Curiosidades sobre la mantis religiosa

Todo lo que necesitas saber sobre estos fascinantes insectos. ¿Es verdad que la hembra devora al macho tras acabar el acto sexual?
Curiosidades sobre la mantis religiosa
Mantis religiosa. Fuente: Pixabay - Mantis sobre una corteza

Estos insectos carnívoros de aspecto alienígena son tan exquisitos como temibles. La mantis religiosa, llamada así por sus prominentes patas delanteras que se pliegan en un gesto supino que sugiere un acto de oración, suele mostrarse serena. Podrías pensar en ellas como insectos dóciles, que se mueven lentamente y mordisquean plantas, pero nada más lejos de la realidad.

Características generales de la mantis religiosa

El origen de la palabra mantis

La palabra mantis proviene del griego mantikos, que significa adivino o profeta. De hecho, estos insectos parecen un tanto espirituales, especialmente cuando sus patas delanteras están juntas como si estuvieran en pose de oración, de ahí su nombre.

Lo cierto es que la mantis religiosa es un depredador de emboscada; un carnívoro con movimientos de artes marciales y gusto por la carne viva y coleando.

Con sus largos cuellos, postura erguida, un rostro particular y una mirada directa, son decididamente carismáticas (o terroríficas) a la par que criaturas fascinantes que dominan su espacio en el mundo natural. Está dispuesta a comer casi cualquier cosa.

Mantis religiosa. Fuente: Pixabay

Son descritos como insectos delgados que se alimentan mucho y cuyo cuerpo está construido específicamente para la caza. Además, tienen ojos relativamente grandes, brazos rápidos como el rayo y son extremadamente móviles con una cabeza giratoria (que puede girar hasta 180º). Su ubicación geográfica principal se encuentra en las regiones tropicales y templadas y puede encontrarse en bosques o incluso en desiertos. Está bastante repartida por toda la geografía del Viejo Mundo y existen numerosas subespecies de mantis según el lugar de origen.

Suele medir unos 6-7 centímetros y contar con unas antenas delgadas y las podemos encontrar en distintos colores. Si habita paja seca, en color amarillo, si es hierba fresca en un verde vibrante o blanco, magenta o incluso amarillento en el caso de la mantis orquídea (Hymenopus coronatus).

El número de especies de mantis se estima en más de 2400. También hay 430 géneros y 15 familias.

El cuerpo intrincado de la mantis: cinco ojos y seis patas

Si la miras bien, su cuerpo es tremendamente intrincado. La mantis religiosa tiene cinco ojos, seis patas, dos antenas y una cabeza triangular que le otorga este aspecto un tanto de vida alienígena.

¿Cinco? Así es. Los grandes ojos compuestos son los más fácil de ver pero también tienen tres ojos más pequeños ubicados en el medio de la cabeza. Esos ojos se utilizan para detectar la luz, mientras que los ojos grandes son para ver el movimiento y tener una visión profunda. Muchas otras especies de insectos tienen la misma configuración de cinco ojos como las abejas, las arañas o las moscas.

La visión estereoscópica de las mantis

Dado el aspecto de estos insectos, ¿te sorprende que tengan visión estereoscópica? Pueden ver en 3D y sus ojos tienen una fóvea, un área que les permite concentrarse y seguir con agudeza; les permite calcular las distancias a los objetos A pesar de que ve con poca nitidez, la disposición de ojo compuesto es perfecta para detectar el movimiento de sus presas.

Comportamiento y habilidades de caza

Maestros del camuflaje: la mantis orquídea

Aunque, por lo general, la mantis religiosa pasa bastante desapercibida entre la hierba, la mantis orquídea (Hymenopus coronatus), aún más. Tienen un parecido increíble con estas flores, de ahí que su camuflaje sea excelente; de hecho, su abdomen es aplanado para imitar los pétalos de las orquídeas. Las hembras pueden llegar a los seis centímetros de longitud.

¿Qué comen?

La mantis religiosa puede cazar ratones, mariposas, grillos, saltamontes, lagartijas, pinzones,serpientes de coral, cebras, ranas... y, como hemos visto, en ocasiones, tras el apareamiento, la hembra, de mayor tamaño, se come al macho. Ah, y se zampan su comida mientras su presa aún se mueve. También son un poco zombis, pues cuando capturan pájaros, se comen directamente el cerebro.

La mantis es un depredador. Fuente: Pixabay

¿La hembra se come al macho tras el acto sexual?

Probablemente sea la curiosidad que mas hayas escuchado sobre la mantis religiosa. Si bien es cierto que la hembra se come al macho y luego se va a poner sus huevos, no es algo habitual. No sucede cada vez que realiza el acto sexual. La frecuencia de esta sombría práctica ha sido un poco exagerada, pues solo ocurre alrededor del 13-28% del tiempo.

¿Y por qué se los comen?

Los machos proporcionan a sus parejas muchos aminoácidos importantes al ser ingeridos, lo que ayuda a nutrir tanto a la mantis materna como a sus óvulos fertilizados. El estudio, publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B mostró, también, que las hembras que se comen a sus parejas masculinas producían más huevos que las que no lo hacían. Los científicos encontraron que las hembras caníbales produjeron 88 huevos exitosos, mientras que las no caníbales solo 37.

Agilidad y precisión en el salto

Podríamos decir que son tan ágiles como los gatos. Un experimento reveló que las mantis saltan con extrema precisión, retorciendo su cuerpo en el aire para aterrizar en un objetivo específico. ¡Son súper atléticas!

Distribución y hábitat

El lugar del mundo donde hay mayor número de mantis religiosas

La mayoría de las mantis religiosas viven en los trópicos. De las aproximadamente 2.400 especies de mantis descritas hasta la fecha, casi todas son criaturas tropicales. Solo se conocen 18 especies nativas de todo el continente de América del Norte. Y alrededor del 80% de todos los miembros del orden Mantodea pertenecen a una sola familia, los Mantidae o mántidos.

¿Dónde vive la mantis religiosa?

La mantis religiosa se encuentra en una variedad de hábitats, desde bosques densos hasta praderas abiertas e incluso desiertos. Su capacidad para adaptarse a diferentes entornos es una de las razones por las que ha tenido tanto éxito en colonizar diversas regiones del mundo. En Europa, por ejemplo, la mantis religiosa es común en áreas del sur, donde el clima es más cálido y seco.

El hábitat de la mantis religiosa está estrechamente relacionado con su dieta y comportamiento de caza. Prefiere áreas donde pueda encontrar abundantes presas y utilizar su camuflaje para acechar sin ser detectada. Esto a menudo significa que se encuentra en áreas con vegetación densa, donde puede mezclarse con su entorno y esperar pacientemente a que pase una presa desprevenida.

Reproducción y ciclo de vida

Una sola mantis hembra puede tener hasta 1000 crías

Después del apareamiento producirá cajas de huevos llamadas ootecas que pueden contener más de 200 huevos cada una. Y una mantis es capaz de hacer hasta seis ootecas con formas globosas, lobuladas y bilobuladas que colocan en el suelo o pegadas a las piedras o en vegetación baja. No todas las especies de mantis son tan productivas, eso sí. Para producir tantos huevos, no necesita aparearse más de una vez.

¿Cómo son las crías de mantis?

Muy muy pequeñitas en el momento de nacer, pues la ooteca no mide más de 1-3 centímetros (dependiendo de la especie). A pesar de que hemos dicho que puede haber 200 o incluso 300 huevos por ooteca, la mayoría no sobreviven, ya que impera el canibalismo juvenil y los que tarden demasiado en escapar de estos, acaban siendo fagocitados por sus congéneres.

El canibalismo juvenil y su impacto en la supervivencia

El canibalismo juvenil es un fenómeno común entre las crías de mantis religiosas y tiene un impacto significativo en su supervivencia. A medida que las ninfas emergen de las ootecas, a menudo se enfrentan a una competencia feroz por los recursos, lo que puede llevar a comportamientos caníbales. Este comportamiento es más pronunciado cuando las fuentes de alimento son escasas.

El canibalismo juvenil puede parecer brutal, pero desempeña un papel importante en la regulación de las poblaciones de mantis. Al reducir el número de individuos en una cohorte, el canibalismo ayuda a garantizar que las ninfas restantes tengan acceso a suficientes recursos para crecer y desarrollarse.

Mantis devorando a su presa. Fuente: Pixabay

Evolución y depredadores

Las mantis son relativamente jóvenes

(En comparación con otros insectos antiguos). Las primeras mantis fósiles datan del período Cretácico y tienen entre 146 y 66 millones de años. Estas primitivas mantis carecen de ciertos rasgos que se encuentran en las actuales. No tenían el protórax alargado o el cuello extendido que sí poseen las mántides modernas y carecían de espinas en las patas delanteras.

Fósiles de mantis del período Cretácico

Los fósiles de mantis del período Cretácico se han encontrado en diversas partes del mundo. Muestran que las mantis antiguas eran diferentes en varios aspectos de sus contrapartes modernas. Por ejemplo, carecían de las espinas prominentes en las patas delanteras que son características de las mantis actuales, lo que sugiere que su método de caza y defensa ha evolucionado con el tiempo. Los fósiles también revelan la diversidad de formas que existían en el pasado, lo que subraya la capacidad de las mantis para adaptarse a diferentes nichos ecológicos.

¿Cuáles son los depredadores de la mantis religiosa?

Aunque las mantis religiosas acechan a los colibríes y son cazadoras magistrales, también pueden convertirse en víctimas, en presas. Sus depredadores son muy variados e incluyen ranas, lagartijas, pájaros y arañas.

La mantis no pierde el tiempo cuando se siente amenazada. Se coloca completamente erguida y extiende sus pinzas junto con sus alas y mandíbulas, lo que no solo aumenta el tamaño de la mantis, sino que también presenta una postura amenazante. De la misma forma, emiten un silbido como último recurso antes de atacar. Todo ello conforma una especie de baile extraño, parecido al que realizan cuando intentan aparearse. A veces la mejor defensa es parecer increíblemente intimidante.

Vuelo y movilidad

¿Tienen alas las mantis religiosas?

Las mantis tienen dos juegos de alas, excepto las mantis que no poseen alas, por supuesto. El ala exterior también llamada tegmina –como la de las cucarachas americanas- es estrecha y coriácea. El ala se usa para el camuflaje y, en algunos casos, como escudo para el otro par de alas, que son muy delicadas.

¿Las mantis vuelan?

Si bien puede parecer difícil creer que algo tan grande (y de aspecto tan extraño) como una mantis religiosa es capaz de volar, si que puede volar. Sus alas no son estéticas. pero esta capacidad está limitada a unas pocas especies. Algunos tipos de mantis religiosas tienen alas más pequeñas, mientras que otras tienen alas mucho más grandes que les permiten volar. Debido a que los machos pesan menos, son capaces de realizar vuelos más largos.

Referencias

  • Tomasinelli, Francesco y Marco Salemi. 2020. La mantis religiosa y los insectos palo. Parkstone International.

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