¿Por qué vomitamos después de beber mucho alcohol?

La cantidad y la velocidad a la que bebemos alcohol es crucial. ¿Por qué vomitamos al beber alcohol? Te lo contamos.
Chica vomitando a causa del alcohol

Tras una larga noche de copas, la mayoría acaba teniendo que 'rezar' ante el inodoro y para acabar expulsándolo todo con objeto de sentirse mejor. Pero, ¿por qué pasa esto? Según un comunicado de la Universidad de Texas en Dallas (EE. UU.), el vómito puede ocurrir precisamente porque el alcohol es en realidad un irritante gástrico y puede, por tanto, alterar nuestro estómago. De hecho, beber demasiado alcohol puede incluso provocarnos gastritis, que es cuando el revestimiento del estómago se irrita, se inflama y se erosiona. Los síntomas varían, pero incluyen indigestión, dolor de estómago, náuseas, malestar estomacal y más vómitos.

Si alguna vez te has preguntado por qué vomitas después de tomar alcohol, la respuesta está en cómo el cuerpo reacciona a esta sustancia. El alcohol, presente en bebidas como la cerveza, el vino o los licores, es un irritante gástrico que puede desencadenar una serie de respuestas en el sistema digestivo. Aunque el vómito puede ser desagradable, es en realidad un mecanismo de defensa del organismo para protegerse de los efectos tóxicos del alcohol. Aquí exploraremos las razones detrás de este fenómeno y cómo evitarlo.

El alcohol etílico está presente en bebidas alcohólicas como el vino (con alrededor de un 13 %), la cerveza (5 %), los licores (hasta un 50 %) o los aguardientes (hasta un 70 %) y puede envenenar nuestro sistema si bebemos mucha cantidad en un corto espacio de tiempo. El alcohol es, en si mismo, un emético natural. Si nuestro sistema digestivo detecta gran presencia de este tóxico es probable que cause el vómito para evitar su absorción.

Según un informe de la Universidad Estatal de Colorado (EE. UU.), el acto de vomitar es el final de una serie de eventos. La primera etapa es la náusea, que está vinculada a una disminución de nuestra motilidad gástrica o contracciones de los músculos gástricos lisos en el estómago y un aumento en el tono de la pared del músculo en el intestino delgado.

Después de las náuseas vienen las arcadas, que son esencialmente espasmos respiratorios. La mayor parte del estómago se contrae y otras áreas, se relajan. Entonces tiene lugar el acto de vomitar, que es cuando los contenidos del intestino delgado se propulsan hasta la boca y salen expulsados del organismo.

La Universidad de Michigan (EE. UU.) recomienda esperar varias horas antes de comer. Y al beber agua, lo mejor es ingerir pequeñas cantidades o masticar trozos de hielo cada 15 minutos durante aproximadamente 4 horas. Después de este tiempo podemos empezar a tomar alimentos suaves como la compota de manzana, el arroz, los plátanos o el yogur.

El alcohol y su impacto en el sistema digestivo

¿Por qué vomitamos al tomar alcohol?

Cuando consumimos alcohol, este entra en contacto directo con las paredes del estómago, actuando como un irritante. Este contacto puede provocar inflamación y malestar, llevando a síntomas como náuseas y vómitos. Entonces, ¿por qué vomitamos cuando tomamos alcohol? Básicamente, el cuerpo detecta al alcohol como una sustancia potencialmente dañina y responde expulsándolo antes de que pueda ser completamente absorbido en el torrente sanguíneo.

La razón principal de este efecto es que el alcohol aumenta la producción de ácido en el estómago y debilita su revestimiento protector. Este exceso de ácido irrita aún más el sistema digestivo, lo que puede explicar por qué uno vomita cuando toma alcohol, especialmente en grandes cantidades. Además, el alcohol afecta la coordinación del sistema nervioso, lo que puede intensificar las náuseas y la sensación de malestar.

El caso de la cerveza es particularmente notable. Aunque contiene menos alcohol que otras bebidas, su volumen y carbonatación pueden contribuir a una mayor irritación del estómago. Esto puede hacer que algunas personas se pregunten por qué vomito cuando tomo cerveza. El gas de la bebida puede distender el estómago, lo que, combinado con el alcohol, aumenta la probabilidad de náuseas y vómitos.

El cuerpo puede detectar al alcohol como una sustancia potencialmente dañina y responder expulsándolo. Imagen: Pixabay

Mecanismos del vómito inducido por alcohol

El efecto del alcohol en el sistema nervioso central

El alcohol no solo afecta el sistema digestivo, sino que también tiene un impacto significativo en el sistema nervioso central (SNC). Como depresor del SNC, el alcohol puede alterar la función cerebral, afectando la coordinación y el control motor. Una de las consecuencias de esta alteración es la relajación del esfínter esofágico inferior, el músculo que normalmente impide que el contenido del estómago regrese al esófago.

Cuando este músculo se relaja debido al efecto del alcohol, aumenta el riesgo de reflujo y vómitos. El contenido ácido del estómago puede irritar el esófago, provocando una sensación de ardor y malestar. Este proceso puede desencadenar una serie de reflejos que culminan en el vómito, una respuesta diseñada para proteger el cuerpo de la absorción de sustancias tóxicas.

El impacto del alcohol en el sistema nervioso central también puede afectar la percepción de náuseas y la capacidad del cuerpo para regular las respuestas automáticas. Esto significa que, incluso después de dejar de beber, el cuerpo puede seguir experimentando síntomas de náuseas y vómitos mientras el alcohol permanece en el sistema.

El papel del hígado en el metabolismo del alcohol

El hígado desempeña un papel crucial en el metabolismo del alcohol, convirtiéndolo en compuestos que el cuerpo puede eliminar. Sin embargo, este proceso genera subproductos tóxicos que pueden contribuir al vómito. Cuando el hígado metaboliza el alcohol, produce acetaldehído, una sustancia que es más tóxica que el propio alcohol y que puede causar náuseas y vómitos.

El acetaldehído se descompone posteriormente en acetato, que el cuerpo puede manejar más fácilmente. Sin embargo, si se consume alcohol en exceso, el hígado puede verse abrumado, lo que lleva a una acumulación de acetaldehído y a un aumento de los síntomas de malestar, incluida la propensión al vómito. Este proceso es un ejemplo de cómo el metabolismo del alcohol puede afectar al cuerpo de manera adversa.

La capacidad del hígado para procesar el alcohol varía entre individuos, lo que significa que algunas personas pueden ser más susceptibles a los efectos tóxicos del acetaldehído. Entender el papel del hígado en el metabolismo del alcohol es esencial para comprender por qué el vómito es una respuesta común al consumo excesivo de alcohol.

Compuestos tóxicos y su impacto en el vómito

El proceso de metabolización del alcohol genera varios compuestos tóxicos que pueden desencadenar el vómito. Además del acetaldehído, el consumo de alcohol también puede llevar a la producción de otros subproductos que irritan el estómago y el sistema digestivo. Estos compuestos pueden aumentar la acidez gástrica y agravar los síntomas de náuseas y vómitos.

El impacto de estos compuestos tóxicos se ve exacerbado por la rapidez con la que el alcohol se absorbe en el torrente sanguíneo. Esta absorción rápida significa que los efectos del alcohol y sus subproductos se sienten casi inmediatamente, lo que puede llevar a una respuesta rápida del cuerpo en forma de vómito. Este mecanismo de defensa es una forma en que el cuerpo intenta minimizar el daño potencial causado por el consumo excesivo de alcohol.

Comprender cómo los compuestos tóxicos afectan al cuerpo puede ayudar a las personas a tomar decisiones informadas sobre su consumo de alcohol. Reducir la cantidad de alcohol consumida y permitir que el cuerpo procese adecuadamente los subproductos tóxicos puede disminuir el riesgo de vómitos y otros efectos adversos.

El proceso de metabolización del alcohol genera varios compuestos tóxicos que pueden desencadenar el vómito.. Imagen de Alexa en Pixabay

Consecuencias de vomitar tras el consumo de alcohol

Deshidratación y malnutrición

Vomitar después de beber alcohol puede tener varias consecuencias negativas para la salud, entre ellas la deshidratación y la malnutrición. El vómito expulsa líquidos esenciales del cuerpo, lo que puede llevar a una pérdida significativa de agua y electrolitos. La deshidratación resultante puede causar síntomas como mareos, fatiga y sequedad en la boca, y puede agravar aún más el malestar general asociado con el consumo de alcohol.

Además de la deshidratación, el vómito frecuente puede afectar la capacidad del cuerpo para absorber nutrientes esenciales. La expulsión de alimentos y líquidos del estómago puede llevar a deficiencias nutricionales, especialmente si el vómito es recurrente. La malnutrición puede debilitar el sistema inmunológico y afectar la función general del cuerpo, lo que puede tener consecuencias a largo plazo para la salud.

Es importante reconocer los signos de deshidratación y malnutrición y tomar medidas para rehidratarse y reponer los nutrientes perdidos. Beber agua en pequeñas cantidades y consumir alimentos ricos en electrolitos puede ayudar a mitigar estos efectos y promover una recuperación más rápida después de una noche de consumo excesivo de alcohol.

Riesgos pulmonares y peligros de ahogamiento

El vómito inducido por el alcohol también puede presentar riesgos graves para la salud, incluidos problemas pulmonares y el peligro de ahogamiento. En situaciones de embriaguez, el reflejo de vómito puede ser menos efectivo, lo que aumenta la posibilidad de que el contenido estomacal sea inhalado accidentalmente en los pulmones. Esta inhalación puede provocar neumonía por aspiración, una afección grave que requiere atención médica inmediata.

El riesgo de ahogamiento también es significativo, especialmente si una persona pierde el conocimiento debido al consumo excesivo de alcohol. En tales casos, el vómito puede bloquear las vías respiratorias, lo que representa una amenaza para la vida. Es crucial que las personas que beben en exceso sean supervisadas y que se tomen medidas para garantizar su seguridad, como colocarlas en una posición de recuperación para evitar el riesgo de asfixia.

Ser consciente de estos riesgos y tomar precauciones adecuadas puede ayudar a prevenir complicaciones graves asociadas con el vómito inducido por el alcohol. La educación sobre los peligros potenciales y la promoción de un consumo responsable son pasos importantes para reducir estos riesgos.

En situaciones de embriaguez, el reflejo de vómito puede ser menos efectivo. Imagen de Peace,love,happiness en Pixabay

Recomendaciones después de vomitar por alcohol

Cuidados inmediatos tras el vómito

Después de vomitar debido al consumo de alcohol, es importante seguir ciertas recomendaciones para ayudar al cuerpo a recuperarse. Uno de los pasos más importantes es rehidratarse adecuadamente. Beber agua en pequeñas cantidades o masticar trozos de hielo puede ayudar a reponer los líquidos perdidos y aliviar la deshidratación. Evitar el consumo de alcohol adicional es esencial para permitir que el cuerpo se recupere sin agregar más irritación al sistema digestivo.

Además de rehidratarse, es aconsejable descansar y permitir que el cuerpo procese el alcohol restante. El descanso ayuda a reducir el estrés en el sistema digestivo y puede acelerar la recuperación. También es recomendable evitar alimentos pesados o grasos inmediatamente después de vomitar, ya que pueden ser difíciles de digerir y pueden agravar el malestar estomacal.

Si los síntomas persisten o empeoran, es importante buscar atención médica. Los vómitos prolongados pueden ser un signo de complicaciones más serias, y un profesional de la salud puede proporcionar orientación y tratamiento adecuados para abordar cualquier problema subyacente.

Cuándo consultar a un médico

En algunos casos, puede ser necesario consultar a un médico después de vomitar por alcohol, especialmente si se presentan ciertos síntomas. Si el vómito es persistente y no mejora con el tiempo, o si se acompaña de dolor abdominal intenso, fiebre o signos de deshidratación severa, es importante buscar atención médica. Estos síntomas pueden indicar una condición subyacente más grave que requiere tratamiento.

Además, si una persona experimenta confusión, dificultad para respirar o pérdida del conocimiento después de vomitar, es crucial buscar ayuda médica de inmediato. Estos síntomas pueden ser señales de intoxicación por alcohol o complicaciones pulmonares, y requieren intervención urgente para prevenir daños mayores.

La prevención y el manejo adecuado de los efectos del alcohol son esenciales para evitar complicaciones de salud. Consultar a un médico cuando sea necesario puede proporcionar tranquilidad y asegurar que cualquier problema potencial se aborde de manera efectiva.

Prevención: Cómo evitar el vómito al beber alcohol

La importancia de la moderación

Una de las formas más efectivas de prevenir el vómito inducido por el alcohol es practicar la moderación en el consumo. Beber con moderación no solo reduce el riesgo de vómitos, sino que también minimiza otros efectos adversos del alcohol en el cuerpo. Conocer los propios límites y beber despacio puede ayudar a evitar el consumo excesivo y permitir que el cuerpo procese el alcohol de manera más eficiente.

Además, es importante tener en cuenta que no existe un nivel de consumo de alcohol completamente seguro. Incluso cantidades moderadas pueden tener efectos negativos en algunas personas, por lo que es fundamental ser consciente de cómo el alcohol afecta al cuerpo individualmente. Escuchar las señales del cuerpo y detenerse cuando se siente que se ha consumido suficiente puede prevenir el malestar y los vómitos.

Promover la moderación también implica ser consciente de las situaciones en las que se consume alcohol. Evitar beber con el estómago vacío y asegurarse de estar bien hidratado antes de comenzar a beber son estrategias efectivas para reducir el impacto del alcohol en el sistema digestivo y prevenir el vómito.

Consejos para beber de manera responsable

Beber de manera responsable implica adoptar hábitos que minimicen los riesgos asociados con el consumo de alcohol. Algunos consejos útiles incluyen alternar bebidas alcohólicas con agua para mantenerse hidratado y reducir la cantidad total de alcohol consumido. También es recomendable elegir bebidas con menor contenido de alcohol y evitar combinaciones de bebidas que puedan aumentar la intoxicación.

Comer antes y durante el consumo de alcohol puede ayudar a reducir la velocidad de absorción del alcohol en el cuerpo, lo que puede disminuir el riesgo de vómitos. Optar por alimentos ricos en carbohidratos y proteínas puede proporcionar una base sólida que amortigüe el impacto del alcohol en el estómago.

Finalmente, es importante planificar con anticipación y asegurarse de tener un medio seguro para regresar a casa después de una noche de bebida. Evitar situaciones en las que el consumo excesivo pueda ser alentado y rodearse de amigos que también practiquen el consumo responsable puede ayudar a prevenir el vómito y otros efectos negativos del alcohol.

Referencias

  • Ahumada-Cortez, J. G., Gámez-Medina, M. E., & Valdez-Montero, C. (2017). El consumo de alcohol como problema de salud pública. Ra Ximhai, 13(2), 13-24.
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  • Díez Hernández, I. (2003). La influencia del alcohol en la sociedad. Hospital Donostia: Servicio de cuidados intensivos pediátricos. Donostia.

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