el rizo, también pueden ser partenogenéticas.
Pero en otras especies, como Pijnackeria hispanica, la única forma de reproducción es la partenogénesis. El macho ni siquiera existe, todos los individuos de la especie son femeninos.
El papel de la selección natural en la evolución sin propósito
La evolución de los insectos palo es un ejemplo clásico de cómo la selección natural opera sin un propósito definido. A lo largo de millones de años, estos insectos han desarrollado características que les permiten sobrevivir en sus entornos, pero este proceso no sigue un plan u objetivo final. En cambio, la selección natural actúa sobre la variabilidad genética presente en las poblaciones favoreciendo a aquellos individuos cuyas características les confieren una ventaja adaptativa.
En el caso de los insectos palo, su capacidad para mimetizarse con las ramas es una adaptación que la selección natural ha favorecido. ¿El motivo? La presión ejercida por los depredadores. Los individuos que mejor se camuflan tienen más probabilidades de sobrevivir y reproducirse.

Curiosidades y datos fascinantes sobre el insecto palo
Curiosidades del insecto palo para niños y adultos
Los insectos palo son criaturas fascinantes que capturan la imaginación de niños y adultos por igual. Una de las curiosidades más sorprendentes es su capacidad para regenerar extremidades perdidas. Si un depredador atrapa a un insecto palo por una pata, este puede desprenderse de ella y escapar, y con el tiempo, la extremidad perdida volverá a crecer. Esta habilidad es una estrategia de defensa eficaz que aumenta sus posibilidades de supervivencia.
Otra curiosidad interesante es que algunos insectos palo pueden cambiar de color para adaptarse mejor a su entorno. Aunque este cambio no es tan rápido como el de los camaleones, puede ser suficiente para mejorar su camuflaje en diferentes estaciones o tipos de vegetación.
Los insectos palo también son conocidos por su comportamiento social. Aunque generalmente son solitarios, algunas especies pueden agruparse en pequeñas comunidades durante ciertas épocas del año.
Datos curiosos del insecto palo: más allá de su apariencia
Más allá de su apariencia engañosa, los insectos palo presentan una serie de características que los hacen únicos en el reino animal. Por ejemplo, su dieta se compone principalmente de hojas, lo que los convierte en herbívoros importantes en sus ecosistemas. Al consumir hojas, ayudan a controlar el crecimiento de las plantas y contribuyen al reciclaje de nutrientes en el suelo.
Otra característica notable de los insectos palo es su capacidad para permanecer inmóviles durante largos periodos. Este comportamiento no solo mejora su camuflaje, sino que también les permite conservar energía en ambientes donde los recursos pueden ser escasos.
Finalmente, el insecto palo destaca por su resistencia a las enfermedades. Algunos estudios sugieren que poseen mecanismos inmunológicos avanzados que les permiten resistir infecciones y parásitos.
Referencias
- Bank, S. et al. 2021. A tree of leaves: Phylogeny and historical biogeography of the leaf insects (Phasmatodea: Phylliidae). Communications Biology, 4(1), 1-12. DOI: 10.1038/s42003-021-02436-z
- Cumming, R. et al. 2019. A new leaf insect from Obi Island (Wallacea, Indonesia) and description of a new subgenus within Phyllium Illiger, 1798 (Phasmatodea: Phylliidae: Phylliinae). 7, 1-9.
- Ghirotto, V. M. et al. 2022. The oldest Euphasmatodea (Insecta, Phasmatodea): modern morphology in an Early Cretaceous stick insect fossil from the Crato Formation of Brazil. Papers in Palaeontology, 8(3). DOI: 10.1002/spp2.1437
- Moya Aliaga, M. 2015. Orden Phasmatodea. IDE@ - Sociedad Entomológica Española, 45, 1-11.
- Scali, V. 2009. Stick insects: parthenogenesis, polyploidy and beyond. En S. Castellato et al., Life and time: the evolution of life and its history. Cleup.